La esclerosis múltiple (EM) a veces puede minar tu energía, pero no tiene por qué impedirte hacer lo que te gusta.
Ten un plan... Programa tus días en función de lo que sepas sobre tus niveles de energía. Si siempre te cansas por la tarde, intenta hacer todo lo que puedas por la mañana.
Intenta cambiar tu horario de trabajo para llegar pronto a la oficina y poder salir antes de estar demasiado cansado. Haz primero los trabajos importantes. Divide las tareas grandes en otras más pequeñas que sean más manejables.
Descanse... Programe descansos regulares para recuperar su energía. Puedes hacer varias siestas de 10 a 15 minutos o una más larga de 1 a 2 horas.
No hagas demasiadas siestas. Podría alterar tu horario de sueño y mantenerte despierto por la noche.
Mantente activo... Puede que te apetezca arrastrarte entre las sábanas, pero intenta mantenerte en movimiento. Da un pequeño paseo o haz 15 minutos de yoga.
El ejercicio es una de las mejores maneras de vencer la fatiga. Te da más energía durante el día y te ayuda a dormir mejor por la noche. La actividad física regular también mejora el equilibrio. Nunca hagas tanto ejercicio como para sentirte agotado, ya que tu cuerpo tardará más en recuperarse.
El programa de ejercicio físico ideal para la esclerosis múltiple es una mezcla de ejercicios aeróbicos que estimulen el corazón y de entrenamiento de fuerza. Antes de empezar, habla con tu médico para asegurarte de que la rutina que has elegido es segura para ti.
El calor y la humedad pueden provocar fatiga. Si empiezas a decaer cuando sube la temperatura, quédate dentro, donde haya aire acondicionado. O prueba a llevar un chaleco refrigerante. El tipo más común tiene bolsillos aislados que contienen pequeñas bolsas de hielo. Lo llevas encima de la ropa y te mantiene fresco durante varias horas. También puedes usar cintas para la cabeza o para el cuello que utilizan el mismo método.
Come para obtener energía... Tres comidas copiosas al día pueden ser un lastre, sobre todo si tienen mucha grasa, azúcar y carbohidratos. En su lugar, come varias comidas más pequeñas a lo largo del día que tengan muchos nutrientes.
