Beneficios del masaje de pies para la salud

Incluso un breve masaje de pies puede aliviar el estrés y animarle. Conozca otros beneficios, cómo darse uno y qué buscar en un masajista profesional.

Incluso un breve masaje de pies puede aliviar el estrés y animarte. Eso es bueno, porque reducir el estrés y aumentar la energía aumenta las probabilidades de tomar decisiones saludables como hacer ejercicio y comer bien.

Pero, ¿cómo consigue el masaje todo eso? Activa el sistema nervioso, lo que aumenta las sustancias químicas del cerebro que te hacen sentir bien, como las endorfinas. En un estudio, las personas que recibieron masajes en los pies después de una operación de extirpación del apéndice tuvieron menos dolor y utilizaron menos analgésicos.

Pero eso no es todo. El masaje de pies estimula la circulación, lo que ayuda a la curación y mantiene los músculos y tejidos sanos. Esto es especialmente importante si tienes problemas de salud que contribuyen a la mala circulación o al daño nervioso, como la diabetes.

Frotar los pies también permite comprobar si hay otros problemas, como llagas, callos y uñas encarnadas. Si tienes mala circulación, es una buena idea comprobar si hay llagas en los pies.

Cómo darse un masaje en los pies

Los masajes profesionales no son baratos. Por suerte, puedes obtener los mismos beneficios en casa -de forma gratuita- haciéndolo tú mismo o pidiendo a tu pareja que te eche una mano. Los puntos más propensos a las agujetas son fáciles de alcanzar.

Los masajes de presión moderada son seguros y funcionan bien para la mayoría de las personas con enfermedades como la artritis, la fibromialgia y el dolor prolongado. También puedes considerar la posibilidad de recibir tu primer masaje de un masajista profesional. Busque uno que tenga una certificación de Associated Bodywork and Massage Professionals o de la American Massage Therapy Association. Si te han operado de los pies, habla primero con tu médico o podólogo para ver si el masaje de pies es una buena idea para ti.

A continuación te explicamos cómo dar a tus puntos más tensos un poco de cariño:

Paso 1. Siéntate en una silla o en una cama y pon uno de tus pies encima del muslo opuesto. Si quieres, utiliza una porción de loción o aceite (como el de coco o el de argán) para ayudar a que tus dedos se muevan suavemente por la piel.

Paso 2. Sujeta la parte delantera del tobillo con una mano. A continuación, pellizca la parte posterior del tobillo con el pulgar y el índice de la otra mano y tira hacia abajo, hacia el talón. Esto relaja el tendón de Aquiles, que puede estar especialmente tenso por el ejercicio, por estar de pie durante mucho tiempo y por llevar tacones altos.

Paso 3. Utilice el pulgar para hacer pequeños círculos desde la parte inferior del talón hasta la base de cada uno de los dedos del pie. También puede amasar la planta del pie presionando con los nudillos. También puede sujetar el pie con ambas manos y presionar con los pulgares directamente en la planta del pie, trabajando desde el talón hasta justo debajo de los dedos.

Paso 4. Termina girando ligeramente cada dedo del pie. Cuando hayas terminado, cambia de pie.

Si le duele, ejerza menos presión. Si sientes un dolor agudo, detente de inmediato.

También puedes utilizar un aparato de masaje de farmacia. O prueba con un rodillo para pies. Para utilizarlo, ponte de pie y sujétate a una superficie estable con una mano mientras haces rodar el pie sobre el dispositivo a una presión que te resulte cómoda.

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