Esclerosis múltiple secundaria-progresiva (EMSP): síntomas y tratamiento

El médico explica los síntomas y el tratamiento de la esclerosis múltiple secundaria progresiva, uno de los cuatro tipos de EM.

Si te han diagnosticado EMSP, es posible que hayas tenido EM recurrente-remitente durante una década o más. Es entonces cuando puedes empezar a sentir un cambio en tu enfermedad.

Los cambios no suelen ser fáciles de reconocer. Pero puede notar que sus recaídas no parecen desaparecer del todo.

La mayoría de las personas con EM remitente-recurrente -alrededor del 80%- acaban padeciendo EM secundaria progresiva. Las recaídas y remisiones que solían ir y venir se convierten en síntomas que empeoran constantemente. El cambio suele comenzar entre 15 y 20 años después de que se diagnostique la EM por primera vez.

Dado que la esclerosis múltiple es una enfermedad tan compleja, puede ser difícil detectar los cambios que indican la EMSP, incluso para los profesionales de la salud. Los médicos suelen esperar al menos 6 meses antes de diagnosticar la EMSP.

Síntomas de la EM secundaria progresiva

La EM recurrente-remitente puede ser imprevisible, pero suele haber un patrón de ataques claros seguidos de momentos de recuperación. En el caso de la EMSP, las recaídas tienden a ser menos marcadas. Pueden ocurrir con menos frecuencia o no ocurrir en absoluto. Cuando hay recaídas, la recuperación no es tan completa.

Además de estos signos, hay otros síntomas que pueden indicar que está cambiando a SPMS:

  • Más debilidad y más problemas de coordinación

  • Músculos de las piernas rígidos y tensos

  • Problemas con el intestino y la vejiga

  • Un tiempo más difícil con la fatiga, la depresión y los problemas de pensamiento

Su médico sólo puede diagnosticar el SPMS comparando sus síntomas a lo largo del tiempo. Así que es importante que le comunique cualquier cambio en sus síntomas.

Causas

No está claro por qué las personas pasan de una EM con recaídas a una EM secundaria progresiva.

Algunos científicos creen que puede ser una secuela de una lesión nerviosa ocurrida al principio de la enfermedad. Pero se necesitan más investigaciones para entender lo que hay detrás de los cambios en la enfermedad.

Tratamiento

El tratamiento de la EM secundaria progresiva suele ser más difícil que el de la EM remitente-recurrente.

El principal tipo de fármacos para la EM, llamados fármacos modificadores de la enfermedad (DMD), hacen que las recaídas se produzcan con menos frecuencia y que los síntomas sean menos graves. Para las personas con EMSP que siguen teniendo recaídas, los DMD pueden seguir siendo útiles. Pero para aquellos cuyos síntomas empeoran gradualmente, los fármacos no funcionan realmente.

Los fármacos modificadores de la enfermedad cladribina (Mavenclad), mitoxantrona (Novantrone) y siponimod (Mayzent) han sido aprobados para tratar la EMP. Así que hay un límite en cuanto a la cantidad de personas que pueden utilizarla a lo largo de su vida. Suele ser para personas con una enfermedad que empeora rápidamente cuando otros tratamientos no funcionan.

Otro fármaco llamado metotrexato?(Otrexup, Rasuvo, Trexall,?Xatmep), que suele utilizarse para tratar la artritis reumatoide, puede mejorar los síntomas en las personas con SPMS.

Cómo controlar los síntomas

Hay medicamentos que pueden aliviar muchos de los síntomas que puede tener el SPMS. Por ejemplo, hay medicamentos para aliviar el dolor, los problemas de vejiga, la fatiga y los mareos.

Los cambios en el estilo de vida también pueden marcar la diferencia. Los médicos recomiendan seguir una dieta saludable y tratar de mantener el peso bajo control.

El ejercicio también es bueno para el SPMS y otros tipos de la enfermedad. Pruebe a realizar actividades que hagan que su corazón bombee un poco, como caminar a paso ligero o nadar, y aquellas que le ayuden a estirar y fortalecer sus músculos y a mejorar su rango de movimiento. Te aportarán más energía y mejorarán tu estado de ánimo. También es una buena forma de controlar tu peso.

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