Tratamientos para el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP)

Utilice estos dos métodos descritos por el médico para controlar el trastorno límite de la personalidad y recuperar su vida.

Asesoramiento psicológico

El objetivo del asesoramiento, también llamado psicoterapia o terapia de conversación, es ayudarle a aprender a gestionar sus emociones. Por ejemplo, puedes observar tus sentimientos ("ahora mismo me siento muy enfadado") en lugar de actuar sobre ellos. Te ayuda a desenvolverte en tu vida cotidiana y en tus relaciones. El asesoramiento puede tener lugar en un entorno individual con un terapeuta o en un grupo.

Dependiendo de tus síntomas y de tu situación, tu consejero puede utilizar uno de estos tipos de psicoterapia:

  • La Terapia Dialéctica Conductual (TDC) comenzó como una forma de ayudar a manejar el comportamiento de crisis, como el comportamiento suicida o las autolesiones. Es la terapia más recomendada para el TLP. Trabaja con el concepto de atención plena, o de estar presente en el momento. Esto le ayuda a ser consciente de sus emociones, estados de ánimo y comportamiento. Se aprenden habilidades como la de tolerar las emociones negativas y la de comunicarse eficazmente.

  • La terapia cognitivo-conductual (TCC) se centra en cambiar los fundamentos de lo que crees sobre ti mismo y los demás.

  • La Terapia Centrada en Esquemas es similar a la TCC en cuanto a la reformulación de los pensamientos negativos sobre uno mismo para convertirlos en positivos.

Medicación

La medicación también puede utilizarse para tratar sus síntomas. Dado que la depresión y la ansiedad pueden ser una parte importante del TLP, los medicamentos antidepresivos y contra la ansiedad pueden ser útiles. Si experimenta momentos intensos de pensamiento distorsionado, su consejero puede sugerir un medicamento antipsicótico.

Dado que las conductas de autolesión, como cortarse e intentar suicidarse, forman parte de los síntomas del TLP, es posible que tenga que recibir tratamiento en el hospital.

Otros consejos

Es posible cambiar la forma de pensar, sentir y reaccionar ante las situaciones. Sólo se necesita tiempo y esfuerzo. Ser constante con el tratamiento -tomar la medicación a tiempo, acudir a las citas de asesoramiento- es la mejor manera de empezar.

La rutina también es útil en otros aspectos. La regularidad en las comidas y en los horarios de sueño permite a su cuerpo saber qué esperar. Intente también hacer ejercicio a diario. Mantiene bajos los niveles de estrés. Da un paseo, no te apuntes a una maratón: es importante que te fijes objetivos que sepas que puedes cumplir sin agobiarte.

Come más frutas y verduras y menos comida basura. Evita el alcohol y las drogas.

Rodéate de personas en las que puedas confiar, como tu familia, tus amigos y tu equipo de tratamiento. Habla con ellos sobre cómo te sientes. Es mejor que guardarlo todo dentro. Si notas que una persona o una situación te desencadena, escríbelo y habla con tu consejero sobre ello.

La mejor medicina de todas es ser amable contigo mismo. Construye apoyo para ti mismo y utilízalo. Tener TLP no es tu culpa, pero puedes cambiar cómo afecta a tu vida.

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