Los plásticos están por todas partes. Pueden romperse tanto que ni siquiera se ven. Aprende a evitar los plásticos y la contaminación por plásticos.
Desde la década de 1950, el mundo ha fabricado miles de millones de toneladas de plástico, y seguimos fabricando más. Se prevé que la producción de plástico se cuadruplique de aquí a 2050. Pero con el impacto negativo que tiene el plástico en tu cuerpo (por no hablar del medio ambiente), ¿cómo puedes reducir la presencia de estos contaminantes nocivos en tu vida?
Qué son los microplásticos?
Los microplásticos son trozos de plástico que miden menos de cinco milímetros. Algunos microplásticos empiezan siendo así de pequeños durante su producción. Algunos ejemplos son los abrasivos para el chorro de arena en contextos industriales o las perlas utilizadas en los exfoliantes faciales. Los microplásticos también pueden fabricarse con el tiempo a partir de plásticos más grandes que se rompen...
Cuando los microplásticos se fabrican a partir de procesos naturales, se van rompiendo hasta ser como el polvo. Cuando se vuelven tan pequeños, es casi imposible distinguirlos del entorno natural. Estas diminutas partículas están en todas partes, incluyendo el agua, el suelo y el aire.
Incluso hay plástico en tu comida. Por término medio, es probable que consumas la misma cantidad de plástico que una tarjeta de crédito cada semana. El estadounidense medio probablemente come, bebe y respira más de 74.000 partículas de microplástico cada año.
Cuáles son los efectos del microplástico en tu cuerpo?
Es difícil evaluar todos los efectos que los microplásticos tienen en el cuerpo humano. Hay muchos tipos diferentes de plásticos, composiciones químicas y diferentes niveles de exposición que cada persona tiene a los microplásticos en función de sus elecciones de estilo de vida. Se puede ser alguien que interactúe con sólo unos pocos plásticos o con cientos de plásticos en un día...
Las tres formas principales en que los microplásticos pueden afectarte son:
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Físicamente. Cuando tragas o ingieres un trozo de plástico, es un objeto extraño que altera las funciones naturales de tu cuerpo. Los trozos de plástico más grandes pueden salir de tu cuerpo a través de la eliminación, pero ha habido casos en los que se absorbe o se deja en el estómago.
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Químicamente. Los plásticos en trozos pequeños pueden ser absorbidos por tu cuerpo y envenenarte.
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Un conducto para los microorganismos. Los plásticos pueden ser un eficaz caldo de cultivo para los microorganismos. Ingerir plásticos con muchos microorganismos no es bueno para tu cuerpo porque esos microorganismos podrían venir acompañados de una serie de efectos secundarios físicos negativos.?
No hay muchas investigaciones sobre cómo afectan los microplásticos al cuerpo. Se sabe que los trozos de plástico más grandes se eliminan a través de la materia fecal y que la absorción de los trozos más pequeños es poco frecuente.
Cómo usar menos microplásticos
Muchas formas de reducir el uso de microplásticos provienen de una mentalidad más amplia de sopesar qué uso de plástico tiene sentido frente a lo que simplemente genera residuos con poca longevidad.
Un estilo de vida sin plástico puede parecer imposible, pero cada pequeña elección puede marcar la diferencia. En lugar de tratar de reducir la cantidad de plásticos y de castigarte cuando no funcione, sé amable con los progresos que hagas.
Aquí tienes algunos consejos para reducir los microplásticos en tu vida:
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Instala un filtro para la ropa. La ropa es una de las mayores fuentes de contaminación del mundo. La mayor parte de tu ropa probablemente contenga poliéster u otras formas de microplásticos. Cuando lavas esta ropa, la fibra microplástica se filtra en el agua. Una sola carga de ropa puede liberar más de un millón de fibras microplásticas. Para combatir esto, puedes instalar un filtro en tu lavadora para atrapar estos plásticos. Después, puedes eliminarlos adecuadamente. También puedes lavar la ropa en una configuración más baja, lavar a mano o intentar comprar menos ropa sintética.
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Deja o reduce los plásticos de un solo uso. Si todo el plástico se rompe en trozos más pequeños y no se biodegrada en muchos años, piensa en no usar los plásticos una sola vez. Cuando los utilices, intenta hacerlos valer. Cosas como las pajitas, los vasos, los platos y los envases de comida para llevar pueden sumarse con el tiempo. Lleva tu taza de café a la cafetería, toma tu bebida sin pajita y procura comprar sólo comida para llevar si está en un recipiente biodegradable.
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Utiliza el transporte público. Los coches son un derroche. La goma de los neumáticos se descompone y contamina el aire y es energéticamente ineficiente. Si no utilizas un coche personal, puedes reducir significativamente tu huella de plástico.
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Reduce el uso de productos con microesferas de plástico. La pasta de dientes y los exfoliantes faciales son ejemplos de productos que contienen microperlas. Estas perlas pueden atravesar los sistemas de filtración y recorrer grandes distancias, incluso hasta el suministro de agua. Al evitar estos productos, puedes reducir tu propia exposición al plástico y la del mundo entero.
