Evaluación de la salud mental para diagnosticar enfermedades mentales

¿Qué significa que alguien se someta a una evaluación de salud mental? Averigüe en qué consiste, quién debe someterse a una y qué significan los resultados.

Todo el mundo pasa por momentos difíciles. Pero a veces, la forma negativa en que alguien se siente por dentro -deprimido, ansioso, con ganas de evitar a la gente, con problemas para pensar- puede ser más que los altibajos que la mayoría de la gente siente de vez en cuando. Si este tipo de síntomas empiezan a entorpecer su vida o la de un ser querido, es importante tomar medidas. Las investigaciones demuestran que obtener ayuda a tiempo puede evitar que los síntomas empeoren y hacer más probable una recuperación completa.

El primer paso es obtener una evaluación de salud mental. Suele consistir en un par de cosas diferentes. Es posible que respondas a preguntas verbales, que te hagan pruebas físicas y que rellenes un cuestionario.

Qué se puede esperar

Examen físico. A veces una enfermedad física puede causar síntomas que imitan los de una enfermedad mental. Un examen físico puede ayudar a encontrar si algo más, como un trastorno de la tiroides o un problema neurológico, puede estar en juego. Informe a su médico de cualquier enfermedad física o mental que sepa que tiene, de cualquier medicamento recetado o de venta libre que tome y de cualquier suplemento que utilice.

Pruebas de laboratorio. Su médico puede pedirle un análisis de sangre, de orina, un escáner cerebral u otras pruebas para descartar una afección física. Probablemente también responda a preguntas sobre el consumo de drogas y alcohol.

Historial de salud mental. Su médico le preguntará desde cuándo tiene los síntomas, sus antecedentes personales o familiares de problemas de salud mental y cualquier tratamiento psiquiátrico que haya recibido.

Antecedentes personales. Su médico también puede hacerle preguntas sobre su estilo de vida o su historia personal: ¿Está casado? ¿Qué tipo de trabajo realiza? ¿Ha servido alguna vez en el ejército? ¿Ha sido detenido alguna vez? ¿Cómo fue su educación? El médico puede pedirle que enumere las mayores fuentes de estrés en su vida o cualquier trauma importante que haya tenido.

Evaluación mental. Responderá a preguntas sobre sus pensamientos, sentimientos y comportamientos. Es posible que le pregunten sobre sus síntomas con más detalle, por ejemplo, cómo afectan a su vida diaria, qué hace que mejoren o empeoren, y si ha intentado controlarlos por su cuenta y cómo lo ha hecho. Su médico también observará su aspecto y comportamiento: ¿Está usted irritable, tímido o agresivo? ¿Hace contacto visual? ¿Se muestra hablador? ¿Cómo es su aspecto, comparado con el de otras personas de su edad?

Evaluación cognitiva. Durante la evaluación, el médico valorará su capacidad para pensar con claridad, recordar información y utilizar el razonamiento mental. Puede realizar pruebas de tareas básicas, como centrar la atención, recordar listas cortas, reconocer formas u objetos comunes o resolver problemas matemáticos sencillos. Es posible que responda a preguntas sobre su capacidad para cumplir con sus responsabilidades diarias, como cuidar de sí mismo o ir al trabajo.

Cuando un niño necesita una evaluación

Al igual que los adultos, los niños pueden recibir evaluaciones de salud mental que implican una serie de observaciones y pruebas por parte de los profesionales.

Dado que a los niños muy pequeños les resulta difícil explicar lo que piensan y sienten, las medidas de detección concretas suelen depender de la edad del niño. El médico también preguntará a los padres, profesores u otros cuidadores sobre lo que han observado. El pediatra puede realizar estas evaluaciones, o bien puede remitirle a otro profesional especializado en salud mental infantil.

¿Preocupado por un ser querido?

Si crees que un amigo o familiar tiene síntomas, no tengas miedo de iniciar una conversación sobre salud mental. Hazle saber que te importa, recuérdale que las enfermedades mentales tienen tratamiento y ofrécete a ponerle en contacto con un profesional que pueda ayudarle.

Aunque no pueda obligar a un ser querido a buscar un diagnóstico o tratamiento, puede plantear sus preocupaciones sobre su salud mental a su médico de cabecera. Debido a las leyes de privacidad, no espere ninguna información a cambio. Pero si su familiar está bajo el cuidado de un profesional de la salud mental, el proveedor está autorizado a compartir información con usted si su ser querido lo permite.

Si cree que su ser querido puede hacerse daño a sí mismo, se trata de una situación de emergencia. Llame inmediatamente a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 800-273-8255 (800-273-TALK) o al 911.

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