¿Tiene usted un mayor riesgo de padecer una enfermedad pulmonar intersticial? Si padece ciertas enfermedades autoinmunes que pueden afectar a sus pulmones o trabaja en empleos en los que está expuesto a sustancias químicas en el aire, puede correr el riesgo de padecer una EPI. Averigüe si debe someterse a una prueba de detección de EPI y qué medidas puede tomar para reducir el riesgo de padecer esta enfermedad.
Factores de riesgo para desarrollar una enfermedad pulmonar intersticial
La enfermedad pulmonar intersticial (EPI) es un grupo de más de 200 enfermedades pulmonares. La mayoría de ellas son crónicas o de larga duración. En la EPI, la inflamación cicatriza y daña los pulmones.
La EPI tiene muchos factores de riesgo. El hecho de tener un factor de riesgo no es garantía de que vaya a padecer esta enfermedad.
¿Qué es la EPI?
La EPI también se denomina fibrosis pulmonar. En la EPI, la inflamación ataca y daña el intersticio, el tejido conectivo que hay dentro y alrededor de los pulmones, los sacos de aire y las vías respiratorias. Se desarrolla un tejido cicatrizal duro y fibroso en los pulmones que puede dificultar la respiración.
La mayoría de las personas con EPI tienen tos o dificultad para respirar. También puede tener síntomas como fatiga, pérdida de peso inexplicable, dolor en el pecho, pérdida de apetito, respiración rápida o superficial, o sangrado en los pulmones.
Algunas personas con EPI tienen síntomas muy leves, mientras que otras pueden tener problemas respiratorios graves. La enfermedad pulmonar intersticial puede ser leve durante mucho tiempo y luego empeorar repentinamente.
Dado que estos síntomas pueden ser consecuencia de muchas otras enfermedades pulmonares, es importante que acuda a su médico lo antes posible. Éste puede realizarle algunas pruebas para diagnosticar la enfermedad pulmonar intersticial:
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Examen físico
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Análisis de sangre y de líquido pulmonar
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Pruebas de función pulmonar para medir lo bien que puede respirar
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Tomografía computarizada (TC) de alta resolución o radiografía de tórax
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Broncoscopia, en la que se introduce un dispositivo llamado broncoscopio en los pulmones para observar el tejido
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Biopsia en algunos casos para descartar otras causas, como el cáncer
Factores de riesgo de la enfermedad pulmonar intersticial
Hay algunos factores de riesgo que le hacen más propenso a desarrollar EPI, así que hable con su médico si tiene preguntas sobre su riesgo.
Complicación de la enfermedad. Tiene un mayor riesgo de padecer EPI si tiene alguna de estas enfermedades autoinmunes en las que la inflamación puede dañar los pulmones:
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Esclerodermia
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Esclerosis sistémica (SSc)
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Artritis reumatoide (AR)
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Sarcoidosis
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Dermatomiositis
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Polimiositis
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Enfermedad mixta del tejido conectivo (MCTD)
Si tiene esclerosis sistémica, también corre un riesgo muy alto de desarrollar EPI. La mayoría de las personas que tienen SSc desarrollan una EPI u otra enfermedad pulmonar grave. Si tiene la forma difusa de la SSc o se le ha diagnosticado recientemente, tiene un riesgo muy alto de padecer una EPI.
Dado que es habitual desarrollar una EPI si ya tiene SSc, su médico puede examinarle para detectar esta enfermedad pulmonar cada pocos meses durante los 3 primeros años tras el diagnóstico de SSc. La enfermedad pulmonar intersticial suele desarrollarse al principio de la evolución de la SSc.
Aire nocivo en el trabajo. Las personas que respiran productos químicos agresivos o partículas de aire procedentes del polvo de carbón, el humo del tabaco, los productos químicos de peluquería, el amianto, los jacuzzis, el polvo de cereales o los excrementos de aves o animales pueden desarrollar una EPI. Si usted trabaja en la minería, la agricultura, la construcción u otros trabajos en los que está expuesto a estas partículas en el aire, puede correr el riesgo de padecer una EPI.
Tratamientos para otras enfermedades. La quimioterapia, la radioterapia y ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios, los fármacos para el ritmo cardíaco irregular y algunos antibióticos, pueden dañar los pulmones y provocar una EPI.
Enfermedades genéticas. Las personas con enfermedades hereditarias como la neurofibromatosis o la enfermedad de Gaucher pueden tener un mayor riesgo de padecer una forma genética de EPI.
El tabaquismo. Los fumadores de tabaco corren un mayor riesgo de padecer una EPI, especialmente si tienen enfisema. Los vapers también pueden estar en riesgo: Hay nuevas pruebas que demuestran que el vapeo, o el uso de cigarrillos electrónicos que no contienen tabaco, puede causar EPI.
ERGE. La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), o el reflujo ácido a largo plazo, aumenta el riesgo de padecer EPI.
La edad. La enfermedad pulmonar intersticial es más común entre los adultos, pero los niños pueden desarrollarla.
¿Se puede prevenir la EPI?
Aunque no se pueden prevenir muchos tipos de EPI, se puede reducir el riesgo en algunas situaciones:
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Si trabaja en un puesto en el que está expuesto a sustancias químicas nocivas, utilice una máscara respiratoria para filtrar las partículas de aire agresivas.
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No fume. Evita el humo de segunda mano si puedes.
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Vacúnese para ayudar a prevenir infecciones pulmonares como la gripe, la neumonía o la COVID-19. Existe cierta preocupación de que las infecciones pulmonares graves puedan causar cicatrices y EPI. Algunas personas que han tenido COVID-19 pueden tener problemas pulmonares a largo plazo y desarrollar EPI.