Averigüe cuáles son los factores desencadenantes para tratar de controlar la migraña crónica o la migraña de alta frecuencia.
La migraña crónica significa que tienes dolores de cabeza más de 15 días al mes durante al menos 3 meses y que 8 de esos días tienen características de migraña. La migraña episódica de alta frecuencia significa que se tienen entre 8 y 14 días de dolor de cabeza al mes y que es más probable que se desarrolle una migraña crónica.
No siempre está claro qué causa una migraña, pero hay ciertas cosas que parecen desencadenar un ataque.
Una forma de intentar controlar las migrañas es descubrir los factores desencadenantes. Esto es especialmente importante cuando se padecen migrañas con mayor frecuencia, como ocurre en las personas con migraña crónica o de alta frecuencia. Los desencadenantes pueden ser diferentes para cada persona, pero hay una serie que son más comunes.
Qué es un desencadenante de la migraña?
Un desencadenante de la migraña es algo que ocurre o algo que usted hace y que provoca un ataque de migraña. Un desencadenante puede provocar una migraña en cualquier momento, desde 6 horas hasta 2 días después del hecho.
No siempre es fácil identificar los propios desencadenantes o incluso distinguir un desencadenante de migraña de un síntoma. Por ejemplo, digamos que notas que te duele la cabeza (u otro síntoma de migraña) cuando te saltas una comida. Eso no significa que la comida omitida haya causado necesariamente el dolor de cabeza.
Entonces, ¿la comida que se ha saltado ha provocado el ataque de migraña? ¿O fue simplemente un síntoma temprano de la crisis de migraña? Depende. Incluso podría ser un poco de ambas cosas. Y en algunos casos puede ser que una determinada combinación de factores -por ejemplo, un día estresante más una comida omitida- resulte ser el desencadenante.
Los problemas de salud y de estilo de vida no controlados que persisten a lo largo del tiempo, como la vida laboral o doméstica estresante, la falta de sueño habitual y la migraña relacionada con la menstruación, pueden ser más propensos a provocar una migraña crónica o episódica de alta frecuencia. Pero los científicos necesitan más investigaciones para estar seguros.
Cómo puedo averiguar los desencadenantes de mi migraña?
Una de las mejores maneras de intentar averiguar qué es lo que desencadena tu migraña es llevar un registro de tus síntomas en un diario. Eso significa no sólo la naturaleza de tus síntomas, sino también cuándo se producen y su gravedad, y qué puede haber desencadenado cada ataque. Puedes hacerlo en un simple cuaderno o utilizando aplicaciones digitales como programas de escritura y aplicaciones. Incluso hay aplicaciones diseñadas específicamente para llevar un registro de los síntomas de la migraña. En cuanto a la migraña en sí, puede ser útil llevar un registro de:
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Síntomas específicos: náuseas, sensibilidad a la luz, dolor de cabeza, etc.
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Hora y fecha de inicio de la migraña, dividida en aura, cefalea, postdromo, etc.
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Duración de determinadas etapas de la migraña
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Nivel de dolor en una escala del 1 al 10
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Localización del dolor
En cuanto a los posibles desencadenantes, ayuda a llevar un registro de:
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Cantidad de sueño la noche anterior a la migraña
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Estrés previo a la migraña y causa del mismo
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Clima (por ejemplo, cambios de presión barométrica) que conducen a la migraña
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Dieta que conduce a la migraña: ¿Qué comió? Cuándo has comido? Se saltó alguna comida?
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Todos los medicamentos que toma: Recetas, analgésicos de venta libre e incluso suplementos.
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Momento y cantidad de todos los medicamentos en relación con la migraña
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Las mujeres deben tener en cuenta el momento de la menstruación en relación con un ataque de migraña
Lleve su diario de migrañas para consultar con su médico sobre el tratamiento y los cambios en el estilo de vida que podrían mejorar sus síntomas.
Cómo puedo controlar los desencadenantes comunes de la migraña?
El estrés: Es uno de los desencadenantes más comunes. Los científicos creen que puede tener algo que ver con las sustancias químicas que el cuerpo libera en la respuesta al estrés (lucha o huida). El estrés también puede aumentar la tensión muscular y estirar los vasos sanguíneos de manera que puede desencadenar o empeorar los ataques de migraña.
Qué hacer: Haz una lista de las cosas que te causan estrés innecesario en tu vida (una cierta cantidad de estrés es necesaria e incluso saludable) e intenta abordarlas por tu cuenta o con un terapeuta de salud mental. Los ejercicios de respiración, el yoga, la meditación y el ejercicio regular pueden ayudar a reducir la respuesta del cuerpo al estrés. Un horario de sueño regular también ayuda.
Cambios hormonales: Las migrañas suelen empeorar si eres mujer en la época de la menstruación. El descenso de los estrógenos puede ser un factor desencadenante, al igual que las hormonas de las píldoras anticonceptivas o la terapia hormonal sustitutiva.
