Los quistes dentígeros se producen cuando un diente que no ha hecho erupción está cubierto por un saco lleno de líquido. Conozca las causas, los síntomas y el tratamiento.
Aunque los quistes dentígeros son leves, pueden dar lugar a complicaciones graves si no se tratan. Suelen presentarse en la segunda y cuarta décadas de la vida, pero son poco frecuentes en la infancia, ya que se dan exclusivamente en la dentición secundaria. También se conocen como quistes foliculares y son de naturaleza evolutiva.
Los síntomas de los quistes dentígeros incluyen:
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Sensibilidad dental
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Hinchazón
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Desplazamiento de los dientes
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Una pequeña protuberancia en el lugar donde se supone que debe erupcionar un diente
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Huecos entre los dientes desplazados?
Los quistes dentígeros más pequeños pueden no mostrar ningún signo, pero notará los síntomas mencionados cuando tengan más de 2 centímetros de diámetro.
Causas de los quistes dentígeros
Los quistes dentígeros se producen cuando se acumula líquido sobre la parte superior de un diente que aún no ha erupcionado. Esta afección puede afectar a cualquier persona, pero el riesgo es mayor si se tiene entre 20 y 30 años.
Por lo general, los tumores y quistes odontogénicos proceden de las células y tejidos que intervienen en el desarrollo normal de los dientes. La mayoría están estrechamente relacionados con síndromes genéticos. Si tiene el síndrome de carcinoma basocelular nevoide, su cuerpo carece de un gen responsable de la supresión de los tumores.
Por ello, el síndrome le hace correr un mayor riesgo de desarrollar múltiples quistes odontogénicos en la mandíbula. En los peores casos, también puede correr el riesgo de desarrollar múltiples cánceres de células basales y características relacionadas. Los tumores no odontogénicos suelen desarrollarse a partir de otros tejidos dentro de la mandíbula, que no están relacionados con los dientes.
Diagnóstico y tratamiento de los quistes dentígeros
Dado que los quistes pequeños suelen pasar desapercibidos, su diagnóstico puede no ser posible hasta que le hagan una radiografía dental. Un quiste puede aparecer en la radiografía como una pequeña mancha. Para una mayor confirmación de un quiste, es posible que haya que hacer un TAC o una resonancia magnética. Estas pruebas también ayudarán a descartar otros tipos de quistes como los quistes óseos aneurismáticos o los quistes periapicales.
En otros casos especiales, sobre todo si el quiste es grande, su dentista lo diagnosticará rápidamente como quiste dentígero con sólo mirarlo.
Tras el diagnóstico, el procedimiento de tratamiento dependerá del tamaño de los quistes. Uno pequeño es fácil de eliminar mediante un procedimiento quirúrgico, junto al diente afectado. En algunos casos, el dentista utilizará un procedimiento de tratamiento conocido como marsupialización.
La técnica consiste en cortar quirúrgicamente el quiste para formar una hendidura y coser los bordes de la misma. De este modo se alisa la superficie desde el exterior hasta el interior del quiste. El quiste permanecerá abierto y podrá drenar libremente el líquido que transporta.
Este método es más eficaz cuando un solo procedimiento de drenaje no es suficiente. También es un método mejor que la extirpación completa del tejido circundante. Es un procedimiento popular que también puede aplicarse a otras afecciones, como los quistes de Bartholins y los quistes pancreáticos. En el caso de los quistes dentígeros, la marsupialización permite que el diente afectado por el quiste erupcione sin ningún obstáculo. Esto reduce en gran medida las posibilidades de que el quiste vuelva a aparecer.
Otras opciones de tratamiento para los quistes dentígeros son:
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Cirugía de reconstrucción para restaurar la mandíbula y las estructuras circundantes
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Terapia médica
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Cuidados de apoyo para mantener una buena calidad de vida, como ayudarle con el habla, la nutrición y la deglución...
Los seguimientos de por vida después de cualquier tratamiento son cruciales para abordar cualquier preocupación que surja. El seguimiento también reduce las posibilidades de que un quiste reaparezca.
Posibles complicaciones de los quistes dentígeros
Incluso con un quiste dentígero pequeño, extirparlo puede prevenir futuras complicaciones. Dejarlo sin tratar puede llevar a:
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Infecciones: Un quiste dentígero infectado puede dar lugar a infecciones periodontales y periapicales.
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Pérdida de dientes: El quiste dentígero no tratado causa molestias en el tejido de la encía, debilitándolo y haciendo que pierda su capacidad de mantener el diente en su sitio. Algunos quistes están asociados a dientes muertos o moribundos.
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Fractura de la mandíbula: Cuando el hueso de la mandíbula se debilita a causa de la infección de un quiste, puede desarrollar una fractura. El riesgo es alto cuando el quiste está en la región premolar.
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Ameloblastoma o tumor mandibular: Son tumores poco frecuentes que afectan principalmente a la mandíbula cerca de los molares o muelas del juicio. Surgen de las células que forman el esmalte. Si no se trata, la inflamación se vuelve cancerosa y puede extenderse a los pulmones o a los ganglios linfáticos.