Un espermatocele es un quiste lleno de líquido que crece cerca de los testículos. Conozca los síntomas y tratamientos de esta afección común.
Un espermatocele (también llamado quiste espermático o epididimario) es un saco lleno de líquido que crece en el epidídimo, un tubo estrechamente enrollado de unos 6 metros de largo donde los espermatozoides maduran a su paso. Se encuentra en el escroto y rodea la parte posterior y superior del testículo.
Los espermatoceles varían en tamaño. Normalmente no duelen, pero pueden causar dolor si crecen demasiado. Los espermatoceles pueden ser lisos. También pueden estar llenos de un líquido blanquecino y turbio. A veces, contienen espermatozoides. La mayoría de las veces son benignos (no cancerosos). No obstante, si notas un crecimiento cerca o dentro del pene o del escroto (la bolsa que contiene los testículos), acude a tu médico para que lo revise. Los espermatoceles no afectan a la fertilidad.
Causas y factores de riesgo del espermatocele
Los espermatoceles suelen contener charcos de esperma muerto. Los médicos no están seguros de cuál es la causa. A menudo, los espermatoceles se desarrollan sin ninguna razón específica. A veces pueden producirse cuando se bloquea uno de los conductos que transportan y almacenan los espermatozoides.
Factores de riesgo del espermatocele
Los espermatoceles son bastante frecuentes. Aproximadamente 3 de cada 10 hombres los padecerán en algún momento de su vida. Los hombres de 20 a 50 años son los más propensos a padecerlos.
No tienen muchos factores de riesgo conocidos. Los hombres cuyas madres tomaron el fármaco dietilbestrol durante el embarazo pueden tenerlos más. Los médicos dejaron de utilizar este fármaco en 1971.
Diagnóstico del espermatocele
La mayoría de las veces, los espermatoceles no duelen, por lo que es posible que no tenga ningún síntoma. Puede que sólo sientas un bulto al examinar tus testículos. Es posible que su médico lo encuentre durante un examen. A medida que el quiste aumenta de tamaño, puedes sentir pesadez en el testículo. También puede notar una masa o hinchazón detrás o encima del testículo.
Es probable que tu médico te haga un par de pruebas para asegurarse de que el crecimiento es un espermatocele y no un tumor. Probablemente comenzará con un examen físico. También le harán una transiluminación o una ecografía.
La transiluminación consiste en que el médico proyecta una luz a través del escroto. Si el crecimiento es un espermatocele, la luz brillará a través de él. Si es una masa, no lo hará.
La ecografía es el siguiente paso si la transiluminación no muestra líquido. Esta prueba utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para crear imágenes en una pantalla.
Tratamiento del espermatocele
La mayoría de las veces no se tratan. Su médico puede recetarle analgésicos para que esté más cómodo.
La aspiración es un procedimiento que puede ayudar a aliviar parte del dolor y la presión de los espermatoceles. El médico introducirá una aguja en el quiste para extraer parte del líquido.
Si el quiste se rellena y vuelve a aparecer, su médico puede realizar un procedimiento llamado escleroterapia. Su médico drenará parte del líquido del espermatocele. Luego utilizará una sustancia que hace que el saco se llene de tejido cicatricial. Este tejido puede reducir el riesgo de que el espermatocele vuelva a aparecer. Pero puede dañar el epidídimo. Su médico puede sugerir esta opción sólo si no está interesado en tener hijos.
En raras ocasiones (si el espermatocele se interpone en su vida diaria), su médico podría extirparlo mediante cirugía. El médico adormecerá la zona, hará una pequeña incisión (corte) en el escroto o en la ingle y eliminará el crecimiento.
Prevención del espermatocele
No hay forma de prevenir un espermatocele. Pero es una buena idea revisar el escroto con regularidad para notar cambios, incluyendo cualquier masa.
Siga estos pasos para examinar sus testículos:
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Usando un espejo, busque cualquier hinchazón.
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Examine cada testículo con ambas manos, colocando los dedos índice y medio por debajo y los pulgares por encima.
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Haga rodar suavemente cada testículo entre los pulgares y los dedos.
Haz una autocomprobación una vez al mes. Así será más fácil notar si algo cambia. Si notas un bulto o algo inusual, llama a tu médico.