Descubra qué tipos de ejercicio pueden ayudarle a tratar los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Incluso una sola sesión de movimiento de tu cuerpo puede hacer que estés más motivado para las tareas mentales, aumentar tu capacidad cerebral, darte energía y ayudarte a sentirte menos confuso. Actúa en el cerebro de la misma manera que la medicación para el TDAH.
Sin embargo, para obtener estas recompensas, tienes que hacer el ejercicio adecuado y en la cantidad adecuada. La clave es encontrar una actividad que se adapte a tu estilo de vida y seguirla.
Saca el máximo partido a los desplazamientos
Los efectos del ejercicio sólo duran un tiempo, al igual que los medicamentos. Piensa en tu entrenamiento como una "dosis" de tratamiento. Intenta realizar al menos una actividad de 30 a 40 minutos al día, 4 o 5 días a la semana.
El ejercicio que elijas depende de ti, pero asegúrate de que sea "moderadamente intenso", lo que significa que durante tu entrenamiento:
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Tu ritmo cardíaco aumenta
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Respiras más fuerte y más rápido
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Sudas
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Sientes los músculos cansados
Habla con tu médico si no estás seguro de la intensidad que debe tener tu ejercicio. Puede que te recomienden que... utilices un pulsómetro o algún otro dispositivo para asegurarte de que aprovechas al máximo tu entrenamiento.
Tipos de ejercicio que puedes hacer
Ejercicio aeróbico. Esto es cualquier cosa que hace que su corazón lata. Es conveniente que hagas algo que eleve tu ritmo cardíaco y lo mantenga durante un tiempo determinado, como entre media hora y 40 minutos.
El ejercicio aeróbico crea nuevas vías en el cerebro y lo inunda de sustancias químicas que ayudan a prestar atención.
Puedes probar uno de estos:
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Correr
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Caminar a paso ligero
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Ir en bicicleta
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Vueltas de natación
Puedes realizar estas actividades al aire libre o en el interior, pero si puedes elegir, sal al exterior. Los estudios demuestran que estar en la naturaleza mientras te mueves puede reducir los síntomas del TDAH incluso más que cuando haces ejercicio en el interior.
Artes marciales. Los expertos dicen que cuanto más complejo sea el ejercicio, mejor para el cerebro. Deportes como el karate, el taekwondo, el jiujitsu y el judo se centran en el autocontrol y en unir tu mente y tu cuerpo.
Cuando haces artes marciales, te entrenas en habilidades como:
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Enfoque y concentración
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Equilibrio
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Cronometraje
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Memoria
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Consecuencias de las acciones
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Habilidades motoras finas
Otros ejercicios complejos. Si las artes marciales no son lo tuyo, hay otras actividades físicas que también suponen un reto para la mente y el cuerpo:
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Escalada en roca
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Danza
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Gimnasia
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Yoga
Entrenamiento de fuerza. Si acabas de empezar a hacer ejercicio, opta por actividades aeróbicas como caminar o correr al principio. Cuando lleves un tiempo haciéndolo, añade un poco de trabajo de fuerza para variar. Pruebe ejercicios como:
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Estocadas
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Sentadillas
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Flexiones
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Pullups
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Levantamiento de pesas
Deportes de equipo. Si te apuntas a una liga de sóftbol o de fútbol, puede ser lo que necesitas para levantarte y moverte varias veces a la semana. Los deportes organizados tienen todos los beneficios del ejercicio físico con el añadido de un grupo social que te motiva.
El trabajo en equipo perfecciona tu capacidad de comunicación y te ayuda a pensar en tus acciones y a planificar con antelación. Formar parte de un equipo también puede mejorar tu autoestima.
Cómo seguir con el trabajo
Al igual que la medicina, el ejercicio sólo te ayuda a tratar el TDAH si lo mantienes. Pero si tienes problemas de atención, ¿cómo mantener el rumbo? Prueba estos consejos:
Hazlo interesante. Cambia el tipo de ejercicio. Puedes salir de la rutina si cambias de actividad cada día o cada semana.
Busca un compañero. Un compañero de entrenamiento puede ayudarte a mantener el rumbo y a pasar el tiempo mientras sudas.
Muévete por la mañana. Si se ajusta a su horario, haga ejercicio a primera hora de la mañana, antes de tomar la medicación. De este modo, obtendrá el máximo beneficio de todas las sustancias químicas adicionales que estimulan el estado de ánimo en su cuerpo.
Mantenga la medicación. El ejercicio puede darte una gran ventaja sobre los síntomas del TDAH, pero no sustituye a la medicación. No dejes tus otros tratamientos a menos que tu médico te lo permita.