Una experiencia traumática puede dejarte con muchas cosas a las que enfrentarte. He aquí cómo puedes superarlo todo.
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Si alguna vez has pasado por un acontecimiento o una serie de acontecimientos muy estresantes, has pasado por una experiencia traumática. La sensación de impotencia, el horror y, en algunos casos, los retos de una lesión grave (o la amenaza de una) son comunes después de estos eventos. Hay muchas maneras de ayudarte a superarlo.
No te aísles
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Acércate a amigos y familiares. Si otros han tenido la misma experiencia, habla con ellos. Puede que estén teniendo algunos de los mismos sentimientos que tú. Abre las líneas de comunicación tan pronto como sea posible después de tu evento traumático. Es una parte importante de tu recuperación.
Busque ayuda profesional
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El estrés que conlleva un suceso traumático puede ser agobiante. La tristeza, el miedo, la pena y la depresión pueden apoderarse de ti. Si tus sentimientos en el primer mes después del suceso son tan graves que interfieren en tu vida habitual, busca un experto en salud mental en tu zona que pueda ayudarte.
Únase a un grupo de apoyo
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Hablar de lo que estás pasando con otras personas que han tenido la misma experiencia, o que todavía la están pasando, puede ser útil después de un trauma. Este tipo de grupos no sólo te animarán, sino que te darán consejos sobre cómo afrontar lo que está ocurriendo. Tu médico o experto en salud mental puede indicarte grupos de apoyo locales, o puedes encontrar uno en Internet.
Afrontarlo (no evitarlo)
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Por muy tentador que sea tratar de ignorar u olvidar un acontecimiento traumático, un ingrediente clave en la recuperación es aprender a estar bien con sus recuerdos y las cosas que los desencadenan sin tratar de evitarlos. Afrontar los sentimientos de frente es importante porque quieres ser capaz de ocuparte de ellos de una manera que te ayude a seguir adelante.
Ejercicio
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Sal y muévete. Los expertos dicen que es una de las formas más eficaces de manejar las secuelas de un evento traumático. La respiración profunda, los estiramientos suaves y los paseos son buenas opciones. Si quieres que tu plan de ejercicios sea un poco más desafiante, eso también puede ayudar. Sin embargo, no fuerces las cosas. Si estás cansado, puedes descansar.
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Escucha a tu cuerpo
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Tu cuerpo (y tu mente) te dirá qué hacer para sanar. Come alimentos saludables. Descansa cuando tengas la oportunidad. Haz cosas que te hagan feliz. Date un baño. Trabaja para conseguir un horario de sueño regular en el que te acuestes y te levantes más o menos a la misma hora cada noche en una habitación fresca, oscura y tranquila. Lee. Haz algo con los amigos. Da un buen paseo. Ve un partido de fútbol. Ve a una obra de teatro. Sea lo que sea lo que te haga sentir bien, tómate el tiempo para darte un capricho.
Aléjate del alcohol
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Un trago para conciliar el sueño o para quitarse los nervios es una de las formas que algunos eligen para superar el estrés de un acontecimiento traumático. Tratan de adormecer las emociones o de olvidar las cosas. Puede parecer que funciona a corto plazo, pero puede ser perjudicial a largo plazo. El problema es que, si el estrés continúa, el consumo de alcohol (o drogas) también puede continuar. Eso puede llevar a problemas mentales y físicos y a una dependencia a largo plazo.
Vuelve a tu rutina
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La vida regular puede verse interrumpida por un acontecimiento traumático. Un objetivo para quienes intentan superar el estrés del trauma es volver a un horario cotidiano lo antes posible. Recuperar el ritmo puede ayudar a restablecer la sensación de normalidad y a recuperar la sensación de control sobre la vida.
Arregla las pequeñas cosas
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Dedica tiempo a resolver los pequeños conflictos de tu vida para que no se acumulen y añadan estrés. Si tienes grandes tareas, divídelas en pequeñas, establece algunas prioridades y luego abórdalas cuando puedas. Si las eliminas de tu lista, podrás centrarte en las batallas más importantes.
Haz un balance
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Puedes aliviar el estrés de los acontecimientos traumáticos dando un paso atrás, haciendo balance de tu vida y concentrándote en lo que es importante. Fortalezca los vínculos con la familia, los amigos y la comunidad. Reevalúe sus objetivos personales y elabore un plan para alcanzarlos. Haz voluntariado y dona un poco más a la caridad. Todas estas cosas pueden ayudar a superar el estrés del trauma.
Medita
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Incluso si no estás familiarizado con la meditación, volver al interior para aliviar el estrés puede ayudar. Respirar profundamente o concentrarse en la exhalación puede ayudar a aliviar la mente y relajarse. Centra tu atención en la respiración o en partes de tu cuerpo mientras meditas. Eso puede evitar que tu cerebro piense en tu estrés. Tal vez quieras repetir un mantra o rezar. El mindfulness, el tai chi y el yoga también son buenas formas de encontrar la calma.
Celebra la vida
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Es importante darse cuenta de que está bien sentir alegría, celebrar los éxitos y deleitarse con el calor de la familia y los amigos incluso después de un acontecimiento traumático. Todo forma parte del camino hacia la recuperación.
Sube la música
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Un estudio reciente ha revelado que eventos culturales como el deporte y las artes pueden ayudar a las comunidades a recuperarse de un trauma compartido. También la música puede ser integral para las comunidades y los individuos, ya sea en la musicoterapia, haciendo música o simplemente escuchando. Meditar mientras se escucha una canción favorita también puede ayudar.