¿Qué hacer? Si eres mujer y notas más ataques de migraña (o peores síntomas) cuando tienes la regla, habla con tu médico. Tal vez pueda sugerirte cambios útiles en tu estilo de vida o en tu dieta, o hacer cambios en el control de la natalidad o en la terapia hormonal que puedan ayudar a disminuir el número o la intensidad de los ataques de migraña.
Cafeína: La abstinencia de cafeína es un desencadenante bien conocido de la migraña. De hecho, muchos medicamentos de venta libre para el dolor de cabeza y la migraña contienen cafeína. Por lo tanto, si normalmente toma una cierta cantidad de cafeína del café, el té u otras fuentes cada día, lo mejor es mantener esos niveles. Si quiere reducir su consumo de cafeína, hágalo gradualmente para que su cuerpo pueda acostumbrarse. El exceso de cafeína también puede ser un factor desencadenante de las migrañas o empeorar los síntomas en algunas personas.
Qué hacer: Presta atención a lo que ocurre cuando te saltas tu consumo normal de cafeína. ¿Qué ocurre cuando tomas un café o una bebida energética con cafeína de más? Si cree que existe una conexión con los ataques de migraña, considere la posibilidad de llevar un registro de su consumo en un diario y ajustar su consumo para reducir los ataques.
Estímulos sensoriales: los ruidos fuertes, los olores intensos como el perfume y el humo del tabaco, o incluso las luces brillantes y parpadeantes parecen desencadenar las migrañas en algunas personas.
Qué hacer: Piensa con antelación cuándo puedes encontrarte con este tipo de desencadenantes. Las gafas de sol pueden ayudar con las luces brillantes o intermitentes, y los tapones para los oídos o la protección auditiva pueden ayudar si sabes que vas a estar en un lugar ruidoso. Si el problema son los olores fuertes, evítelos siempre que sea posible. También puede informar a sus compañeros de trabajo o a los miembros de su familia sobre su enfermedad y pedirles que no lleven perfumes o colonias fuertes.
Alimentos: algunas personas creen que ciertos alimentos y conservantes -la tiramina (un compuesto natural que se encuentra en los quesos curados, ciertos alcoholes, las carnes curadas o procesadas, las verduras fermentadas y las frutas tropicales), los nitratos y el glutamato monosódico- provocan crisis de migraña. Pero la ciencia al respecto aún no está clara. En algunos casos, puede ser que a uno se le antojen ciertos alimentos al principio de una migraña y, después de comerlos, los confunda con la causa.
Lo que sí parece claro es que saltarse comidas o llevar una dieta desequilibrada puede desencadenar migrañas y empeorar los síntomas en algunas personas.
Lo que hay que hacer: No saltarse las comidas. Las comidas regulares y una dieta sana y equilibrada pueden ayudar mucho a prevenir las crisis de migraña en muchas personas. También puedes intentar evitar los alimentos específicos que parecen desencadenar tus ataques. Pero considere la posibilidad de llevar un diario detallado para tratar de averiguar si el alimento en cuestión es un desencadenante o simplemente un antojo que tiene al inicio de una migraña. Algunas personas también adoptan una dieta especial para eliminar los alimentos que se cree que desencadenan las migrañas. Pregunta a tu médico sobre las dietas específicas que pueden ser adecuadas para ti.
Problemas de sueño: La falta de sueño parece ser un desencadenante habitual de las migrañas. Pero dormir demasiado puede tener el mismo efecto. Presta atención a cómo tus patrones de sueño parecen afectar al momento y la intensidad de tus ataques de migraña.
Qué hacer: Procura acostarte a una hora lo más constante posible. La mayoría de los adultos deberían dormir unas 8 horas por noche, pero puede haber ligeras variaciones según la persona. Inicie una rutina tranquilizadora antes de acostarse en la que evite la cafeína, los alimentos grasos y el alcohol, y apague los dispositivos electrónicos. Puedes probar con un baño o con algunos ejercicios de respiración para ayudar a establecer el tono. Hable con su médico sobre otros posibles tratamientos si sus problemas de sueño no desaparecen con estas estrategias.
Cambios de clima: Hay pruebas de que los cambios de tiempo pueden ser un factor desencadenante de las migrañas. En particular, los cambios en la presión barométrica pueden provocar una mayor frecuencia de ataques. Las tormentas y el calor intenso también pueden influir.
Lo que hay que hacer: No puede controlar el tiempo. Pero puede vigilarlo. Cuando vea en el horizonte condiciones desencadenantes de migraña, planifique en consecuencia. Si los días calurosos parecen ser un factor desencadenante, intente ajustar su horario para poder permanecer en el interior con el aire acondicionado durante el calor del día. Hable con su médico sobre cómo utilizar su medicación para evitar un ataque de migraña cuando sepa que se avecina un desencadenante meteorológico.