Ha oído los términos, pero ¿sabe realmente lo que significan? Aprenda a detectar las diferencias entre estas personalidades.
No encontrará las definiciones en el manual oficial de salud mental, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Los médicos no diagnostican oficialmente a las personas como psicópatas o sociópatas. En su lugar, utilizan un término diferente: trastorno antisocial de la personalidad.
La mayoría de los expertos creen que los psicópatas y los sociópatas comparten un conjunto de rasgos similares. Las personas así tienen un pobre sentido interno del bien y del mal. Tampoco parecen entender o compartir los sentimientos de otras personas. Pero también hay algunas diferencias.
¿Tienen conciencia?
Una diferencia clave entre un psicópata y un sociópata es si tiene conciencia, esa vocecita interior que nos avisa cuando estamos haciendo algo malo, dice L. Michael Tompkins, EdD. Es psicólogo del Centro de Tratamiento de Salud Mental del Condado de Sacramento.
Un psicópata no tiene conciencia. Si te miente para poder robarte el dinero, no sentirá ningún escrúpulo moral, aunque puede fingirlo. Puede observar a los demás y actuar como ellos para no ser descubierto, dice Tompkins.
Un sociópata suele tener conciencia, pero es débil. Puede que sepa que quitarte el dinero está mal, y puede que sienta algo de culpa o remordimiento, pero eso no detendrá su comportamiento.
Ambos carecen de empatía, de la capacidad de ponerse en el lugar de otra persona y entender cómo se siente. Pero un psicópata tiene menos consideración por los demás, dice el doctor Aaron Kipnis, autor de El complejo de Midas. Alguien con este tipo de personalidad ve a los demás como objetos que puede utilizar para su propio beneficio.
No siempre son violentos
En las películas y programas de televisión, los psicópatas y sociópatas suelen ser los villanos que matan o torturan a personas inocentes. En la vida real, algunas personas con trastorno antisocial de la personalidad pueden ser violentas, pero la mayoría no lo son. En cambio, utilizan la manipulación y el comportamiento imprudente para conseguir lo que quieren.
En el peor de los casos, son asesinos fríos y calculadores, dice Kipnis. Otros, dice, son hábiles para ascender en la escala empresarial, aunque tengan que herir a alguien para conseguirlo.
Si reconoce algunos de estos rasgos en un miembro de su familia o en un compañero de trabajo, puede sentirse tentado a pensar que vive o trabaja con un psicópata o un sociópata. Pero el hecho de que una persona sea mala o egoísta no significa necesariamente que tenga un trastorno.
'Psicópata de corazón frío, sociópata de cabeza caliente'
No es fácil detectar a un psicópata. Pueden ser inteligentes, encantadores y buenos para imitar las emociones. Pueden fingir que están interesados en ti, pero en realidad, probablemente no les importe.
Son hábiles actores cuya única misión es manipular a la gente para su beneficio personal, dice Tompkins.
Los sociópatas son menos capaces de seguir el juego. Dejan claro que no les interesa nadie más que ellos mismos. Suelen culpar a los demás y tienen excusas para su comportamiento.
Algunos expertos ven a los sociópatas como personas impulsivas. Actúan sin pensar en cómo se verán afectados los demás.
Los psicópatas son más fríos y calculadores. Planean cuidadosamente sus movimientos y utilizan la agresión de forma planificada para conseguir lo que quieren. Si buscan más dinero o estatus en la oficina, por ejemplo, elaborarán un plan para eliminar cualquier barrera que se interponga en su camino, incluso si se trata del trabajo o la reputación de otra persona.
Diferencias cerebrales
Investigaciones recientes sugieren que el cerebro de un psicópata no es como el de los demás. Puede tener diferencias físicas que dificultan que la persona se identifique con la angustia de los demás.
Las diferencias pueden incluso cambiar las funciones básicas del cuerpo. Por ejemplo, cuando la mayoría de la gente ve sangre o violencia en una película, su corazón late más rápido, su respiración se acelera y las palmas de las manos sudan.
Un psicópata tiene la reacción contraria. Se tranquiliza. Kipnis dice que esa cualidad ayuda a los psicópatas a ser intrépidos y a tener un comportamiento arriesgado.
No temen las consecuencias de sus acciones, dice.
