Cómo controlar las migrañas abdominales

Cómo controlar las migrañas abdominales: Descubra qué hacer cuando usted o su hijo tengan una migraña abdominal.

Los expertos no saben cuál es la causa de estos graves dolores de barriga. Los niños suelen dejar de tenerlas al final de la adolescencia. Sin embargo, muchos siguen teniendo migrañas en la edad adulta.

Cuando tú o tu hijo tenéis una migraña abdominal, hay cosas que podéis hacer para aliviar los síntomas. Pero la mayoría de los expertos coinciden en que la táctica más eficaz es evitar que se produzcan en primer lugar.

Qué ocurre durante una migraña abdominal?

El síntoma principal es un dolor de estómago que aparece y desaparece. Suele ser un dolor sordo que empieza en el centro del vientre. Tu hijo puede señalar su ombligo si le preguntas dónde le duele.

Al igual que las migrañas, las crisis de migraña abdominal no tratadas pueden durar entre 2 y 72 horas. Los síntomas suelen ser lo suficientemente intensos como para que usted o su hijo no puedan realizar actividades normales. Pero pueden pasar semanas o meses sin ningún problema.

Además del dolor, las náuseas y los vómitos, otros síntomas de la migraña abdominal pueden ser:

  • Pérdida de apetito

  • Ser sensible a la luz o al sonido

  • Dolor de cabeza

  • Su hijo puede tener un aspecto pálido o enfermo

Pueden ocurrir algunas cosas extrañas poco antes de un ataque. Se denominan síntomas prodrómicos y pueden incluir:

  • Cambios en la forma en que usted o su hijo se sienten o actúan

  • Enrojecimiento de la cara

  • Diarrea

  • Cambios visuales o del habla

  • Entumecimiento u hormigueo

Cómo controlar los síntomas de la migraña abdominal

Dormir, o simplemente descansar en una habitación oscura y tranquila, suele ayudar cuando usted o su hijo tienen una migraña abdominal. Apaga los teléfonos, televisores y pantallas de ordenador. Emiten una luz que puede empeorar la migraña abdominal.

No hay tratamientos aprobados por la FDA especialmente para las migrañas abdominales, pero algunos tratamientos para las migrañas pueden ayudar. Entre ellos se encuentran:

Analgésicos de venta libre. Los medicamentos como el ibuprofeno o el paracetamol pueden aliviar el dolor abdominal, aunque no se dirigen a la causa de las migrañas.

Siga cuidadosamente las instrucciones del envase en cuanto a las dosis para niños. Asegúrese de que su hijo no ha tomado otros medicamentos que contengan estos fármacos, como medicamentos para el resfriado o la alergia. Y no le des aspirinas a los niños o adolescentes sin consultarlo antes con un médico.

Si su hijo vomita en los 15 minutos siguientes a la administración de uno de estos medicamentos, probablemente sea seguro darle otra dosis. En caso contrario, espere el tiempo recomendado entre las dosis antes de darles más. Pregunte a su médico o farmacéutico si no está seguro.

Triptanes. Estos medicamentos de prescripción están diseñados para detener los síntomas una vez que el ataque está en marcha. Se utilizan para las migrañas, pero también pueden aliviar otros síntomas, como las náuseas. Funcionan mejor si se toman justo cuando empieza el ataque.

Los triptanes se presentan en forma de comprimidos que se disuelven en la boca o en forma de spray nasal. Se recomiendan para niños mayores de 6 años. Dependiendo de la edad de su hijo, su médico puede sugerirle:

  • Rizatriptán (Maxalt)

  • Almotriptán (Axert)

  • Sumatriptán (Imitrex)

  • Zolmitriptán (Zomig)

  • Eletriptán (Relpax)

  • Naratriptán (Amerge)

  • Frovatriptán (Frova)

Es posible que usted o su hijo tengan que probar más de uno antes de encontrar uno que funcione.

Medicamentos contra las náuseas. Estos medicamentos pueden ayudar a aliviar el malestar estomacal y detener los vómitos. Vienen en diferentes formas, incluyendo píldoras y supositorios. Algunos pueden adquirirse sin receta médica. Pregunta a tu médico o farmacéutico cuáles son seguros para los niños.

Si tu hijo sigue vomitando mucho, es posible que el médico tenga que administrarle una terapia de hidratación. Esto significa que recibe líquidos por vía intravenosa.

