Lesiones de la neurona motora superior: Qué son, tratamiento

Las neuronas motoras superiores son células del cerebro y la médula espinal que le ayudan a caminar, hablar y comer. Aprenda cómo el daño a estas células puede afectar a su movimiento y qué puede hacer su médico para tratarlo.

Las neuronas motoras son células nerviosas del cerebro y la médula espinal que controlan el movimiento. Le dicen a sus músculos que se contraigan para que pueda caminar, hablar y mover su cuerpo.

Hay dos tipos de neuronas motoras:

Las motoneuronas superiores están situadas en el cerebro y la médula espinal. Envían señales a las neuronas motoras inferiores.

Las motoneuronas inferiores se encuentran en el tronco cerebral y la médula espinal. Cuando reciben una señal de las motoneuronas superiores, envían otra señal a los músculos para que se contraigan.

Las lesiones son áreas de daño en las neuronas motoras. Los daños en las neuronas motoras superiores detienen las señales que los músculos necesitan para moverse.

Cuando los músculos no se mueven durante mucho tiempo, se debilitan y se vuelven rígidos. Con el tiempo, puede resultar más difícil caminar y controlar los movimientos. Tu médico te hará pruebas para saber qué enfermedad tienes y así poder recibir el tratamiento adecuado.

Causas

Las condiciones que dañan las neuronas motoras superiores incluyen:

  • La enfermedad de Lou Gehrig (esclerosis lateral amiotrófica o ELA).

  • Esclerosis lateral primaria (ELP)

  • Lesión cerebral traumática

  • Lesión de la médula espinal

  • Esclerosis múltiple

  • Accidente cerebrovascular

  • Enfermedad de Huntington

Síntomas

Las lesiones de la neurona motora superior impiden que las señales viajen desde el cerebro y la médula espinal hasta los músculos. Sus músculos no pueden moverse sin estas señales y se vuelven rígidos y débiles.

Los daños en las neuronas motoras superiores dan lugar a un grupo de síntomas denominados síndrome de la neurona motora superior:

Debilidad muscular. La debilidad puede variar de leve a grave.

Reflejos hiperactivos. Sus músculos se tensan cuando no deberían. Por ejemplo, el simple hecho de frotar la mano sobre el vientre puede hacer que los músculos abdominales se tensen.

Músculos tensos. Los músculos se vuelven rígidos y difíciles de mover.

Clonus. Se trata de espasmos musculares que implican contracciones repetidas, a menudo rítmicas.

La respuesta de Babinski. Los niños pequeños tienen un reflejo llamado reflejo de Babinski. Si se les acaricia la planta del pie, el dedo gordo del pie se retrae y los demás dedos se separan. Este reflejo suele desaparecer después de los 2 años. En los adultos, la respuesta de Babinski es un signo de daño en el sistema nervioso.

Las lesiones de la neurona motora superior pueden empeorar con el tiempo. Con el tiempo, puede tener problemas para controlar los músculos.

Diagnóstico

Las enfermedades de la motoneurona pueden ser difíciles de diagnosticar. Sus síntomas suelen ser muy similares a los de otras enfermedades.

Su médico puede realizar análisis de sangre y orina para comprobar si hay infecciones, enfermedades musculares y otras afecciones que presentan síntomas similares a los de las enfermedades de la neurona motora.

Durante un examen, su médico buscará signos de un problema del sistema nervioso comprobando su:

  • El equilibrio y la coordinación

  • Movimiento

  • Audición, habla y visión

  • Memoria y concentración

Algunas otras pruebas pueden ayudar al médico a diagnosticar las lesiones de la neurona motora superior:

La resonancia magnética, o imagen de resonancia magnética. Utiliza potentes imanes y ondas de radio para obtener imágenes de las estructuras internas del cuerpo. La resonancia magnética puede mostrar daños en las neuronas motoras superiores.

EMG, o electromiograma. Utiliza una aguja fina para comprobar la actividad de los músculos cuando se contraen y cuando están en reposo. Un EMG puede detectar problemas en las neuronas motoras inferiores y ayudar a diagnosticar la ELA y la ELP.

Estudio de conducción nerviosa. Esta prueba mide la rapidez con la que una corriente eléctrica se desplaza por el nervio. Puede mostrar lo bien que sus nervios están enviando señales a sus músculos y si tiene daños en los nervios.

Punción lumbar. Se extrae una pequeña cantidad de líquido de la columna vertebral para determinar si la causa de los síntomas es la esclerosis múltiple o una infección.

Biopsia de nervio. Se extrae una pequeña muestra del nervio para comprobar si hay daños. No es probable que le hagan esto. Los médicos casi nunca utilizan este método cuando intentan diagnosticar una enfermedad de la neurona motora superior.

Tratamiento

El tratamiento que reciba dependerá de la enfermedad que haya causado las lesiones de la neurona motora superior.

Los medicamentos no detendrán enfermedades como la ELA o la ELP, pero pueden ayudarle a controlar los síntomas. Algunos de los medicamentos utilizados para tratar los síntomas de la neurona motora superior son:

Relajantes musculares.El baclofeno, el clonazepam (Klonopin) y la tizanidina (Zanaflex) controlan los espasmos musculares en la ELP. Los médicos también pueden utilizar Botox para tratar la tensión y la rigidez de los músculos.

Fármacos para la ELA. La edaravona (Radicava) y el riluzol (Rilutek) frenan la progresión de la ELA.

Fármacos para la EM. Fármacos que pueden ralentizar el daño de la EM a las células nerviosas. Los interferones beta, el alemtuzumab (Lemtrada), la cladribina (Mavenclad), el dimetilfumarato (Tecfidera), el fumarato de diroximel (Vumerity), el fingolimod (Gilenya), el acetato de glatiramero (Copaxone) y la mitoxantrona (Noxan). mitoxantrona (Novantrone), monometilfumarato (Bafiertam), natalizumab (Tysabri), ocrelizumab (Ocrevus), ozanimod (Zeposia), siponimod (Mayzent), teriflunomida (Aubagio).

Junto con los medicamentos, estos tratamientos pueden ayudarle a vivir mejor y más cómodamente:

Fisioterapia. Un fisioterapeuta puede enseñarle ejercicios para ayudarle a mantener la fuerza muscular y el movimiento.

Terapia del habla. La debilidad de los músculos de la cara puede dificultar el habla. Un logopeda le enseñará técnicas para ayudarle a comunicarse.

Terapia ocupacional. Este tipo de terapeuta le enseña a realizar las actividades cotidianas con mayor facilidad. Pueden recomendarle dispositivos especiales para ayudarle a vestirse, comer y bañarse.

Dispositivos de ayuda. Un corsé, un bastón, un andador o una silla de ruedas pueden ayudarle a desplazarse con seguridad.

Apoyo social. Un psicólogo o un trabajador social pueden ayudarle a superar algunas de las tensiones emocionales que supone vivir con una enfermedad de la neurona motora.

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