Tome los medicamentos que le ha recetado su médico y pruebe estos consejos sobre el estilo de vida para ralentizar la EM y aliviar los síntomas.
Cumpla con su tratamiento
Hay más de una docena de medicamentos que los médicos recomiendan para prevenir las recaídas y frenar la EM. Estos tratamientos pueden ayudarte a sentirte mejor, pero sólo si los tomas.
Puede ser difícil pensar en tomar medicamentos durante muchos años. Pero cuanto antes empieces a tomar la rutina de medicamentos adecuada y cuanto más tiempo la sigas, mejor controlarás tu enfermedad.
Algunas personas dejan de tomar sus medicamentos porque creen que no les ayudan o porque tienen efectos secundarios. Habla con tu médico si eso ocurre. Tal vez pueda ajustar su dosis, cambiarle a un nuevo medicamento o ayudarle a controlar los efectos secundarios que tenga.
Si has interrumpido el tratamiento porque no puedes pagar el medicamento, consulta con la Sociedad de Esclerosis Múltiple o con la empresa que lo fabrica. Es posible que puedan ayudarte a cubrir el coste.
También es importante controlar cualquier otro problema de salud que tengas. Las enfermedades cardíacas, la diabetes, las enfermedades pulmonares y la depresión pueden acelerar el progreso de la EM. Acude a tu médico de cabecera o a un especialista para que te diagnostique y te trate.
Haga ejercicio
Hace años, los médicos advertían a las personas con EM que evitaran el ejercicio porque pensaban que podía empeorar la enfermedad. Hoy saben que es todo lo contrario.
El ejercicio fortalece los músculos que ayudan a caminar. También alivia la fatiga, aumenta el estado de ánimo y mejora la calidad de vida de las personas con EM. Incluso hay pruebas de que el entrenamiento de fuerza podría ayudar a frenar el daño de la EM en el cerebro.
Un programa de ejercicios para la EM incluye 150 minutos de "ejercicios aeróbicos" a la semana. Se trata de actividades que hacen bombear el corazón, como caminar o nadar. Haga ejercicio a su propio ritmo y nivel. Estira también durante al menos 10 minutos cada día para liberar los músculos tensos.
Utilice pesas o bandas de resistencia dos veces por semana para fortalecer los músculos. Un fisioterapeuta puede mostrarte cómo hacer cada ejercicio correctamente para evitar lesiones.
Sigue una dieta saludable
Una dieta equilibrada es importante para tu salud en general, pero especialmente cuando tienes una enfermedad de larga duración como la EM. Las investigaciones demuestran que las personas con EM que comen muchas frutas, verduras y cereales integrales tienen menos discapacidad y menos síntomas como la depresión y la fatiga que los que comen menos de estos alimentos saludables.
Limite los alimentos procesados y las grasas animales como la carne roja y la mantequilla. Obtenga sus grasas de fuentes más saludables como el pescado, los frutos secos, los aguacates y el aceite de oliva.
Vitamina D
Las personas que tienen niveles más altos de vitamina D en la sangre tienen menos riesgo de padecer EM. Se está investigando si existe una relación entre los niveles de vitamina D y el freno a sus recaídas?
Puede obtener su vitamina D diaria de alimentos como el pescado graso y la leche enriquecida. El cuerpo también produce sus propias reservas de esta vitamina cuando la piel está expuesta al sol. Un análisis de sangre puede mostrar si tienes un nivel bajo de vitamina D. Si es así, un suplemento te ayudará a aumentar tus niveles hasta donde deben estar.
Dormir bien
Puede que la falta de sueño no haga progresar tu esclerosis múltiple, pero sin duda puede hacerte sentir peor. Es difícil conciliar el sueño y permanecer dormido toda la noche cuando tienes dolor, te sientes deprimido o tienes que levantarte para ir al baño muchas veces. Los esteroides y otros medicamentos que tomas para controlar la EM también pueden mantenerte despierto.
Pregunta a tu médico si alguno de tus medicamentos para la EM podría estar afectando a tu sueño. Trata el dolor y otros síntomas que te impiden dormir bien. Intente relajarse y dejar de lado el estrés antes de acostarse con un baño caliente, música relajante o un buen libro.
No fumes
Otra razón para no fumar es que puede hacer que tu esclerosis múltiple empeore, más rápidamente. Fumar también aumenta las posibilidades de contraer enfermedades cardíacas y pulmonares, que aceleran la progresión de la EM.
No es fácil dejar de fumar, sobre todo si se ha fumado durante muchos años. Pero cuando deje el hábito, empezará a notar los beneficios para su salud de inmediato. Elabore un plan para dejar de fumar, obtenga el apoyo de su médico y de sus amigos, y tenga a mano medicamentos y otras herramientas para disminuir las ganas de fumar cuando se presenten.
Vacúnate
Las infecciones como la gripe pueden hacer que tu esclerosis múltiple sufra una recaída y que tus síntomas se agudicen. Vacúnate contra la gripe cada otoño para evitar enfermar. Si tomas un medicamento modificador de la enfermedad para la EM, no te pongas el spray nasal FluMist porque es una vacuna viva. Dado que tu sistema inmunitario -la defensa del cuerpo contra los gérmenes- está más débil a causa de la EM, la vacuna antigripal, que contiene una forma muerta del virus, es más segura para ti.
Pregunte a su médico si está al día con el resto de las vacunas que necesita para mantenerse sano.