Busque ayuda médica de inmediato si su hijo tiene dolor de estómago junto con:

  • Caca con sangre

  • Mucha diarrea

  • Sangre en su vómito

  • Fiebre alta

  • Rechazo a comer o beber

Llamar a su médico si a menudo tiene dolor de barriga o si está perdiendo peso, pierde el apetito o se siente lleno rápidamente cuando come

Cómo prevenir las migrañas abdominales

La mejor manera de controlar las migrañas abdominales es detenerlas antes de que empiecen. Empieza por alejarte, en la medida de lo posible, de las cosas que desencadenan los ataques de migraña abdominal. Los posibles desencadenantes son:

  • Deshidratación

  • Falta de sueño

  • Estrés, por ejemplo por preocupaciones escolares o familiares

  • Ciertos alimentos y productos químicos

Intenta utilizar un diario o una aplicación para hacer un seguimiento de lo que ocurre antes de que comience una migraña abdominal. Fíjate si puedes detectar cualquier cosa que empeore el dolor. Eso puede ayudarte a disminuir los ataques en el futuro.

Comparte este registro con tu médico o el de tu hijo. Ellos pueden buscar los posibles desencadenantes y discutir las estrategias que podrían ayudar.

Si usted o su hijo tienen migrañas abdominales frecuentes o graves, el médico también puede recetar medicamentos diseñados para prevenir los ataques de migraña.

El enfoque del estrés para controlar las migrañas abdominales

Algunos expertos sugieren algo llamado el enfoque del ESTRÉS para manejar las migrañas abdominales. Incluye:

Gestión del estrés. Hable con su hijo sobre lo que le molesta. Los niños con migraña abdominal pueden ser más propensos que otros niños a tener ansiedad y depresión. El estrés no controlado puede desencadenar el dolor de barriga.

Un profesional de la salud mental puede enseñarles a usted y a su hijo a manejar la vida con una enfermedad continua. Puede sugerir una terapia cognitivo-conductual (TCC). Es un tipo de terapia conversacional.

Algunas otras formas de aliviar el estrés son:

  • Terapia familiar

  • Yoga

  • Hipnoterapia dirigida al intestino, un tipo de hipnotismo que pretende aliviar los síntomas digestivos

  • Técnicas de relajación, como la respiración profunda

Consejos para los viajes. El mareo a veces provoca síntomas. Si eso le ocurre a su hijo, haga muchas paradas durante los viajes por carretera. Los cambios de altitud, como cuando se vuela o se visita la montaña, también pueden desencadenar un ataque.

Descansa. Todos los niños necesitan unas 9-11 horas de sueño por noche. Pero dormir bien es vital para cualquier persona con migraña.

Para asegurarte de que tu hijo duerme lo suficiente:

  • Tenga una rutina regular a la hora de acostarse

  • Limitar las pantallas o videojuegos una hora antes de acostarse

  • Evitar la cafeína y las bebidas azucaradas a última hora del día

  • Asegúrate de que realizan suficiente actividad física

Hable con su médico si su hijo tiene problemas para conciliar el sueño o permanecer dormido. Es posible que otro problema de salud les impida dormir. Un especialista del sueño puede ayudarte a averiguarlo.

Luces chispeantes. Al igual que con las migrañas, su hijo podría ser más sensible a la luz durante o entre los ataques. Puede ser útil evitarla o limitarla:

  • Luces intermitentes o pulsantes.

  • Luces brillantes

  • Pantallas de ordenador

  • Pantallas de televisión o de cine

  • Luces fluorescentes

Picar... Pasar mucho tiempo sin comer ni beber puede provocar una crisis de migraña abdominal. Pero para algunas personas, ciertos alimentos o bebidas pueden empeorar los síntomas. Un diario de alimentos podría ayudarle a identificar los alimentos problemáticos.

Algunos posibles desencadenantes alimentarios son:

  • Cafeína o chocolate

  • Ciertos aditivos, como aromatizantes, colorantes y glutamato monosódico (GMS)

  • Carnes procesadas

Cómo conseguir el tratamiento adecuado

Si su hijo tiene migrañas abdominales, pida a su médico que le remita a un neurólogo pediátrico. Esos son especialistas que tratan a los niños con migrañas abdominales.

Hazle muchas preguntas a tu médico y habla con él sobre los pros y los contras de los cambios en el estilo de vida, el tratamiento farmacológico y otras terapias. Te ayudarán a encontrar el plan de tratamiento que mejor se adapte a ti o a tu hijo.

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