Cambios en los senos durante la menopausia: Qué esperar

La menopausia puede cambiar el aspecto y el tacto de tus pechos. Descubre qué ayuda, qué es normal y qué no.

Durante la perimenopausia -los años que preceden al cese de la menstruación- empezará a notar cambios en el tamaño y la forma de sus pechos. También puede notar que se sienten sensibles y doloridos en momentos inesperados. O puede que estén más hinchados que antes.

Querrá saber qué es normal, qué no lo es y qué le ayuda. Ese conocimiento le permitirá realizar una transición suave a la mediana edad y sentirse lo mejor posible durante la menopausia y después.

Tus senos en la menopausia

Hay tres formas comunes en que la menopausia y la perimenopausia pueden afectar a tus senos.

1. Sensibilidad o dolor.

Por qué ocurre:

Antes de la menstruación, se acumula líquido en los pechos, lo que hace que se sientan más hinchados, sensibles o dolorosos que en otros momentos del mes. Debido a que los cambios hormonales de la perimenopausia hacen que tu ciclo sea irregular, el dolor en los senos puede atacar de manera impredecible, según el Instituto Nacional del Cáncer.

Qué puedes hacer al respecto:

Si te duelen los pechos, llevar el sujetador adecuado puede suponer una gran diferencia: El 85% de las mujeres con dolor de pecho obtuvieron alivio cuando usaron un sujetador deportivo bien ajustado, según un estudio de 2014. Los mismos investigadores descubrieron que las técnicas de relajación o el masaje de los pechos doloridos con cremas analgésicas de venta libre eran útiles para hasta el 60% de las mujeres.

Si el dolor de senos es intenso o no desaparece, habla con tu médico.

2. Cambios en el tamaño y la forma de las mamas

Por qué ocurre:

A medida que te acercas a la menopausia, tus niveles de estrógeno disminuyen drásticamente. A medida que tu sistema lácteo comienza a cerrarse, el tejido glandular de tus pechos se encoge. Esto hace que se vuelvan menos densos y más grasos, lo que puede provocar su caída. También puede notar que sus pechos no están tan llenos como antes, y su tamaño puede cambiar.

Qué puedes hacer al respecto:

Es hora de ir al gimnasio o de invertir en unas pesas de mano.

Aunque no se ha demostrado que la flacidez se invierta, el ejercicio hace que tus pechos tengan mejor aspecto al desarrollar y tonificar los músculos que hay debajo. Hacer ejercicio con regularidad también tiene otra ventaja importante: tendrás menos probabilidades de padecer cáncer de mama. Las flexiones y el levantamiento de pesas son buenas formas de tonificar los músculos del pecho.

Algunos estilos de ropa interior, como los sujetadores con aros o push-up, pueden darte un impulso juvenil. Para obtener el máximo impulso y apoyo, asegúrate de que tu sujetador se ajusta correctamente: Según algunas estimaciones, hasta el 70% de las mujeres usan la talla incorrecta.

Después de la menopausia, es posible que necesites una talla más grande cuando compres sujetadores: un estudio reciente reveló que 1 de cada 5 mujeres subió una talla de sujetador después de la menopausia (normalmente debido al aumento de peso), pero sólo 1 de cada 50 necesitó un sujetador más pequeño.

3. Senos abultados

Por qué ocurre:

Hay varias razones por las que esto puede ocurrir durante la perimenopausia, incluyendo el envejecimiento normal y los cambios hormonales. Sin embargo, al igual que a cualquier edad, tendrás que acudir a tu médico para averiguar qué son esos bultos.

Podrías tener quistes, sacos llenos de líquido que son muy comunes. Pueden parecer uvas y no son cancerosos. Muchas mujeres, de todas las edades, los tienen. A veces desaparecen después de la menopausia, pero pueden seguir existiendo, sobre todo si tomas terapia hormonal sustitutiva (THS).

Los cambios fibroquísticos son otra razón común para los senos abultados y dolorosos y las áreas que se sienten gomosas al tacto. No aumentan la probabilidad de padecer cáncer de mama. Tampoco lo hacen los quistes.

Qué puedes hacer al respecto:

Algunas mujeres descubren que cuando reducen la cafeína, sus pechos son menos sensibles. También puedes aplicar calor -prueba con una compresa caliente- en la zona dolorida o utilizar analgésicos de venta libre.

Cuándo consultar al médico

La mayoría de los cambios en los senos en la mediana edad son normales. Pero no puedes estar segura por ti misma. Habla con tu médico si notas alguno de estos problemas:

  • Un bulto o una zona firme o gruesa en el pecho o bajo el brazo.

  • Flujo de descarga del pezón o cambios, como un pezón que se hunde en el seno, también llamado "invertido."

  • Cambios en la piel, como enrojecimiento, hoyuelos, arrugas o crestas con aspecto de piel de naranja.

  • Hinchazón o encogimiento inexplicable de la mama, especialmente en un solo lado.

La mayoría de las veces, los cambios en las mamas no son cáncer, pero es importante que cualquier síntoma nuevo o inusual sea revisado rápidamente.

Hable también con su médico sobre la frecuencia con la que debe hacerse mamografías, ya que las directrices varían. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda una cada año, a partir de los 45 años. El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos recomienda ofrecer a las pacientes de riesgo medio mamografías a partir de los 40 años. Otros grupos recomiendan realizarla cada dos años, a partir de los 50, hasta los 74 años.

Es posible que tenga que empezar antes si tiene un riesgo elevado.

Su médico puede ayudarle a decidir qué es lo mejor para usted.

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