El TDAH puede hacer que su boca se mueva más rápido que su cerebro. Utiliza estos consejos para frenar el habla impulsiva.
Es una situación clásica del TDAH: Tienes algo que decir durante una conversación y tu cerebro va a toda velocidad. Te sientes ansioso porque quieres sacar esa idea antes de que se te olvide. Así que interrumpes a alguien a mitad de la frase o terminas sus pensamientos por él. Y así, la discusión se convierte en un dilema.
El TDAH difumina los límites entre lo que debes decir, lo que no debes decir y cuándo hablar. El comportamiento impulsivo, uno de los principales síntomas del trastorno, puede hacer que los demás se sientan enfadados o heridos y que tú también te sientas mal.
La vida no tiene un botón de rebobinado, pero hay formas de construir bloqueos en tu cerebro que mantengan el impulso y dejen salir las partes buenas.
Primer paso: conciencia
Dónde se produce con más frecuencia tu comportamiento impulsivo? ¿En el trabajo? En el hogar? En situaciones de estrés?
"El primer paso es siempre crear conciencia en torno al origen de la impulsividad", dice Linda Walker, entrenadora de TDAH certificada profesionalmente y presidenta del Comité del Lugar de Trabajo de la Asociación de Trastorno por Déficit de Atención. "¿Qué situaciones tienden a generar un comportamiento impulsivo?".
Una vez que descubras los lugares que más te provocan, haz un balance de lo que ocurre en tu cuerpo poco antes de soltar algo. Quizá aprietes la mandíbula o los puños. Puede que te muevas nerviosamente o que cambies el peso de un pie a otro. Utiliza estas pistas físicas como recordatorios para pasar al siguiente paso.
Segundo paso: Manténgase presente
Piense en una conversación en la que se sintió ansioso mientras esperaba para compartir sus pensamientos. En lugar de centrarte en lo lenta que estaba siendo y en la tensión que se estaba generando en tu interior, adopta en su lugar una visión global de ti mismo.
"En tu entusiasmo por querer conectar, imagina que te estás mirando desde arriba", dice Dale Davison, un entrenador de TDAH certificado profesionalmente. "Pregúntate a ti mismo: ¿Cuál es el objetivo de esta conversación? ¿Cómo puedo aprovechar al máximo esta oportunidad de conectar con esta persona? ¿Cómo puedo contribuir y escuchar realmente?"
Estar presente es la base de la atención plena, una técnica que puede ser útil para las personas con TDAH. Davison señala el recordatorio STOP:?
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S: Deja de estar en piloto automático.
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T: Respira con atención.
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O: Observa cómo va la conversación, dónde está tu atención, tus impulsos y lo que ocurre en tu cuerpo.
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P: Procede continuando o corrigiendo lo que está sucediendo en tu mente y en tu cuerpo.
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Paso 3: Crear un nuevo impulso
El discurso impulsivo suele traer... a los adultos con TDAH problemas en el trabajo. "Alguien presenta un proyecto interesante que el adulto con TDAH encuentra emocionante, así que se ofrece a participar sin tomarse el tiempo de comprobar si tiene tiempo para un compromiso más", dice Walker. ?
Sugiere sustituir ese "¡Sí!" por "Suena interesante. Te haré saber si puedo participar en cuanto compruebe mi agenda".
"Para sustituir el viejo impulso del sí por el nuevo, tienen que repetir ese mismo discurso varias veces", dice Walker. "Hago que mis clientes lo practiquen con amigos para que se acostumbren a usar el nuevo impulso para crear un amortiguador".
¿Tienes miedo de olvidar tu nueva respuesta? Toma notas.
Paso 4: Utiliza tus herramientas
Aprender a frenar la impulsividad no es cosa de una sola vez: es algo que hay que practicar a menudo para estar un paso por delante del TDAH.
Llena tu caja de herramientas para el TDAH con lo que mejor funcione para ti. La medicación puede proporcionar esa pausa antes de que aparezca el comportamiento impulsivo. También puedes intentar trabajar con un entrenador de TDAH que pueda crear estrategias específicas para compensar las formas en que el trastorno afecta a tu vida.