El médico explica las pruebas de potenciales evocados, que miden la actividad eléctrica del cerebro para ayudar a diagnosticar la esclerosis múltiple.
Estas pruebas miden la actividad eléctrica en partes del cerebro provocada por la luz, el sonido y el tacto. Pueden ayudar a los médicos a diagnosticar a alguien con EM porque pueden detectar problemas en algunos nervios que son demasiado sutiles para encontrarlos mediante otros exámenes.
Hay tres tipos principales de pruebas de potenciales evocados:
-
Potenciales evocados visuales (PEV):
Te sientas frente a una pantalla y observas un patrón de tablero de ajedrez alternado.
-
Potenciales evocados auditivos del tronco del encéfalo (BAEP):
Se escucha una serie de chasquidos en cada oído.
-
Somatos
sores evocados (SSEP):
Recibe pulsos eléctricos cortos en uno de sus brazos o piernas.
Un cuarto tipo de prueba, los potenciales evocados motores, pueden detectar daños a lo largo de los nervios del cerebro y la médula espinal que hacen que su cuerpo se mueva. Pero los médicos no suelen utilizar este tipo para diagnosticar la EM.
Para realizar estas pruebas, se le colocarán unos cables en el cuero cabelludo. Es seguro e indoloro. La realización de los tres tipos de pruebas de potenciales evocados suele durar unas dos horas. Un médico con formación especial en estas pruebas interpretará los resultados.
Aunque los potenciales evocados pueden ayudar a diagnosticar la EM, no permiten al médico saber con seguridad si la enfermedad está causando problemas en las señales de los nervios o si se deben a otro problema de salud. Su médico tendrá en cuenta los resultados de estas pruebas junto con los de otras pruebas de laboratorio y sus síntomas antes de emitir un diagnóstico.