Tratamientos complementarios contra el cáncer

La medicina complementaria, o alternativa, puede ayudarle a controlar algunos síntomas del cáncer o los efectos secundarios del tratamiento. Descubra cuáles de estas terapias son seguras para las personas con cáncer.

La medicina complementaria, o integradora, para el cáncer son terapias que los médicos no suelen utilizar como parte de su tratamiento médico. Incluye cosas como:

  • Suplementos, incluyendo hierbas, vitaminas, minerales y otros

  • Biorretroalimentación

  • Meditación y yoga

  • Manipulación de la columna vertebral

  • Acupuntura

Algunos de estos enfoques pueden ayudarle a manejar ciertos síntomas del cáncer o los efectos secundarios del tratamiento del cáncer. Pero no hay pruebas de que ninguno de ellos pueda ayudar a curar el cáncer o a frenar su crecimiento.

Complementario, no un sustituto

Es posible que oiga llamar "alternativos" a los tratamientos complementarios o integradores. Pero no deben sustituir al tratamiento médico del cáncer. Tampoco debe utilizarlos para retrasar el tratamiento.

A menudo, es necesario iniciar el tratamiento médico lo antes posible para frenar el crecimiento del cáncer o reducir los tumores.

Hable primero con su médico

Muchas terapias complementarias son seguras. Pero algunas podrían ser perjudiciales o entorpecer el tratamiento de su médico.

Por ejemplo, la hierba de San Juan, una hierba que algunas personas utilizan para la depresión, hace que algunos medicamentos contra el cáncer sean menos eficaces.

Incluso algo tan sencillo como un masaje puede causar problemas. Los masajes en las zonas del cuerpo en las que hay tumores o en las que se aplica la radioterapia pueden resultar dolorosos.

Comenta siempre con tu médico cualquier suplemento o terapia que quieras probar, sea cual sea el motivo.

Suplementos dietéticos

Por lo general, no debe tomarlos si está recibiendo tratamiento médico para el cáncer, a menos que su médico lo autorice.

Hay varias razones para esto, incluyendo:

  • Los suplementos pueden causar reacciones cutáneas graves cuando se recibe radiación.

  • Pueden ponerle en mayor riesgo de interacciones con medicamentos de la quimioterapia.

  • Algunos podrían interferir con los "tratamientos dirigidos" destinados a eliminar las células cancerosas.

La FDA no prueba ni aprueba los suplementos dietéticos. Por lo tanto, no hay ninguna garantía sobre su calidad, potencia o seguridad.

Además, no hay pruebas científicas sólidas de que ningún suplemento pueda tratar el cáncer. Por ejemplo:

  • Laetrile: A veces se le llama amigdalina o vitamina B17. Pero no es realmente una vitamina. Es un extracto hecho de una sustancia que se encuentra en los huesos de las frutas, los frutos secos crudos, el sorgo y las habas. El laetrilo se convierte en cianuro en su cuerpo. Esto puede ser tóxico, especialmente si se toma por vía oral. Ninguna investigación ha demostrado que funcione contra el cáncer.

  • Extracto de cartílago de tiburón: Los estudios demuestran que no tiene ningún beneficio anticancerígeno cuando se utiliza junto con la radiación o la quimioterapia para el cáncer de pulmón, de mama o colorrectal. Puede provocar náuseas, vómitos y malestar estomacal, entre otros efectos secundarios.

¿Qué es seguro?

Algunos tratamientos son seguros y pueden ayudar con los síntomas del cáncer o los efectos secundarios del tratamiento. Incluyen:

  • Acupuntura: En esta práctica, un terapeuta capacitado inserta agujas muy finas en determinados puntos del cuerpo. Las investigaciones demuestran que puede ayudar a combatir las náuseas y los vómitos provocados por los tratamientos contra el cáncer. Todavía no está claro si puede ayudar con el dolor, los sofocos y otros síntomas.

  • Jengibre: Puede ayudar con las náuseas de la quimioterapia, sobre todo si se utiliza junto con los medicamentos convencionales contra las náuseas. Evítalo antes de la cirugía porque puede diluir la sangre. Y no tomes suplementos de jengibre durante el embarazo. No está claro si es seguro para tu bebé.

  • Atención plena: Esto incluye la meditación, la biorretroalimentación, el yoga, el tai chi y otras técnicas para calmar la mente. Estas prácticas parecen aliviar la ansiedad, el estrés y la fatiga de algunas personas con cáncer. Pueden mejorar el estado de ánimo y disminuir los problemas de sueño.

  • Aromaterapia: Los aceites aromáticos podrían calmar tu estado de ánimo. También pueden ayudar con las náuseas, el dolor y la ansiedad. Puedes calentarlos para liberar su aroma o añadirlos al agua del baño. Ten cuidado si te los frotas en la piel. Pueden provocar reacciones alérgicas en algunas personas. Si tienes un cáncer sensible a los estrógenos, como algunos cánceres de mama, no te pongas demasiado aceite de lavanda o de árbol de té en la piel. Algunos estudios preliminares descubrieron que podrían tener efectos similares a los de las hormonas.

  • Terapia de masajes: El masaje puede aliviar el dolor y la ansiedad en algunas personas con cáncer. También puede hacer que te sientas más alerta. Asegúrese de elegir un masajista experto. Y consulte a su médico sobre las limitaciones de los masajes debido a su cáncer o tratamiento.

Artículo anteriorAlégrate
Artículo siguienteUna receta peligrosa

Hot