¿Cómo cambian los órganos sexuales en tamaño, aspecto y función con la edad?
En algún momento entre los 9 y los 15 años, la hipófisis libera hormonas que le indican al cuerpo que empiece a producir testosterona. Comienza la pubertad y trae consigo cambios. Los testículos, el escroto, el pene y el vello púbico comienzan a crecer. Los niveles de testosterona alcanzan su punto máximo entre el final de la adolescencia y el principio de los 20 años.
La cantidad de testosterona en el cuerpo puede disminuir ligeramente desde finales de los 20 hasta los 40 años, pero el cambio es mínimo.
A partir de los 40 años, los niveles totales pueden descender sólo un poco. Sin embargo, el cuerpo empieza a producir lentamente una proteína llamada globulina fijadora de hormonas sexuales (SHBG). Esta proteína se adhiere a la testosterona en la sangre y reduce la cantidad que el cuerpo puede utilizar.
A medida que los niveles de testosterona disminuyen, notará otros cambios... en su:
Vello púbico: Al igual que el vello del resto del cuerpo, se adelgazará y puede volverse gris.
El tamaño del pene: Puede notar que no parece tan grande como antes. El tamaño real probablemente no ha cambiado en absoluto. Pero si tiene más grasa en el hueso púbico, justo encima del pene, esa zona puede descolgarse y hacer que parezca más pequeño.
Forma del pene: Para un pequeño número de hombres, puede curvarse con la edad. Esto puede afectar a su longitud, grosor y funcionamiento. Esta afección, denominada enfermedad de Peyronies, está causada por un traumatismo físico, normalmente porque el pene se dobla durante las relaciones sexuales. Al curarse, se forma un tejido cicatrizado a lo largo de la túnica albugínea, una funda resistente que rodea el tejido esponjoso y que se llena de sangre para crear una erección. La parte cicatrizada no puede expandirse, provocando una erección curvada. Esta afección suele corregirse quirúrgicamente o tratarse con medicamentos.
Testículos: Estos pequeños órganos situados en el interior del escroto sirven principalmente para producir esperma. A medida que los niveles de testosterona disminuyen, la producción de esperma se ralentiza y se encogen.
Si recibe una terapia de reemplazo hormonal, su glándula pituitaria dejará de enviar señales a sus testículos para que produzcan testosterona, y se encogerán más.
Escroto: Su función es controlar la temperatura de los testículos. Está revestido de un músculo liso que se contrae y se relaja para acercar los testículos al cuerpo y mantenerlos calientes o dejarlos caer para que se enfríen. A medida que envejece, los músculos no funcionan tan bien y el escroto se mantiene en una posición más floja. Si esto se combina con la disminución natural de la elasticidad de la piel, la flacidez empeora.
Si tienes más de 40 años, un hidrocele también puede hacer que tu escroto se hunda. Se produce cuando se acumula líquido alrededor de uno o ambos testículos. Puede que tu cuerpo produzca demasiado líquido o que no pueda drenar bien. Generalmente es indoloro. Si notas hinchazón o sientes alguna molestia, acude a tu médico.
Función del pene: Los nervios del pene se vuelven menos sensibles con la edad. Esto puede provocar problemas de excitación y de orgasmo. A medida que los niveles de testosterona disminuyen, la disfunción eréctil es más probable. Puede perder la rigidez, pero no necesariamente la capacidad de mantener relaciones sexuales.
Quizás el culpable más común sea la incapacidad del cuerpo para retener la sangre en el pene. Cuando esto ocurre, es posible conseguir una erección pero no mantenerla. La sangre entra, pero el músculo envejecido que rodea el tejido eréctil no puede retenerla. El resultado: la pérdida de dureza.
Los cambios en los órganos sexuales y la sexualidad son una parte normal del envejecimiento. Hable con su médico si los cambios relacionados con la edad están afectando a su vida y a sus relaciones. Existe un tratamiento eficaz.