¿Te duelen los dientes? Puede que el dolor provenga de otro lugar que no sean los dientes. Averigua más en la presentación del doctor.
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Aprietas la mandíbula en momentos de ira, tensión o concentración intensa? Tus dientes soportan parte del peso de esa tensión. Pueden doler o aflojarse con el tiempo.
Tu rutina diaria
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A veces, incluso cuando no te sientes estresado, puedes apretar y rechinar los dientes mientras duermes. Puede ocurrir cuando tienes un trastorno del sueño, cuando tu mordida no está bien alineada o cuando te faltan dientes. Pregunta a tu dentista si un protector nocturno puede ayudarte a evitar daños mientras sueñas.
Te excedes con los enjuagues bucales
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Hacer buches con enjuague bucal varias veces al día puede darte una limpieza profunda. Pero puede venir con un inconveniente: dientes sensibles. Algunos enjuagues tienen ácidos que pueden dañar tu dentina, la capa intermedia de tus dientes.
Empujas tu cuerpo
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Los estudios sobre triatletas demuestran que el entrenamiento de resistencia puede desgastar más el esmalte de los dientes. Cuanto más intenso era su programa de entrenamiento, más probabilidades tenían de tener caries. Los científicos no saben exactamente por qué, pero pueden pensar que tiene que ver con la forma en que el ejercicio cambia la cantidad de saliva en la boca.
Tus senos paranasales están obstruidos
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El dolor en los dientes superiores traseros podría ser un signo de una infección de los senos paranasales. Es bastante común, ya que tus dientes son vecinos cercanos de tus conductos nasales.
Tienes un bollo en el horno
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El embarazo puede hacer que veas más rosa en el lavabo, o sangre cuando te cepillas. Es más probable que sufras gingivitis cuando tienes un bebé en camino. También tienes más posibilidades de sufrir caries, así que programa algunas revisiones adicionales con tu dentista mientras esperas el día del parto.
Tu mandíbula está atascada
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Su articulación temporomandibular (ATM) conecta su mandíbula inferior con su cráneo. Cuando alguna parte de tu ATM no funciona debido a una lesión, artritis o cualquier otra cosa, puede causar toda una serie de síntomas, incluyendo dolor al masticar y en la mandíbula.
Daños en los nervios
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No es frecuente, pero una enfermedad llamada neuralgia del trigémino podría ser la causa de tu problema dental. Provoca un dolor nervioso crónico en uno de los nervios de la cabeza. El dolor suele producirse al cepillarse los dientes, comer y beber.
Problemas cardíacos
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El dolor en la parte superior del cuerpo puede ser un síntoma de un ataque al corazón. Puede que sientas las molestias en los hombros, el cuello, la mandíbula o los dientes. Toma nota si junto con la boca tienes otras cosas, como sudoración, palpitaciones, náuseas, dolor en el pecho o falta de aire.
Has aclarado tu sonrisa
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Lidiando con los dientes deslucidos por el blanqueamiento? Su blanqueador puede ser el culpable de los dientes palpitantes. La sensibilidad puede empezar a los 2-3 días del tratamiento pero puede desaparecer después de unos cuantos más. Tus encías también pueden sentirse irritadas mientras te blanqueas.
Tus encías están empezando a ceder
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Cuando las encías se retraen, retiran la capa protectora sobre los nervios de los dientes y los dejan doloridos. Puede ser un signo de enfermedad de las encías, así que asegúrate de que tu dentista sepa si tu dolor viene acompañado de dientes que parecen más largos, o si tienes pus, llagas en la boca, mal aliento o sangrado cuando te cepillas.
Necesitas una revisión del cáncer
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El cáncer oral suele manifestarse con dolor de boca o de dientes que no desaparece. La neuralgia del trigémino también puede provenir de un tumor que presiona los nervios faciales, pero es raro.
Su dieta es demasiado ácida
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Los alimentos ricos en ácido desgastan el esmalte y dejan los dientes menos protegidos. Los principales culpables son los caramelos duros de azúcar, el café, los cítricos -como los limones, las naranjas y los pomelos- y los refrescos.
Vomitas mucho
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Hablando de ácido, tu estómago está lleno de él. Cuando vomitas, eso puede llegar a tus dientes. Si vomitas mucho, puede empezar a dañarlos. La ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico), el embarazo, el alcoholismo crónico y la bulimia son afecciones que pueden provocar problemas en los dientes por vomitar demasiado.
No bebes suficiente agua
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El agua no sólo arrastra los trozos de comida que quedan después de comer, sino que, dependiendo del lugar en el que te abastezcas, también puede estar llena de flúor, que mantiene los dientes fuertes y sanos. Si no bebes suficiente agua, tus dientes podrían tener problemas.