¿Qué es un sociópata y cómo reconocerlo? Aprende la diferencia entre un sociópata y un psicópata y qué hacer si estás tratando con un sociópata.
La gente suele confundir los términos sociópata y psicópata y los utiliza indistintamente. No son diferentes en el sentido clínico. Ambos términos se refieren a personas que padecen un trastorno antisocial de la personalidad (ASPD). Los que padecen este trastorno no tienen en cuenta los derechos ni los sentimientos de los demás, carecen de empatía y de remordimientos por las malas acciones, y tienen la necesidad de explotar y manipular a los demás para su beneficio personal.
La naturaleza y la crianza desempeñan un papel en el TEA. Las razones que subyacen al trastorno no se comprenden del todo. La creencia actual es que la psicopatía suele provenir de factores genéticos, como partes del cerebro que no se desarrollan plenamente, mientras que la sociopatía es el resultado de una interrupción del desarrollo de la personalidad por abusos o traumas en la infancia. La gente suele pensar que los que padecen trastornos antisociales de la personalidad son siempre delincuentes y son fáciles de detectar, pero muchos no son conscientes del trastorno y puede que nunca se les diagnostique...
Los sociópatas tienen un comportamiento menos consistente que los psicópatas. Los psicópatas son más controlados y encantadores. Su manipulación es más distante y planifican con antelación. Los sociópatas experimentan ansiedad y encuentran la rabia mucho más difícil de controlar. Pueden actuar sin pensar y, como resultado, pueden tener más dificultades para integrarse. Las incoherencias entre sus palabras y sus vidas pueden ser más fáciles de ver. ?
Señales de un sociópata
Es importante darse cuenta de que las personas tienen muchos rasgos de personalidad. Alguien puede mostrar egoísmo o actuar agresivamente, pero eso no significa que sea un sociópata. Dado que muchas personas que tienen ASPD no reconocen estos rasgos como un problema, podría ser necesario observar los patrones de comportamiento consistentes.
Los patrones de comportamiento consistentes en los sociópatas incluyen:
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Falta de empatía por los demás
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Comportamiento impulsivo
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Intentar controlar a los demás con amenazas o agresiones?
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Utilizar la inteligencia, el encanto o el carisma para manipular a los demás
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No aprender de los errores ni de los castigos
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Mentir para obtener un beneficio personal
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Mostrar una tendencia a la violencia física y a las peleas
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Relaciones generalmente superficiales
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A veces, robar o cometer otros delitos
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Amenazar con el suicidio para manipular sin intención de actuar?
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A veces, abusar de las drogas o del alcohol
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Problemas con las responsabilidades, como el trabajo, el pago de las facturas, etc.
Cómo tratar con un sociópata
Es poco probable que alguien con sociopatía busque ayuda profesional o incluso se dé cuenta de que tiene ASPD. Como resultado, una parte importante de tratar y vivir con alguien con ASPD es conocer el proceso para conseguirle un diagnóstico.
¿Quién necesita un diagnóstico?
Los niños no suelen ser diagnosticados con trastornos antisociales de la personalidad porque las etapas de desarrollo de la infancia imitan algunos de estos comportamientos, y sus personalidades están cambiando continuamente. Si se observan los primeros signos de advertencia en la infancia, se puede diagnosticar un trastorno de la conducta, y la intervención puede ayudar.
Si un adolescente presenta síntomas incontrolados, como robar, hacer daño a los animales, mentir constantemente, destruir la propiedad sin motivo y romper las reglas sin pensar en las consecuencias, puede ser diagnosticado.
Las personas que tienen antecedentes familiares de trastornos de la personalidad o las que han sufrido abusos o negligencia en la infancia son más propensas a desarrollar sociopatía. Los hombres son más propensos que las mujeres a padecer sociopatía.
Los sociópatas son más propensos a abusar de sus parejas, cónyuges e hijos. Como pueden tener un comportamiento delictivo, también es más probable que pasen tiempo en prisión, y su comportamiento agresivo puede ponerlos en riesgo de sufrir daños. Pueden tener otros trastornos mentales, como depresión y ansiedad.
Pasos para el diagnóstico
Si existe un patrón de comportamiento que sugiera una sociopatía, el médico comenzará con una evaluación de los comportamientos y un examen físico completo, incluyendo análisis de sangre, para descartar cualquier enfermedad física. Si no hay problemas de salud, el siguiente paso sería la derivación a un psiquiatra o psicólogo, que puede diagnosticar los trastornos de personalidad antisocial con herramientas de evaluación y una entrevista.
Tratamiento para un sociópata
Es difícil tratar a los que padecen un TEA, incluidos los sociópatas. Se necesita una terapia a largo plazo, que puede ser especialmente difícil ya que el sociópata puede no reconocer el problema. Si un sociópata está dispuesto a entrar en terapia, la participación de la familia puede ayudar.
A veces, el psiquiatra prescribe medicamentos, como los antipsicóticos o los estabilizadores del estado de ánimo, que pueden evitar el comportamiento impulsivo o agresivo. Pero la medicación no se considera una cura para los trastornos antisociales de la personalidad.
Pueden ser útiles las sesiones de terapia para aprender sobre los comportamientos perjudiciales y su impacto en el sociópata y en los que le rodean. La terapia puede enseñar formas de afrontar y manejar el comportamiento para mejorar las relaciones y los patrones de conducta. Esto puede ayudar a mejorar las habilidades sociales y los mecanismos de afrontamiento, haciendo que la persona con ASPD sea más feliz y productiva. Buscar ayuda es el paso más importante.
Vivir con un sociópata
Si un ser querido tiene TEA, puede ser muy aislante. Puedes buscar ayuda de un terapeuta o encontrar un grupo de apoyo. No podrá cambiar el comportamiento de su ser querido, pero puede aprender formas de entender y sobrellevar la situación, o formas de establecer límites y protegerse.
Si has sufrido ansiedad y depresión como consecuencia, los grupos de apoyo o la terapia pueden ayudarte. Tener alguien con quien hablar puede facilitar las cosas...