el médico explica la hipertensión pulmonar: sus síntomas, causas, diagnóstico y tratamientos.
La hipertensión pulmonar es una afección potencialmente mortal que empeora con el tiempo, pero los tratamientos pueden aliviar sus síntomas para que pueda vivir mejor con la enfermedad. Puede que haga falta algo de planificación, pero muchas personas que la padecen encuentran la manera de hacer todas las cosas que les gustan, igual que hacían antes de ser diagnosticados.
Padecer hipertensión arterial pulmonar (HAP) significa que tiene la presión arterial alta en las arterias que van del corazón a los pulmones. Es diferente de la hipertensión arterial normal.
Con la HAP, las pequeñas arterias de los pulmones se estrechan o se bloquean. Es más difícil que la sangre fluya a través de ellas, y eso aumenta la presión arterial en los pulmones. El corazón tiene que trabajar más para bombear la sangre a través de esas arterias y, al cabo de un tiempo, el músculo cardíaco se debilita. A la larga, puede provocar una insuficiencia cardíaca.
Causa
A veces los médicos no pueden encontrar una razón para la presión arterial alta en los pulmones. En ese caso, la afección se denomina hipertensión pulmonar idiopática. Los genes pueden influir en que algunas personas la padezcan.
En otros casos, hay otra enfermedad que causa el problema. Cualquiera de estas enfermedades puede provocar una presión arterial alta en los pulmones:
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Insuficiencia cardíaca congestiva
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Coágulos de sangre en los pulmones
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VIH
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Consumo de drogas ilegales (como la cocaína o la metanfetamina)
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Enfermedad hepática (como la cirrosis del hígado)
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Lupus, esclerodermia, artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes
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Un defecto cardíaco con el que se nace
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Enfermedades pulmonares como enfisema, bronquitis crónica o fibrosis pulmonar
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Apnea del sueño
Síntomas
Es posible que no notes ningún síntoma durante un tiempo. El principal es la falta de aire cuando estás activo. Suele empezar lentamente y empeorar con el paso del tiempo. Puede notar que no puede hacer algunas de las cosas que solía hacer sin quedarse sin aliento.
Otros síntomas son:
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Dolor en el pecho
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Fatiga
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Desmayo
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Hinchazón en los tobillos y las piernas
Cómo obtener un diagnóstico
Si tiene dificultad para respirar y acude a su médico, éste le preguntará sobre su historial médico. También pueden preguntarle:
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¿Fuma usted?
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Hay algún miembro de su familia que tenga una enfermedad cardíaca o pulmonar?
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Cuándo empezaron sus síntomas?
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Qué hace que sus síntomas mejoren o empeoren?
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Sus síntomas desaparecen alguna vez?
Su médico puede ordenar pruebas, incluyendo:
Ecocardiograma:
Esta imagen ecográfica del corazón que late puede comprobar la presión sanguínea en las arterias pulmonares.
La tomografía computarizada:
Puede mostrar el agrandamiento de las arterias pulmonares. Un TAC también puede detectar otros problemas en los pulmones que podrían causar falta de aire.
Gammagrafía de ventilación-perfusión (gammagrafía V/Q):
Esta prueba puede ayudar a encontrar coágulos de sangre que pueden causar presión arterial alta en los pulmones.
Electrocardiograma (EKG o ECG):
Un electrocardiograma traza la actividad del corazón y puede mostrar si el lado derecho del corazón está bajo tensión. Es un signo de advertencia de hipertensión pulmonar.
Radiografía de tórax:
Una radiografía puede mostrar si sus arterias o su corazón están agrandados. Las radiografías de tórax pueden ayudar a encontrar otras afecciones pulmonares o cardíacas que puedan estar causando los problemas.
Pruebas de esfuerzo:
Su médico puede querer que corra en una cinta de correr o monte en una bicicleta fija mientras está conectado a un monitor, para que puedan ver cualquier cambio en sus niveles de oxígeno, función cardíaca, presión pulmonar u otras cosas.
El médico también puede realizarte análisis de sangre para comprobar si tienes el VIH o enfermedades como la artritis reumatoide o el lupus.
Si estas pruebas muestran que puede tener hipertensión pulmonar, su médico tendrá que realizar un cateterismo cardíaco derecho para estar seguro. Esto es lo que ocurre durante esa prueba:
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El médico coloca un catéter en una vena grande, la mayoría de las veces la vena yugular del cuello o la vena femoral de la pierna, y luego lo ensarta en el lado derecho del corazón.
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Un monitor registra las presiones en el lado derecho del corazón y en las arterias pulmonares.
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El médico también puede inyectar medicamentos en el catéter para ver si las arterias pulmonares están rígidas. Esto se llama prueba de vasorreactividad.
