El médico explica cómo los medicamentos, la oxigenoterapia y otros tratamientos pueden ayudar a combatir los síntomas de la fibrosis pulmonar idiopática (FPI).
Algunos fármacos nuevos pueden ayudar a ralentizar la enfermedad. Pueden evitar que se forme más tejido cicatricial en los pulmones. Otros tratamientos le ayudan a respirar con más facilidad, a controlar la tos, a darle más energía o a prevenir infecciones que podrían agravar su enfermedad.
Las opciones que elija dependerán de sus síntomas específicos, su estado de salud general y su edad. Habla con tu médico para determinar el mejor plan para que puedas disfrutar de tu vida y mantenerte activo.
Medicina
Dos medicamentos pueden ayudar a prevenir la formación de nuevas cicatrices en los pulmones, que son la causa de sus problemas respiratorios.
El nintedanib (Ofev) y la pirfenidona (Esbriet) bloquean un proceso del organismo que provoca la cicatrización pulmonar. Pueden impedir que la FPI empeore y ayudarle a respirar mejor.
Otros medicamentos combaten la inflamación que le hace sentirse mal o que provoca la cicatrización. Su médico puede sugerirle:
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Corticosteroides como la prednisona
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Medicamentos que ralentizan el sistema inmunitario, como la azatioprina (Imuran), la ciclofosfamida (Cytoxan) y el micofenolato mofetilo (CellCept)
La N-acetilcisteína o NAC (Mucomyst) es un antioxidante oral o en spray que se utiliza de forma salvaje para tratar la FPI. Sin embargo, un gran ensayo clínico publicado en mayo de 2014 demostró que no frena la progresión de la enfermedad.
Terapias que pueden ayudar
Los fármacos pueden tratar las cicatrices o los síntomas de la FPI, pero usted puede hacer otras cosas para respirar mejor y tener más energía.
Terapia de oxígeno.
Te ayuda a sentir menos falta de aire para que puedas seguir activo. Llevarás un pequeño y ligero tanque de oxígeno contigo y respirarás a través de un pequeño tubo en la nariz.
Rehabilitación pulmonar.
Haces ejercicios para ayudar a tu respiración y aumentar tu fuerza.
Tu terapeuta puede darte consejos para una dieta saludable para que mantengas tu peso y tus niveles de energía. También puede mostrarte cómo guardar tu energía para cuando más la necesites.
Cirugía
Si la cicatrización de su FPI es grave, su médico puede sugerir un trasplante de pulmón. La mayoría de la gente sólo piensa en hacerlo si otros tratamientos no están funcionando.
La mayoría de las personas que reciben un trasplante de pulmón son menores de 65 años. Pero si usted es mayor y no tiene otros problemas médicos graves, puede ser una opción para usted.
Es una operación importante. No hay muchos pulmones disponibles de donantes, por lo que se inscribirá en una lista para recibir uno. Mientras esperas, evita fumar, sigue una dieta sana, haz tus ejercicios de respiración y mantente lo más activo posible.
Una vez que te digan que se ha encontrado un donante, es posible que tengas que ir rápidamente al hospital para la operación, así que asegúrate de que tu médico pueda localizarte en todo momento.
No estarás despierto durante la operación. Los médicos le colocan tubos en la boca y en la tráquea que le ayudan a respirar mientras se lleva a cabo.
Durante la operación, el cirujano extrae el pulmón y los vasos sanguíneos que lo conectan al corazón. A continuación, conecta el nuevo pulmón a estos vasos sanguíneos.
Si recibe dos pulmones nuevos, necesitará una máquina de bypass cardiopulmonar para bombear oxígeno a la sangre durante la operación.
Un trasplante de un pulmón dura entre 4 y 8 horas, y un trasplante doble entre 6 y 12 horas.
Tras la operación, se recuperará en el hospital durante un máximo de 3 semanas. Tendrá que toser para eliminar el líquido de los pulmones. También hará ejercicios de respiración para aprender a respirar lenta y profundamente.
Durante los 3 meses siguientes a la intervención, el médico le hará análisis de sangre y de los pulmones para asegurarse de que su cuerpo no rechaza el nuevo pulmón o de que no contrae infecciones. Tomará medicamentos durante el resto de su vida para evitar que esto ocurra.
La recuperación puede llevar semanas o meses. Si estás pensando en hacerte un trasplante, necesitarás mucho apoyo emocional. Pregunta a tu médico por los grupos de apoyo en los que hay personas que se enfrentan a las mismas preocupaciones que tú. Infórmate también sobre los talleres educativos que pueden explicarte lo que puedes esperar antes y después de la operación.