La doctora expone 5 errores comunes que cometen los hombres con la comida y que pueden provocar más grasa en el vientre.
Estás trabajando para adelgazar, pero tu barriga aún no se ha movido mucho.
Quizá estés cometiendo uno de estos errores. Cambiar estos hábitos podría marcar la diferencia. Perder la grasa sobrante del vientre puede reducir las probabilidades de padecer enfermedades cardíacas, diabetes o hipertensión, entre otras.
El ejercicio es fundamental para la salud [del corazón]. Pero perder peso empieza por lo que nos llevamos a la boca. -- Dr. Brett White
1. Pensar que vas a trabajar para bajar de peso
Puede que confíes en que podrás compensarlo en el gimnasio, pero piénsalo dos veces.
Hay un mito sobre el papel del ejercicio en la pérdida de peso, dice Brett White, MD, un médico de medicina familiar en Newport Beach, CA. El ejercicio es fundamental para la salud [del corazón]. Pero, siendo realistas, perder peso empieza por lo que nos llevamos a la boca.
El nutricionista Manuel Villacorta, RD de San Francisco, fundador del sitio web de control de peso EatingFree.com, atiende a muchos hombres de 40 años o más que han descubierto las deficiencias del ejercicio en sus esfuerzos por perder peso.
Es lo que funcionaba antes, dice Villacorta, pero ahora descubren que no tiene el mismo efecto.
Por supuesto, hay que ser activo para perder peso y mantenerlo. Pero no cuente con que el ejercicio por sí solo cubra las calorías, sobre todo si se consume demasiado a menudo.
2. No planificar tus comidas -- o saltártelas por completo
No se trata sólo de lo que comes. También importa cuándo se come.
Si comes a la carrera o a horas intempestivas, puedes estar desviando las señales cerebrales que te indican cuándo tienes hambre y cuándo estás satisfecho. Y eso puede llevarle a comer más de lo que debería.
Saltarse las comidas para adelgazar también es una mala idea.
Cuando se pospone la comida, el metabolismo se ralentiza y el cuerpo empieza a almacenar grasa. Cualquier cosa que afecte a la tasa metabólica contribuirá a la acumulación de grasa, dice Villacorta. La mayor parte de esa grasa, añade, se almacena en la sección media.
El metabolismo se ralentiza de forma natural a medida que se envejece, dice Villacorta, pero se puede mantener lo más activo posible comiendo con regularidad. Esto significa que hay que desayunar, almorzar y cenar, con tentempiés saludables entre medias.
Además, es menos probable que te excedas en la siguiente comida si no te dejas llevar por el hambre en primer lugar. El hambre excesiva suele ir seguida de un atracón, dice White.
3. Abatir comidas del tamaño de un hombre
Controlar el tamaño de las porciones es clave para controlar el tamaño de tu tripa.
Tus tres comidas, dice Villacorta, no deben tener más de 700 calorías cada una. Una taza de avena cortada al acero con una taza de arándanos y una cucharada de nueces es un buen desayuno energético.
El almuerzo y la cena deben consistir en 4 ó 5 onzas de carne magra o pescado rico en omega-3, como el salmón, para las proteínas, con verduras y un grano entero, como la quinoa o el arroz integral. Si eres vegetariano, asegúrate de incluir una fuente vegetal de proteína magra en cada comida.
Para los tentempiés de media mañana y media tarde, evita las patatas fritas y las galletas. En su lugar, come una manzana y una taza de yogur griego descremado.
Según la experiencia de Whites, cuanto más sana sea la comida que se come, más se puede permitir.
La gente piensa que hacer dieta significa comer menos; se imaginan el hambre, dice. Pero si se pasa del filete y las patatas a la fruta y la verdura, en realidad se puede comer más.
Si comes alimentos procesados, comprueba la etiqueta. Pueden tener más grasa y azúcar de lo que crees.
4. Comer porque estás estresado
Cuando te sientes ansioso, es más probable que recurras a alimentos dulces y grasos como los dulces y las galletas.
Así que si quieres aplanar tu vientre, tienes que tomar medidas para controlar tus niveles de estrés.
Para su propio estrés, Villacorta sigue las recomendaciones de sus terapeutas y realiza algunos sencillos ejercicios de relajación. Dos veces al día, dedica unos minutos a respirar profundamente.
Empecé a hacerlo y fue increíble, dice. "El estrés va a estar ahí, dice Villacorta, pero aún puedes aprender a estar sano.
5. Pasar por alto las calorías líquidas
Sabes cuántas calorías tiene esa bebida?
Comprueba la etiqueta. O toma un vaso de agua o té. Y si bebes leche, opta por la desnatada o la baja en grasas. Seguirás recibiendo el calcio y la vitamina D que necesitas, pero sin las calorías añadidas.
Además, no te pases con el alcohol. Tiene calorías; y cuando bebes y te relajas, puedes comer más de lo que comerías si estuvieras sobrio.