Los mismos tratamientos que se utilizan para los niños con TDAH también sirven para los adultos. En la mayoría de los casos, se trata de una combinación de medicamentos y terapia conversacional.
Por ejemplo, puede que de adulto seas menos hiperactivo. Pero es muy probable que siga teniendo síntomas que afecten a su calidad de vida. Los adultos pueden tener problemas para prestar atención, controlar los impulsos y organizarse. Estos problemas pueden afectar al trabajo, a las relaciones y a la autoestima.
Los mismos tratamientos que se utilizan para los niños con TDAH también sirven para los adultos. En la mayoría de los casos, se trata de una combinación de medicamentos, estrategias de comportamiento, entrenamiento en habilidades para la vida y terapia. Esto se llama tratamiento multimodal.
A veces, los medicamentos que tomabas de niño pueden funcionar de forma diferente porque tu cerebro, tu cuerpo y tus síntomas pueden haber cambiado. En la edad adulta, es posible que necesites otras habilidades para organizarte y gestionar tu tiempo. Y puede que necesites tratamiento para otros problemas como la depresión o la ansiedad.
Para sacar el máximo partido a cualquier tratamiento, es bueno saber específicamente cómo te afecta el TDAH. ¿Te dificulta cumplir los plazos en el trabajo? ¿Tiene problemas en las relaciones con su cónyuge o sus hijos? Si lo sabes, podrás buscar la atención que mejor se adapte a ti. Y podrá saber mejor si está funcionando.
¿Qué medicamentos funcionan?
Los medicamentos... son el principal tratamiento para el... TDAH. Pero encontrar el que mejor funcione en tu caso puede llevar algo de ensayo y error, y lo que funciona al principio puede no hacerlo tan bien con el tiempo. Además, aunque muchos fármacos funcionan tanto en niños como en adultos con TDAH, la clonidina (Catapres, Jenloga, Kapvay), la guanfacina (Intuniv, Tenex) y el modafinilo (Provigil) no se han investigado bien en adultos y no se recetan mucho.
Estimulantes: suelen ser la primera opción para el TDAH y suelen ser los que mejor funcionan. Por lo general, se empieza con una dosis baja. Luego se aumenta cada 7 días hasta llegar a controlar los síntomas sin demasiados efectos secundarios.
Para la mayoría de los adultos, los estimulantes de acción prolongada funcionan mejor. Duran entre 10 y 14 horas, por lo que no hay que acordarse de tomar tantas pastillas.
Una vez que la dosis sea la adecuada, habrá que hacer un seguimiento regular para asegurarse de que el fármaco sigue funcionando y de que los efectos secundarios son menores. La mayoría de los adultos con TDAH tendrán que seguir tomando medicamentos, pero algunos podrán dejarlos. Su médico puede sugerirle:
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Dejar los medicamentos una vez al año para ver si todavía los necesita.
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Tomar unas vacaciones del medicamento para que tu cuerpo no se acostumbre demasiado a él. De lo contrario, podrías necesitar una dosis mayor.
Es posible que pueda controlar sus efectos secundarios cambiando la dosis o la hora del día en que lo toma. Los efectos secundarios más comunes son:
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Anorexia... o pérdida de apetito
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Ansiedad?o pánico
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Sequedad en la boca
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Dolor de cabeza
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Nerviosismo
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Mal humor
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Ligero aumento de la?presión arterial?y del pulso
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Problemas para dormir
Los estimulantes son eficaces, pero no son para todos. Para algunos, los efectos secundarios son demasiado. Y es conveniente evitar los estimulantes si tienes ciertas condiciones, como:
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Trastorno bipolar
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Ansiedad
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Latidos del corazón más rápidos de lo normal o cuyo ritmo está alterado
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Presión arterial alta
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Psicosis
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Anorexia severa
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Problemas de abuso de sustancias
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Síndrome de Tourette
No estimulantes: cuando los estimulantes no son una opción, otra opción es la atomoxetina (Strattera). Este fue el primer fármaco no estimulante aprobado sólo para el TDAH. Sus efectos no son tan rápidos como los de los estimulantes, pero a algunas personas les funciona bien.
Se empieza con una dosis baja y se suele aumentar cada 5-14 días hasta encontrar el equilibrio adecuado. Los efectos secundarios son similares a los de los estimulantes y pueden incluir estreñimiento, disminución del deseo sexual y malestar estomacal.
Antidepresivos: no es necesario estar deprimido para que el médico los recete para el TDAH. No suelen ser la primera opción para la enfermedad, pero pueden ayudar a algunas personas. Una de las opciones más comunes es el bupropión (Wellbutrin). El médico puede recomendarlo si tienes un problema de abuso de sustancias o un trastorno del estado de ánimo, además del TDAH.
