El doctor explora esta forma no tradicional de terapia de salud mental.
¿Qué necesitas?
Todo lo que necesitas es un teléfono, una tableta o un ordenador y un lugar privado para hablar. Para una conexión de vídeo, puedes utilizar cualquier dispositivo que tenga conexión a Internet. Algunos terapeutas utilizan plataformas especiales para ayudar a garantizar la privacidad de las sesiones.
¿Funciona?
Se necesita más investigación, pero parece que la teleterapia puede funcionar tan bien como las sesiones en persona. Hay que tener en cuenta que cada persona es diferente, y puede no ser lo más adecuado para algunas personas. Algunos ejemplos son:
Niños que han sufrido abusos o negligencia. Puede que no respondan tan bien a la teleterapia. Esto puede deberse a que están cerca de los abusadores en el entorno familiar o a que no se sienten lo suficientemente seguros como para hablar del trauma.
Personas que trabajan todo el día frente a un ordenador. Puede que les resulte agotador o poco saludable añadir más tiempo de pantalla a su día.
Personas con problemas de atención como el TDAH. Puede que les resulte más difícil concentrarse durante un videochat o una llamada telefónica en comparación con una sesión en persona.
Algunos niños y adolescentes (de 10 a 19 años). Pueden encontrarlo incómodo o sentir que no tienen suficiente privacidad.
La mayor parte de las investigaciones sobre la terapia implican sesiones en persona, por lo que los investigadores necesitarán más datos para sacar conclusiones firmes sobre cuándo funciona mejor la teleterapia y cuándo no.
Ventajas de la teleterapia
La teleterapia permite que más personas accedan a un tratamiento de salud mental. Por ejemplo, si vives en una zona rural, el terapeuta más cercano podría estar muy lejos. O puede que haya otras cosas que dificulten el acceso a las citas. Entre ellas se encuentran:
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Una enfermedad en curso
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Una discapacidad física
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Cuestiones relacionadas con el cuidado de los hijos
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Problemas de transporte
Limitaciones de la teleterapia
La propia tecnología podría suponer un problema. Es posible que tenga poca experiencia en el uso de un ordenador o un smartphone. Su software podría estar desactualizado. O puede que no tengas acceso a un servicio fiable de Internet o de telefonía móvil, o ningún acceso.
La comunicación no verbal, como el lenguaje corporal y el contacto visual, es más difícil de seguir en un entorno digital.
También preocupa la posible pérdida de privacidad o confidencialidad, que es fundamental en el proceso terapéutico. Esto puede deberse a que alguien en casa esté escuchando o a que un sistema de comunicación en línea no sea completamente seguro.
Y en caso de emergencia, como cuando alguien tiene una crisis nerviosa o está a punto de suicidarse, la teleterapia limita la capacidad de los terapeutas para responder rápidamente.
Si estás pensando en hacerte daño, hay ayuda disponible. Llama al 911 o a la Línea Nacional de Prevención del Suicidio al 800-273-8255.