Un vistazo a proXeed, un suplemento dietético de venta libre que el fabricante dice que está "específicamente diseñado para optimizar la calidad del esperma"
¿Reforzador de esperma?
La infertilidad masculina se prueba
Por Ralph Cipriano Revisado médicamente por Charlotte E. Grayson Mathis,?MD De los archivos del médico
1 de enero de 2001 - Todas las mañanas, antes de salir a correr a las 5 de la mañana, John Harrist aprieta los dientes y engulle unas cuantas onzas de un suplemento dietético con sabor a cítricos que, según el fabricante, está "específicamente diseñado para optimizar la calidad del esperma."
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"No es algo que sepa muy bien, no te voy a mentir", dice Harrist, de 32 años, funcionario de salud de la ciudad de Pearland, un suburbio al sur de Houston.
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Además del sabor, está el coste. El suplemento, llamado proXeed, cuesta 600 dólares por un suministro de seis meses. Pero Harrist cree que merece la pena: Él y su esposa, Laurie, llevan cuatro años intentando tener un bebé, sin éxito. El problema, según el urólogo de Harrist, Larry L. Lipshultz, MD, es la baja calidad del esperma.
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Por eso Lipshultz aconsejó a Harrist que empezara a tomar proXeed, un producto de venta libre fabricado en Italia para una empresa de Maryland. Lipshultz es el director del primer ensayo clínico estadounidense de este suplemento dietético. Los investigadores están ansiosos por saber si funciona a medida que adquieren más conocimientos sobre la naturaleza de la infertilidad masculina.
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"Tenemos que concienciar sobre la infertilidad masculina", dice Lipshultz, director del estudio proXeed y jefe de la División de Medicina y Cirugía Reproductiva Masculina del Baylor College of Medicine. Y recuerda las estadísticas de un estudio gubernamental de 1998: 1,1 millones de mujeres estadounidenses al año acuden a sus ginecólogos por infertilidad. De esos casos, sólo el 20% de las parejas masculinas, unos 250.000 hombres, fueron remitidos para ser evaluados, dice.
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Los principales ingredientes de proXeed, la levocarnitina y la acetil-L-carnitina, existen desde hace mucho tiempo", afirma Lipshultz. Los ingredientes se han probado muchas veces en Europa -donde se utilizan desde hace unos 30 años- y, aunque los resultados fueron alentadores, las pruebas se hicieron mal, dice. ProXeed también se está probando en el Instituto Jones de Medicina Reproductiva de la Facultad de Medicina del Este de Virginia, en Norfolk (Virginia), donde se realizó el primer procedimiento de fecundación in vitro del país.
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En las personas sanas, la levocarnitina se encarga de transportar las grasas a las células y también es una fuente de combustible, según el fabricante de proXeed. Las grasas son la principal fuente de energía para el movimiento de los espermatozoides. La acetil-L-carnitina, según la empresa, es importante para el desarrollo de las membranas celulares, otro componente importante de los espermatozoides que les permite fecundar el óvulo. ProXeed también contiene fructosa, una de las principales sustancias energéticas del semen, y ácido cítrico, un intermediario clave en la producción de energía, según la empresa.
Una condición "muy tratable"
John Harrist es la típica pareja masculina en una relación infértil, dice Lipshultz. Los médicos no encontraban nada malo en Laurie Harrist, así que hace dos años pidieron a su marido que se sometiera a un examen. A menudo se pasa por alto a los hombres en las parejas infértiles, dice Lipshultz, porque se les considera "sólo productores de esperma". Pero casi la mitad de las veces, es el hombre el que tiene el problema de infertilidad, y la infertilidad masculina es "muy tratable."
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Harrist se quedó de piedra cuando descubrió que había suspendido el test de esperma. Se supone que un varón normal tiene entre 60 y 120 millones de espermatozoides por mililitro de semen. El recuento de Harrist era de sólo 180.000 por mililitro. Además, su motilidad (el movimiento de nado de los espermatozoides) era sólo del 5%, lo que significa que sólo cinco de cada 100 espermatozoides estaban activos. "Estaba muerto de miedo", dice Harrist. Su mujer tuvo que salir del trabajo ese día porque "estaba llorando mucho".
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Lipshultz determinó que Harrist tenía problemas de circulación y le practicó una reparación de varicocele bilateral, reubicando las venas a ambos lados de los testículos. La operación mejora el flujo sanguíneo y reduce la temperatura corporal en la región inguinal. Harrist estuvo dolorido durante unos días, pero dice que la operación "mereció la pena por lo que espero que consiga" porque los resultados de las pruebas mostraron una mejora espectacular. El recuento de espermatozoides de Harrist en noviembre de 1998 ascendió a 3,3 millones, y la motilidad aumentó a entre el 35% y el 40%, según los archivos médicos del paciente. Pero las cifras aún no eran lo suficientemente altas, por lo que Lipshultz recomendó proXeed.
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Harrist lleva cuatro meses y medio tomando el medicamento dos veces al día, siete días a la semana. Sus recuentos recientes de esperma han oscilado entre 3,5 millones y 4,2 millones, y su motilidad ha variado del 30% al 40%. "Definitivamente, diría que me ha ayudado", dice Harrist.
Harrist, sin embargo, no participa en el estudio en curso de proXeed. Fue descalificado debido a su operación.
La calidad del esperma de Harrist ha mejorado mientras ha tomado proXeed, dice Lipshultz. La calidad del esperma es la evaluación subjetiva de lo bien que se mueven los espermatozoides. Se puntúa en una escala de 0 a 4,0, que se considera perfecta. Harrist obtuvo una puntuación de 2,0 en la calidad del esperma antes de la operación, dice Lipshultz. Después de la operación, la puntuación de Harrist subió brevemente a 2,5 y luego volvió a bajar a 2,0. Después de tomar proXeed, la puntuación de Harrist volvió a subir a 2,5, dice Lipschultz.
Harrist es un antiguo policía militar de la reserva del Ejército de Estados Unidos que todavía responde a las preguntas con "Sí, señor" y "No, señor". Está en plena forma, con sus musculosas 247 libras en una contextura de 1,80 metros. No obstante, la capacidad de un hombre para producir esperma de calidad puede variar mucho de un mes a otro, y también puede verse afectada por cambios en la salud, la dieta y los niveles hormonales, dice Lipshultz.
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Harrist está medicado para la hipertensión, pero no fuma ni bebe. Dice que probablemente se ha tomado cinco cervezas en toda su vida. Hace mucho ejercicio. Cinco días a la semana sale a correr cinco kilómetros por las calles de las afueras; luego va al gimnasio a levantar pesas durante 45 minutos.
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Él y su mujer desean desesperadamente tener un bebé. "Mi mujer y yo somos cristianos y queremos mucho a los niños", dice. "Creemos que seríamos buenos padres".
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Se ha llegado al punto de que Laurie Harrist ya no puede ir a los baby showers. "No podía pasar por el dolor de ir allí", dice su marido. "Ella iba a esas cosas y lloraba y lloraba y lloraba".
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El mes pasado le vino la regla con 12 días de retraso, pero fue una falsa alarma. Así que John sigue haciendo ejercicio, cuidando su dieta y tomando proXeed. Y él y su mujer siguen rezando.
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"Sé que Dios lo hará realidad", dice.
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Ralph Cipriano es un escritor independiente de Filadelfia. Fue redactor de Los Angeles Times y del Philadelphia Inquirer.
