La esclerosis múltiple puede causar problemas intestinales. El médico explica por qué - y qué se puede hacer al respecto.
Problemas intestinales que puede tener con la esclerosis múltiple
Estreñimiento. Es muy común en las personas con EM. La enfermedad puede interrumpir los mensajes que los nervios envían hacia y desde el cerebro y que señalan que es el momento de defecar. La EM también puede impedir que los músculos del suelo pélvico se relajen, lo que ayuda al cuerpo a eliminar las heces. Además, puede detener el aumento natural de la actividad del colon después de comer.
Otras cosas que pueden estar asociadas a la EM, como una dieta pobre (incluyendo la falta de fibra), muy poco ejercicio y la depresión, pueden afectar al sistema digestivo. Los medicamentos y suplementos también pueden provocar estreñimiento.
Pérdida de control intestinal.
Este problema hace que no pueda llegar al baño con la suficiente rapidez. Las causas más comunes son el estreñimiento de larga duración, la diarrea grave, el estrés, las hemorroides, las lesiones nerviosas o musculares y el uso excesivo de laxantes.
Diarrea.
Suele ocurrir por alergias o sensibilidad a los alimentos picantes o a los productos lácteos, por agua o alimentos en mal estado, por un cambio en el nivel de actividad o por una infección. La diarrea también puede ser señal de otro problema. Si la tienes a menudo o siempre, acude a tu médico. En algunos casos, puede indicarle que acuda a un médico especializado en el tratamiento de problemas intestinales, llamado gastroenterólogo.
Síndrome del intestino irritable (SII). A veces llamado colon espástico, el SII es el nombre de varias afecciones que causan diarrea y estreñimiento alternativamente. Otros síntomas son dolores de gases y calambres abdominales. Los científicos no comprenden del todo el SII ni sus causas. Pero es una afección común, y se cree que lo es aún más en los enfermos de esclerosis múltiple. Algunas investigaciones han descubierto que alrededor del 20% de las personas con EM tienen síntomas de SII. Esto supone más del doble de la tasa de la población general.
Enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Los dos tipos más comunes de este trastorno del sistema inmunitario son la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn. La CU afecta al revestimiento del intestino grueso. La enfermedad de Crohn puede aparecer en cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano. La inflamación de la EII daña el tracto digestivo, lo que provoca síntomas como dolor de vientre, diarrea de larga duración, pérdida de peso y fatiga.
Algunos estudios indican que las personas con EM tienen hasta un 50% más de probabilidades de padecer EII que otras, y las personas con EII tienen un riesgo igualmente mayor de desarrollar EM... No se sabe exactamente por qué. Pero los genes y los factores de riesgo ambientales compartidos para la EM y la EII, como el tabaquismo y el clima frío, pueden desempeñar un papel.
Cómo conseguir que las deposiciones vuelvan a ser normales
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Bebe más líquidos.
Asegúrate de tomar suficiente agua cada día. Puede que tengas la tentación de reducirla si tu esclerosis múltiple te da problemas de vejiga. Pero eso empeora el estreñimiento. Haz que tu primera bebida del día sea algo caliente, como agua caliente o sidra de manzana, o bebe de 1/2 a 1 taza de zumo de ciruelas pasas por la mañana para ponerte en marcha.
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Consigue más fibra.
La mejor manera es comer muchas frutas y verduras frescas y panes y cereales integrales. Añade de 2 a 4 cucharadas de salvado de trigo sin procesar a los cereales o guisos calientes o fríos, o mézclalo con puré de manzana, masa de tortitas, pudding, masa de magdalenas, batidos o masa de galletas. Asegúrese de beber mucho líquido, que ayuda a que el salvado actúe en su interior. Su médico también puede recomendarle que tome un suplemento de fibra.
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Cumplir con un horario.
Fija una hora regular en la que irás al baño. Intenta ir justo después de las comidas, ya que comer es una forma natural de provocar la defecación. Intente no esperar más de 2 o 3 días entre las deposiciones.
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Ejercicio.
Es una buena forma de poner en marcha tu tracto digestivo.
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Utilizar ablandadores de heces.
Pero sólo si su médico lo autoriza.
Cómo controlar la diarrea
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Bebe más líquidos para compensar lo que tu cuerpo pierde. Prueba con agua, limonada o bebidas con sabor a fruta, zumo de frutas o verduras, caldo, leche o sopa.
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Hable con su médico o dietista sobre la cantidad de fibra que debe consumir.
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Coma alimentos blandos que tengan mucho líquido, como sorbetes, yogures y pudines.
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Pregunte a su médico si un cambio de medicamentos podría ayudar a aliviar la diarrea. Pero no intentes tomar menos o dejar de tomarlos antes de hablar con ellos.
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No tome medicamentos de venta libre para la diarrea sin hablar con su médico.