VRS: síntomas, causas, prevención y tratamientos

el médico analiza los signos del VRS en los bebés, así como sus factores de riesgo, el tratamiento, el diagnóstico y la prevención.

El virus respiratorio sincitial (VRS) es un virus común, y muy contagioso, que infecta las vías respiratorias de la mayoría de los niños antes de su segundo cumpleaños.

En la mayoría de los bebés y niños pequeños, la infección no causa más que un resfriado. Pero para un pequeño porcentaje, la infección por VRS puede provocar problemas graves, a veces mortales, como neumonía o bronquiolitis, una inflamación de las pequeñas vías respiratorias de los pulmones.

Síntomas del VRS

La infección por VRS puede provocar síntomas similares a los del resfriado, como tos y secreción nasal, que suelen durar de 1 a 2 semanas.

Cuándo acudir al médico: Llame al médico de su bebé si nota alguno de los siguientes síntomas del VRS:

  • Un ruido agudo de silbido o sibilancia cuando respiran

  • Estar inusualmente molesto o inactivo

  • Una tos con mucosidad amarilla, verde o gris

  • Dificultad para respirar o pausas en sus respiraciones

  • Negarse a tomar el pecho o el biberón

  • Signos de deshidratación: falta de lágrimas al llorar, poca o ninguna orina en su pañal durante 6 horas y piel fría y seca

Si tu bebé está muy cansado, respira rápidamente, tiene dificultad para respirar o tiene un tinte azul en los labios o en las uñas, llama al 911 o ve a urgencias inmediatamente.

Causas y factores de riesgo del VRS

El virus respiratorio sincitial se propaga por el aire, como después de una tos o un estornudo, y por contacto directo, como el tacto.

La probabilidad de una infección grave es mayor para:

  • Los bebés nacidos prematuramente

  • Niños menores de 2 años que han nacido con una enfermedad cardíaca o pulmonar

  • Lactantes y niños pequeños cuyo sistema inmunitario está debilitado debido a una enfermedad o a un tratamiento médico

  • Niños menores de 8 a 10 semanas de edad

Diagnóstico del VRS

Para diagnosticar el VRS, el médico de su hijo probablemente examinará su historial médico y realizará un examen físico, incluyendo la escucha de sus pulmones.

El médico puede realizar algunas pruebas si su hijo está muy enfermo o para descartar otros problemas. Las pruebas para detectar el VRS incluyen:

  • Análisis de sangre y orina para buscar una infección bacteriana y asegurarse de que su hijo no está deshidratado

  • Radiografías de tórax para buscar cualquier signo de neumonía

  • Pruebas de material raspado de la nariz o la boca de su hijo

Prevención del VRS

Las medidas que puede tomar para tratar de evitar y prevenir el VRS incluyen:

  • Evite besar a su bebé si tiene síntomas de resfriado.

  • Limpia y desinfecta las superficies duras.

  • No dejes que nadie fume cerca de tu bebé.

  • Si es posible, mantén a tu bebé alejado de cualquier persona, incluidos los hermanos, con síntomas de resfriado.

  • Mantén a tu bebé alejado de las multitudes.

  • Pide a la gente que se lave las manos antes de tocar a tu bebé.

  • Limite el tiempo que los bebés de alto riesgo y los niños pequeños permanecen en la guardería, sobre todo desde finales de otoño hasta principios de primavera, cuando el VRS es más frecuente.

  • Lávate las manos con frecuencia, especialmente después de estar en contacto con alguien que tenga síntomas de resfriado.

No hay vacuna para el virus respiratorio sincitial. Pero un medicamento llamado palivizumab puede prevenir las infecciones por VRS y proteger a los bebés de alto riesgo de las complicaciones graves de la infección por VRS. Si su bebé tiene un alto riesgo, su médico puede administrarle una inyección mensual del mismo durante la temporada alta del VRS.

Tratamientos contra el VRS

Aunque el palivizumab puede ayudar a prevenir las complicaciones graves de la infección por VRS, los médicos no lo utilizan para tratar el VRS. Ningún medicamento trata el virus en sí. Por lo tanto, el cuidado de un bebé con infección por VRS implica el tratamiento de los síntomas y de cómo afecta al sistema respiratorio del bebé.

La mayoría de los bebés y niños pequeños pueden ser atendidos en casa:

  • Eliminar los fluidos nasales pegajosos con una jeringa de pera y gotas de suero.

  • Utilice un vaporizador de vapor frío para mantener el aire húmedo y facilitar la respiración.

  • Dale a tu pequeño líquidos en pequeñas cantidades a lo largo del día.

  • Utilice antifebriles sin aspirina, como el paracetamol. Compruebe la etiqueta y siga cuidadosamente todas las indicaciones.

Los bebés con casos más graves pueden necesitar ir a un hospital, donde su tratamiento puede incluir:

  • Oxígeno

  • Líquidos intravenosos

  • Medicamentos o procedimientos (intubación)para abrir sus vías respiratorias

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