El cateterismo cardíaco derecho es seguro. El médico le dará un sedante y utilizará anestesia local. Por lo general, podrá volver a casa el mismo día, aunque necesitará que alguien le lleve a casa.
Preguntas para su médico
Es posible que quieras escribir una lista de preguntas antes de tu cita, para asegurarte de que le preguntas a tu médico todo lo que quieres. También puede ser útil que te acompañe un amigo o familiar para que te ayude a obtener las respuestas que deseas.
Algunas preguntas posibles son:
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Cuál es el mejor tratamiento para mí?
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Con qué frecuencia debo acudir al médico por mi enfermedad?
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Necesito acudir a un especialista?
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Cuándo debo ir a urgencias?
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Debo limitar la sal o los líquidos en mi dieta?
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Qué tipo de ejercicio puedo hacer?
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Hay alguna actividad que deba evitar?
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Debo vacunarme contra la neumonía y la gripe?
Tratamiento
La hipertensión pulmonar varía de una persona a otra, por lo que su plan de tratamiento será específico para sus necesidades. Pregunte a su médico cuáles son sus opciones y qué puede esperar.
En primer lugar, su médico tratará la causa de su enfermedad. Por ejemplo, si la causa del problema es un enfisema, tendrá que tratarlo para mejorar su hipertensión pulmonar.
La mayoría de las personas también reciben tratamiento para mejorar su respiración, lo que facilita la actividad y las tareas cotidianas. La oxigenoterapia, que consiste en respirar oxígeno puro a través de unas cánulas que se colocan en la nariz, le ayudará si le falta el aire y tiene niveles bajos de oxígeno en la sangre. Le ayuda a vivir más tiempo si tiene hipertensión pulmonar. Si corre el riesgo de que se le formen coágulos, su médico le recomendará anticoagulantes. Otros medicamentos mejoran el funcionamiento del corazón y evitan la acumulación de líquidos en el organismo.
Si padece una hipertensión pulmonar grave, su médico puede recetarle unos medicamentos denominados antagonistas del calcio. Estos medicamentos reducen la presión arterial en los pulmones y en el resto del cuerpo.
Si los antagonistas del calcio no son suficientes, su médico puede remitirle a un centro de tratamiento especializado. Es posible que necesite terapias más específicas que puedan abrir sus vasos sanguíneos estrechos. Pueden ser píldoras, medicamentos que se inhalan o fármacos que se administran por vía intravenosa. Las opciones incluyen:
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Pastillas: ambrisentan (Letairis), bocentan (Tracleer), macitentan (Opsumit), riociguat (Adempas), selexipag (Uptravi), sildenafil (Revatio), tadalafil (Adcirca), treprostinil (Orenitram)
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Inhaladores: Iloprost trometamina (Ventavis), treprostinil (Tyvaso).
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Fármacos intravenosos: epoprostenol sódico (Flolan, Veletri), treprostinil.
En los casos más graves, o si los medicamentos no ayudan, el médico puede recomendar un trasplante de pulmón o un procedimiento llamado septostomía auricular. Un cirujano crea una abertura entre los lados derecho e izquierdo del corazón. Esta cirugía puede tener efectos secundarios graves.
Cómo cuidarse
Una de las mejores cosas que puedes hacer por ti mismo es mantenerte activo, aunque tengas falta de aire. El ejercicio regular, como salir a caminar, le ayudará a respirar mejor y a vivir mejor. Hable primero con su médico para saber qué tipo de ejercicio es el mejor para usted y cuánto debe hacer. Algunas personas pueden necesitar utilizar oxígeno cuando hacen ejercicio.
Descanse también mucho. La hipertensión pulmonar provoca cansancio, así que duerma bien y haga siestas cuando lo necesite.
Al igual que cualquier otra persona, es bueno que lleves una dieta saludable con mucha fruta, verdura y cereales integrales. Eso es importante para tu salud en general.
Qué esperar
Mucho depende de la causa de su hipertensión pulmonar. Tratar una condición subyacente le ayudará a sentirse mejor. La hipertensión pulmonar no tiene cura, pero cuanto antes se diagnostique, más fácil será vivir con ella.
Si padece hipertensión pulmonar idiopática, es decir, aquella en la que los médicos no encuentran una causa, sus síntomas pueden empeorar con el tiempo. Pero el tratamiento puede ralentizar el progreso de la enfermedad y ayudarle a vivir más tiempo.
Recuerda que cada persona es diferente y que hay buenos tratamientos disponibles. Trabaja con tu médico para encontrar lo que es adecuado para ti.
Dónde encontrar más información
La Asociación de Hipertensión Pulmonar ofrece información exhaustiva sobre todo tipo de temas, desde los medicamentos hasta consejos para facilitar las tareas diarias. También cuenta con una activa comunidad de apoyo en línea.