¿Puede ayudar la terapia conversacional?
Sí. La medicación adecuada, junto con un buen terapeuta, es una combinación poderosa... La terapia conversacional... puede ayudaros a ti y a los miembros de tu familia a aprender más sobre cómo funciona el TDAH y cómo afrontar mejor los problemas que puede crear.
Hay muchos tipos de terapia conversacional. Dos de las más comunes para el TDAH son:
Terapia cognitivo-conductual: aprendes a cambiar tus pensamientos y acciones de forma que tengas más control sobre tu vida. Puede ayudar con los retos en la escuela, el trabajo y las relaciones. Y se utiliza para tratar problemas como el abuso de sustancias y la depresión.
Asesoramiento matrimonial y terapia familiar. Tú y los miembros de tu familia aprendéis a comunicaros mejor y a detectar patrones que puedan causar problemas. El asesoramiento puede ayudar a los seres queridos a entender que los problemas no se deben simplemente a que eres desordenado u olvidadizo.
Terapia electrónica
La ciberterapia puede ser una solución si no puedes permitirte un terapeuta tradicional, te sientes incómodo visitando a un médico en persona o no encuentras ayuda cualificada en tu zona. Los consejeros pueden llegar a las personas de diferentes maneras:
El asesoramiento telefónico no es una idea nueva. Muchos terapeutas han informado de resultados positivos para sus clientes utilizando esta opción cada vez más extendida.
Algunas de las ventajas son:
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Costes más bajos
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Mayor comodidad
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Anonimato
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Una mayor sensación de control para la persona que busca ayuda.
Videoconferencia. Esto puede ser especialmente valioso para las personas que viven en zonas rurales, donde los viajes son difíciles, o donde puede que no haya muchos consejeros con las habilidades necesarias. Por lo general, las personas que utilizan este método tienen más sesiones que en persona.
Comunicación por texto... Ya sea por correo electrónico, salas de chat o mensajes directos, los textos facilitan que la gente se ponga en contacto con un terapeuta. También pueden facilitar un asesoramiento más directo. La investigación sobre esta nueva tendencia está en curso. En general, se considera que es eficaz y útil. Sin embargo, hay pruebas de que la función de chat es más eficaz que el correo electrónico.
¿Qué hay de un entrenador para el TDAH?
Puede aprender habilidades prácticas, incluyendo cómo hacer planes, establecer metas, manejar el tiempo y mantenerse organizado. Un coach puede compartir sugerencias y consejos y mantenerte centrado y motivado para realizar los cambios que deseas. Los estudios demuestran que el coaching puede ayudarte a alcanzar tus objetivos, a controlar el estrés y a conseguir más cosas en tu vida.
Qué hay de una comunidad online de TDAH?
Puede ayudar a conectar con otras personas que tienen TDAH o que conocen a alguien con él. Un grupo de apoyo es una forma de hacerlo. Para encontrar un grupo de apoyo para el TDAH, consulta el sitio web de CHADD (Children and Adults with Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder). Esta organización sin ánimo de lucro tiene delegaciones en todo Estados Unidos. En la página web de CHADD, utiliza la pestaña Get Support para encontrar apoyo y delegaciones locales.
Qué pasa si también tengo otras enfermedades?
Las personas con TDAH son más propensas a tener problemas de salud mental como ansiedad, depresión y abuso de drogas. Estos tipos de trastornos, y sus tratamientos, pueden afectar al TDAH y viceversa.
Por ejemplo, algunos medicamentos estimulantes para el TDAH pueden empeorar los síntomas de ansiedad. Por lo tanto, si tienes ambos trastornos, tu médico se fijará en cuál de ellos te causa más problemas a la hora de decidir tu plan de tratamiento.
Por otro lado, las investigaciones han demostrado que el tratamiento del TDAH con estimulantes puede ayudar a las personas que también padecen un trastorno por consumo de sustancias a permanecer en los programas de tratamiento de la adicción.
En otras ocasiones, el médico puede combinar de forma segura tratamientos para más de una enfermedad. Una mezcla de antidepresivos y estimulantes puede ayudar si tienes depresión junto con el TDAH.
Algunos síntomas del TDAH también pueden ser signos de otras afecciones, como trastornos del comportamiento o depresión. O los medicamentos para el TDAH pueden tener efectos secundarios que parezcan problemas de salud mental diferentes. Por eso es importante que hables con tu médico cuando notes cambios en ti o en un ser querido. Si está en tratamiento, manténgalo al tanto de cualquier nuevo problema.