¿Está irritable, cansado y le cuesta concentrarse? Es posible que esté mentalmente agotado. Conoce las señales y cómo sentirte mejor.
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Es como el cansancio físico, salvo que se trata de tu mente en lugar de tus músculos. Suele aparecer cuando te concentras en una tarea mentalmente difícil durante un tiempo. También puedes sentir este tipo de agotamiento cerebral si estás siempre en alerta o estresado. El trabajo, el cuidado de los hijos o de los padres mayores, y otras cosas, pueden conducir al agotamiento mental.
Estás enfadado o impaciente
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La fatiga mental puede ponerte de mal humor. Puede estar de mal genio o irritado, y contestar a la gente con más frecuencia. Es más difícil controlar tus emociones cuando estás mentalmente agotado.
No puedes hacer el trabajo
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La productividad de todo el mundo sube y baja. Pero el agotamiento mental puede hacer que sea realmente difícil concentrarse. También te quita la motivación. Es posible que te distraigas con facilidad o que empieces a incumplir los plazos. Incluso las pequeñas tareas pueden parecer abrumadoras.
Te desconcentras
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Esto puede parecerse a la divagación mental o a la somnolencia. Hace que sea difícil prestar atención a lo que estás haciendo, y puede que no reacciones a las cosas muy rápido. Esto puede ser peligroso en determinadas situaciones, como la conducción. La fatiga mental está relacionada con los accidentes de tráfico.
No duermes bien
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Podrías pensar que es más fácil dormir cuando tu cerebro está cansado. Pero no siempre es así. Las investigaciones demuestran que las personas que tienen trabajos con una gran carga cognitiva presentan más síntomas de insomnio que las que no tienen un trabajo mentalmente agotador. La falta de sueño puede empeorar la fatiga mental. Dígale a su médico si no puede dormir o se siente muy cansado durante el día. El tratamiento puede ayudar.
Haces cosas poco saludables
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Puedes empezar a beber o a consumir drogas más de lo normal. El cansancio mental puede afectar aún más a quienes ya padecen un trastorno por consumo de sustancias. Los expertos creen que eso se debe a que la adicción a las drogas cambia partes del cerebro que te ayudan a manejar el estrés y a controlar el comportamiento impulsivo.
Estás deprimido
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Puede que no tengas energía o que sientas que te mueves a cámara lenta. Algunas personas dicen que se sienten entumecidas. Esto puede dificultar la finalización de las tareas en el trabajo o la realización de las actividades cotidianas. Informe a su médico si tiene sentimientos muy bajos o una sensación de desesperanza durante más de dos semanas. Eso puede ser una señal de que su depresión es más grave.
Te preocupas mucho
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La fatiga mental activa tu sistema nervioso simpático. Es tu modo de lucha o huida. La ansiedad es una alarma que te dice que algo va mal. Si siempre estás agotado mentalmente, puedes empezar a sentir pánico o preocupación todo el tiempo. Esto suele ocurrir junto con los síntomas de la depresión.
El ejercicio se siente más difícil
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Los expertos no están seguros de por qué la fatiga mental afecta a la actividad física. Algunos creen que la tolerancia al ejercicio puede disminuir. Así que puede parecer que te esfuerzas más de lo que realmente lo haces.
Tus hábitos alimenticios cambian
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La fatiga mental puede afectar a tu apetito de diferentes maneras. Puede picar más de lo normal y no prestar atención a lo que come. El estrés también puede hacer que le apetezcan alimentos azucarados, salados o grasos. O puede que no tengas nada de hambre.
Cometes más errores
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Es imposible que tu trabajo sea perfecto todo el tiempo. Pero la fatiga mental disminuye tu capacidad para detectar y corregir tus errores rápidamente o en absoluto. Eso puede causar graves problemas en ciertos trabajos, como los que se realizan con máquinas, conduciendo un vehículo o pilotando un avión.
Sientes más dolor
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Cada persona es diferente, lo que hace difícil decir cómo afectará la fatiga mental a tu cuerpo. Pero es posible que tengas dolores de cabeza, de músculos, de espalda o de estómago. Si tienes una enfermedad en curso, como la fibromialgia, puede que te duela un poco más de lo habitual.
Toma descansos
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Puede que te sientas menos agotado si te tomas pequeños descansos durante los largos tramos de trabajo mental. No hay una cantidad exacta de tiempo de descanso que funcione mejor para todos. Pero es posible que quieras recargarte durante unos minutos cada 1-2 horas.
A algunas personas les gusta utilizar la técnica Pomodoro. Así es como funciona:
Pon un temporizador para 25 minutos.
Concéntrese en una tarea todo el tiempo.
Haz un descanso de 5 minutos cuando suene el temporizador.
Después del cuarto bloque de 25 minutos, tome un descanso de 15 a 30 minutos.
Repite hasta que tu tarea esté terminada (o tu jornada laboral haya terminado).
Actívate
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Hay pruebas de que puedes sentirte con más energía si haces ejercicio durante tus descansos. Prueba a hacer saltos y estiramientos durante unos minutos cada uno. O da un paseo rápido de 10-15 minutos.
Busca formas de relajarte
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Es difícil evitar por completo el agotamiento mental. Pero puedes aprender a activar la respuesta natural de relajación de tu cuerpo. Puedes darte un masaje. O puedes probar a meditar, hacer yoga o algo tan sencillo como ver una película divertida. Acude a tus amigos, a tu familia o a un profesional de la salud mental si necesitas más apoyo.