Por Shishira Sreenivas
La terapia hormonal, también conocida como terapia endocrina, es un tipo de tratamiento que su médico puede recomendar como parte del tratamiento de ciertos tipos de cáncer de ovario, pero no inmediatamente. La cirugía es el primer tratamiento para la mayoría de los cánceres de ovario, a menudo seguido de quimioterapia.
La terapia hormonal utiliza fármacos recetados para bloquear o ralentizar hormonas como el estrógeno. Esto es importante porque algunos tipos de células de cáncer de ovario se alimentan de esas hormonas para crecer y propagarse en el cuerpo. La reducción de esas hormonas las frena.
Quién recibe terapia hormonal para el cáncer de ovario
Los médicos suelen recomendar la terapia hormonal para tratar los tumores del estroma ovárico, que son poco frecuentes. La terapia hormonal rara vez se utiliza para tratar el cáncer de ovario epitelial, el tipo más común de cáncer de ovario.
Dependiendo del tipo y el estadio del cáncer de ovario que tenga, su médico puede utilizar la terapia hormonal como parte de su plan de tratamiento si:
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Ha sido tratada anteriormente de cáncer de ovario y el cáncer ha reaparecido.
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Ha probado otros tipos de tratamientos contra el cáncer y no han funcionado lo suficientemente bien.
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Los tratamientos que los médicos suelen probar primero, la quimioterapia y la cirugía, no son adecuados para ti.
También puede recibir terapia hormonal para evitar que el cáncer de ovario reaparezca y para aliviar algunos de los problemas que puede causar el cáncer.
Para saber si este tipo de tratamiento es una opción para usted, su médico comprobará si las hormonas están alimentando las células de su cáncer de ovario. Le hará una prueba de receptores hormonales para comprobar si hay receptores hormonales en esas células cancerosas. Si el resultado de la prueba es positivo, significa que esos receptores están en las células cancerosas. La terapia hormonal bloqueará esos receptores y cortará la línea de suministro de esas hormonas para alimentar las células cancerosas.
La terapia hormonal es sistémica. Esto significa que afecta a todo el cuerpo, no sólo a los ovarios. Se administra en forma de inyección, o de píldoras y líquidos que se toman por vía oral.
La terapia hormonal ha sido ampliamente estudiada para el cáncer de mama, pero no tanto para el cáncer de ovario.
Tenga en cuenta que la terapia hormonal para el cáncer de ovario no es lo mismo que la terapia hormonal para tratar los efectos secundarios de la menopausia, como los sofocos o la sequedad vaginal.
Fármacos de terapia hormonal para el cáncer de ovario
Si la terapia hormonal forma parte de su tratamiento del cáncer de ovario, es probable que también reciba otros tratamientos como quimioterapia, radioterapia o cirugía.
El tipo de medicamento que su médico incluirá en su plan de tratamiento dependerá de:
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El tipo de cáncer de ovario que tenga
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El tamaño del tumor en sus ovarios
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Su edad
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Si los receptores hormonales están presentes en las células cancerosas
Tipos de terapia hormonal para el cáncer de ovario
Existen diferentes tipos de medicamentos de terapia hormonal para el cáncer de ovario, entre ellos:
Agonistas de la hormona liberadora de la hormona luteinizante (LHRH). Estos fármacos frenan la producción de estrógenos en las células de sus ovarios. Puede tomarlos si no está en la menopausia.
Estos fármacos se administran en forma de inyecciones en el centro de tratamiento o en la consulta del médico. Su médico puede optar por dárselos cada 1 a 3 meses, según el estadio y el tipo de cáncer que tenga. Los fármacos agonistas de la LHRH utilizados para el cáncer de ovario incluyen:
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Goserelina (Zoladex)
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Leuprolida (Lupron)
Tamoxifeno. Es posible que conozca el tamoxifeno como tratamiento del cáncer de mama. También puede utilizarse para tratar los tumores del estroma ovárico, y es menos probable que se utilice para tratar el cáncer epitelial de ovario. El tamoxifeno actúa para evitar que el estrógeno de su cuerpo ayude a que el cáncer crezca y se extienda.
Si el tamoxifeno forma parte de su plan de tratamiento, se someterá a pruebas periódicas para comprobar si está funcionando correctamente y controlar los efectos secundarios que pueda tener. No debe tomar tamoxifeno si también toma un anticoagulante como la warfarina.
Las investigaciones demuestran que el tamoxifeno también puede aumentar el riesgo de padecer otros tipos de cáncer, como los de hígado, útero o endometrio. También puede aumentar la probabilidad de que se formen coágulos sanguíneos, lo que puede provocar enfermedades graves como la trombosis venosa profunda (TVP). Si está tomando tamoxifeno y nota hinchazón o dolor en las piernas, los brazos, el pecho o dificultad para respirar, informe a su médico de inmediato. Si tiene una TVP, necesitará tratamiento inmediato.
El tamoxifeno se presenta en forma de líquido o de comprimidos. Es muy importante que siga al pie de la letra las instrucciones de su médico sobre la cantidad que debe tomar y cuándo. Si se salta una dosis o no está segura de cómo tomarla, consulte a su médico. No tome una dosis doble.
Los expertos afirman que es necesario investigar más sobre el tamoxifeno como tratamiento para el cáncer de ovario que reaparece (recurre).
Inhibidores de la aromatasa. Estos medicamentos bloquean una sustancia natural del cuerpo llamada aromatasa. La aromatasa convierte las hormonas en estrógenos. Los inhibidores de la aromatasa detienen ese proceso, lo que reduce los niveles de estrógeno. Por lo tanto, estos medicamentos son sólo para las mujeres que han pasado por la menopausia.
Los inhibidores de la aromatasa se utilizan para tratar el cáncer de mama. También pueden dirigirse a ciertos tipos de tumores del estroma ovárico que reaparecen (recurren) después del tratamiento, y pueden utilizarse para los carcinomas serosos de bajo grado, que son otro tipo raro de cáncer de ovario y son más frecuentes en mujeres jóvenes.
Los inhibidores de la aromatasa incluyen:
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Anastrozol (Arimidex)
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Exemestano (Aromasin)
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Letrozol (Femara)
Estos medicamentos son píldoras que se toman una vez al día por vía oral.
Efectos secundarios de la terapia hormonal
Los efectos secundarios de la terapia hormonal pueden incluir:
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Sofocos
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Sequedad en la vagina
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Debilidad de los huesos si se utiliza durante mucho tiempo (el tamoxifeno no lo provoca).
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Dolor en las articulaciones
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Dolor muscular
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Pérdida del deseo sexual
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Problemas con las relaciones sexuales
Si nota alguno de estos signos o síntomas, informe a su médico. Pueden ayudarle a controlar mejor sus efectos secundarios. Si es necesario, su equipo de atención al cáncer puede cambiar el plan de tratamiento para encontrar lo que funciona mejor para usted.
