Cuando el melanoma se extiende más allá de la piel, puede afectar a cómo se siente. El médico le informa sobre los tratamientos que pueden controlar la enfermedad y ayudarle a sentirse mejor.
El melanoma se propaga cuando las células del tumor se desplazan por los tejidos, la sangre o los ganglios linfáticos de su cuerpo. Pueden instalarse en sus órganos y seguir creciendo allí. Pueden hacerlo porque son escurridizas. Todos los días, el cuerpo produce células cancerosas. Normalmente no consiguen superar los puntos de control del sistema inmunitario, que las destruye. Pero las células del melanoma pueden utilizar estos puntos de control para evitar el ataque.
Cómo se sentirá
La forma en que la enfermedad le hace sentir depende del lugar del cuerpo al que se haya extendido el cáncer. Por ejemplo, si se extiende a los ganglios linfáticos, éstos pueden inflamarse y doler. Si el melanoma se extiende a los pulmones, puedes tener problemas para respirar o una tos que no desaparece. Si aparece en el hígado, puede tener indigestión, el vientre hinchado o la piel y los ojos amarillos, una condición llamada ictericia. En general, sin embargo, es habitual que las personas con melanoma avanzado se sientan muy cansadas, no tengan hambre y pierdan peso sin proponérselo.
En función de dónde se extienda la enfermedad y de su estado de salud, su médico puede sugerirle algunos tratamientos que le ayuden al máximo. Es importante que tenga una conversación abierta y sincera con ellos sobre el tipo de terapia que desea, la duración de la misma y los objetivos de su cuidado.
Tratamientos para el melanoma avanzado
En la mayoría de los casos, el tratamiento no puede curar el melanoma avanzado. Pero algunos pueden ayudarle a vivir más tiempo y a sentirse mejor. El objetivo de cualquier terapia que recibas será reducir o eliminar tu tumor, evitar que el cáncer se extienda más y aliviar tus síntomas.
Cirugía.
Es la principal forma de eliminar el melanoma de la piel y los ganglios linfáticos. También es posible que le operen de los órganos donde el cáncer se ha extendido. No hay garantía de que el cirujano lo elimine todo. Algunos melanomas son demasiado pequeños para verlos, incluso con escáneres de alta tecnología.
Radiación.
El médico puede recomendar la radiación para eliminar cualquier célula cancerosa que haya quedado tras la cirugía o si el melanoma se extiende al cerebro o a los huesos. También puede aliviar el dolor de la enfermedad o tratar el melanoma que reaparece una y otra vez?
Inmunoterapia o terapia biológica.
Estos fármacos ayudan a su sistema inmunitario a encontrar y atacar las células cancerosas. Dependiendo de los que tome, es posible que tenga que acudir al tratamiento cada 2, 3 o 4 semanas.
Es posible que su médico quiera que tome más de un medicamento. Algunos estudios demuestran que las personas que lo hacen tienen menos efectos secundarios.
La otra cara de la inmunoterapia es que a veces estos fármacos hacen que su sistema inmunitario ataque a los órganos sanos. En ese caso, es necesario interrumpir el tratamiento del melanoma y tomar medicamentos para detener el ataque.
Terapia dirigida.
Estos fármacos desactivan los genes de las células del melanoma que las hacen crecer sin control. La terapia dirigida puede hacer un buen trabajo al principio, pero tiende a dejar de funcionar con el tiempo. En ese caso, habrá que probar otro tratamiento.
Es raro, pero la terapia dirigida puede causar problemas en el corazón, el hígado, los riñones, la piel o los ojos. Algunas personas pueden padecer un tipo diferente de cáncer de piel llamado carcinoma de células escamosas. Asegúrese de revisar su piel e informar a su médico sobre cualquier marca que sea nueva, que cambie, que pique o que sangre.
Quimioterapia.
Los fármacos de la quimioterapia recorren todo tu cuerpo y atacan a las células que se dividen más rápidamente, como las células cancerosas... Este tratamiento lo recibes en ciclos que duran unas semanas. Después de un ciclo, tienes tiempo libre para dejar que tu cuerpo se recupere.
La quimioterapia puede reducir el tamaño del cáncer, pero lo más probable es que empiece a crecer de nuevo al cabo de unos meses y necesite más tratamiento. La inmunoterapia y la terapia dirigida suelen funcionar mejor.
Algunos fármacos de la quimioterapia pueden dañar los nervios y provocar dolor, ardor, hormigueo o debilidad, o aumentar la sensibilidad al calor o al frío. Estos problemas suelen desaparecer cuando se interrumpe el tratamiento. ?
Otros efectos secundarios son:
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Pérdida de cabello
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Llagas en la boca
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Infección
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Moretones o hemorragias
Efectos secundarios generales
Cada tipo de tratamiento tiene sus propios efectos secundarios particulares a los que hay que prestar atención. Pero tienen algunos en común:
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Sentirse muy cansado
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Cambios en su apetito
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Estreñimiento o diarrea
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Picor
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Erupciones cutáneas
Informe a su médico si tiene algún efecto secundario, aunque no parezca demasiado grave. Su médico puede ayudarle a controlarlos o a evitar que empeoren.