Tus huesos necesitan estar fuertes y sanos. Pero algunas cosas no son tan buenas para ellos. médico te muestra si tu salud ósea está en riesgo.
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Cuanta más sal comas, más calcio elimina tu cuerpo, lo que significa que no está ahí para ayudar a tus huesos. Alimentos como los panes, los quesos, las patatas fritas y los embutidos son los que más sal contienen.
No es necesario que elimine la sal por completo, pero intente consumir menos de 2.300 miligramos de sodio al día.
2. Ver de forma compulsiva
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Está bien disfrutar de tu programa favorito. Pero es demasiado fácil pasar horas interminables frente a una pantalla, acurrucado en el sofá. Cuando se convierte en un hábito de holgazanería, no te mueves lo suficiente y tus huesos se pierden.
El ejercicio los fortalece. Lo mejor para el esqueleto es que los pies y las piernas soporten el peso del cuerpo, lo que obliga a los huesos y los músculos a trabajar contra la gravedad.
3. Kilómetros de paseos en bicicleta
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Cuando pedaleas para ir al trabajo o montas durante horas el fin de semana, tu corazón y tus pulmones se fortalecen. ¿Y los huesos? No tanto. Al no ser una actividad de carga, montar en bicicleta no aumenta la densidad ósea, a diferencia de los paseos, las carreras y las caminatas.
Si eres un ávido ciclista, te conviene añadir a tu rutina algo de tiempo en la sala de pesas y combinarla con actividades como el tenis, el senderismo, el baile y la natación (la resistencia del agua ayuda a los huesos)...
4. Demasiado tiempo en tu cueva
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Quizá necesites salir más. El cuerpo produce vitamina D con la luz del sol. Basta con 10-15 minutos varias veces a la semana para conseguirlo. Pero no te excedas. Demasiado tiempo al sol puede aumentar el riesgo de cáncer de piel. Y también hay otras pegas.
Tu edad, el color de la piel, la época del año y el lugar donde vives pueden dificultar la producción de vitamina D. Lo mismo ocurre con la protección solar.
Añade a tu dieta cereales, zumos y leches enriquecidas (incluidas las de almendra, soja, arroz u otras de origen vegetal, así como los lácteos bajos en grasa). Y pregunta a tu médico si necesitas un suplemento de vitamina D.
5. Otra jarra de margaritas
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Cuando sales con los amigos, una ronda más puede parecer divertida. Pero para mantener a raya la pérdida de masa ósea, debes limitar la cantidad de alcohol que bebes. Se recomienda no beber más de una copa al día para las mujeres y dos para los hombres. El alcohol puede interferir en la absorción del calcio por parte del organismo.
6. Excederse en el consumo de algunas bebidas
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Demasiados refrescos con sabor a cola podrían dañar tus huesos. Aunque se necesitan más investigaciones, algunos estudios han relacionado la pérdida de masa ósea tanto con la cafeína como con el fósforo de estas bebidas. Otros expertos han sugerido que el daño se produce cuando se opta por tomar un refresco en lugar de leche u otras bebidas que contienen calcio. "Demasiadas tazas de café o té también pueden robarle el calcio a sus huesos".
7. Tazones de salvado de trigo con leche
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Qué suena más sano que el salvado de trigo 100%? Pero cuando lo comes con leche, tu cuerpo absorbe menos calcio.
No se preocupe por otros alimentos, como el pan, que puedan contener salvado de trigo. Pero si te gusta el concentrado y tomas un suplemento de calcio, deja pasar al menos 2 horas entre el salvado y la pastilla.
8. Pausas para fumar
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Cuando inhalas regularmente el humo del cigarrillo, tu cuerpo no puede formar nuevo tejido óseo sano con la misma facilidad. Cuanto más tiempo se fume, peor será la situación.
Los fumadores tienen más posibilidades de romperse y tardan más en curarse. Pero si dejas de fumar, puedes reducir estos riesgos y mejorar tu salud ósea, aunque puede llevar varios años.
9. Tus recetas
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Algunos medicamentos, especialmente si tienes que tomarlos durante mucho tiempo, pueden tener un impacto negativo en tus huesos. Algunos medicamentos anticonvulsivos y los glucocorticoides, como la prednisona y la cortisona, pueden provocar la pérdida de masa ósea. Es posible que tomes medicamentos antiinflamatorios como los glucocorticoides si padeces enfermedades como la artritis reumatoide, el lupus, el asma y la enfermedad de Crohn.
10. Tener un peso inferior al normal
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Un peso corporal bajo, un IMC de 18,5 o menos, supone una mayor probabilidad de fractura y pérdida ósea. Si eres de huesos pequeños, haz ejercicios con pesas y pregunta a tu médico si necesitas más calcio en tu dieta. Si no está seguro de por qué tiene un peso inferior al normal, pregúntele también a su médico. Puede comprobar si el motivo es un trastorno alimentario u otro problema médico.
11. Si te das un revolcón
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Cuando te tropezaste de niño, probablemente te volviste a levantar. Sin embargo, a medida que te haces mayor, las caídas son más peligrosas, sobre todo si tienes los huesos débiles.
Una fractura o un hueso roto pueden tardar mucho en curarse. En los adultos mayores, a menudo puede ser el comienzo de un declive del que es difícil recuperarse. Camina más fácilmente en casa con elementos de seguridad como barras de apoyo y alfombras antideslizantes. Despeja el camino, tanto dentro como fuera, para evitar un paso en falso.