La inmunoterapia es una nueva y emocionante opción de tratamiento para el cáncer de pulmón avanzado. Conozca cómo y cuándo se administra y los efectos secundarios que puede provocar.
Cómo empezar
Este tipo de tratamiento ayuda a su sistema inmunitario a encontrar y destruir mejor las células cancerosas. Los tipos que están aprobados para el cáncer de pulmón en este momento se denominan inhibidores de puntos de control. Sacan a las células cancerosas de su escondite para que el sistema de defensa natural del organismo pueda encontrarlas y destruirlas. Existen los siguientes fármacos de inmunoterapia aprobados por la FDA para el CPNM: atezolizumab (Tecentriq), cemiplimab-rwlc (Libtayo), durvalumab (Imfinzi), nivolumab (Opdivo) y pembrolizumab (Keytruda).
Ipilimumab (Yervoy) es otro inhibidor del punto de control que puede utilizarse en el CPNM, pero actúa en un lugar diferente de las células T y no se utiliza solo como tratamiento.
Su médico puede sugerirle este tipo de tratamiento si tiene ciertos tipos de cáncer de pulmón no microcítico. Puede ser lo primero que pruebe. O podría recibirlo si el cáncer reaparece después de la quimioterapia u otros tratamientos farmacológicos. Pregunte a su médico qué tipo de fármaco de inmunoterapia va a tomar.
Estos fármacos deben utilizarse con precaución si tiene un trastorno autoinmune como el lupus o la artritis reumatoide.
Muchos otros tipos de medicamentos y tratamientos de inmunoterapia para el cáncer de pulmón se encuentran en ensayos clínicos. Su médico puede sugerirle que participe en uno de estos estudios si otros tratamientos no han funcionado.
Dónde y cuándo recibirá el tratamiento
Acudirá a la consulta de su médico, a un centro médico o a un hospital. Recibirá el fármaco por infusión a través de una vía intravenosa, normalmente en el brazo.
Cada tratamiento dura entre 30 y 90 minutos. Dependiendo del fármaco utilizado, recibirá una dosis cada 2 ó 3 semanas hasta que el cáncer muestre signos de mejoría o tenga determinados efectos secundarios. El proceso probablemente durará unos meses.
Su equipo de atención al cáncer le proporcionará detalles específicos sobre el lugar, las fechas y la duración de su plan de tratamiento de inmunoterapia.
Efectos secundarios y complicaciones
Informe siempre a su médico de cualquier efecto secundario que tenga. Es importante para ellos averiguar si sus síntomas son causados por el tratamiento o un signo de que su cáncer puede estar empeorando. Controlar los efectos secundarios a tiempo y de forma adecuada puede ayudarle a cumplir su plan de tratamiento del cáncer.
La inmunoterapia puede provocar efectos secundarios similares a los de la gripe. Esto significa que su sistema inmunitario está trabajando duro. Los síntomas más comunes son:
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Fatiga
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Tos
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Pérdida de apetito
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Dolores y molestias musculares
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Dolores articulares
Otros efectos secundarios de los inhibidores de puntos de control para el cáncer de pulmón son:
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Náuseas
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Diarrea
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Estreñimiento
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Picor
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Erupción
Muchos de estos problemas son fáciles de tratar con medicamentos de venta libre.
Los efectos secundarios graves son menos frecuentes. Pero a veces, los inhibidores de los puntos de control hacen que su sistema inmunitario ataque a tejidos que de otro modo serían sanos. Esto puede provocar una inflamación potencialmente mortal en los pulmones, el hígado, los riñones, los intestinos y otras partes del cuerpo. Es posible que tenga que interrumpir la inmunoterapia y recibir medicamentos para calmar su sistema inmunitario.
La neumonitis (inflamación de los pulmones) es un efecto secundario grave que suele afectar a las personas que toman inhibidores de los puntos de control. Puede dificultar la respiración. Necesitará un tratamiento inmediato.
Dado que la inmunoterapia para el cáncer de pulmón es tan nueva, los médicos no están seguros de cuáles pueden ser los efectos o complicaciones a largo plazo. Pueden incluir diabetes y problemas de tiroides, que requerirían atención médica continua.
¿Qué ocurre cuando se interrumpe el tratamiento?
Los médicos consideran que los inhibidores de puntos de control son un avance que puede ayudar a las personas con cáncer de pulmón avanzado a vivir más tiempo. Sin embargo, no funcionan para todo el mundo. Manténgase en contacto con su médico durante el tratamiento y acuda siempre a todas las citas de seguimiento. Los análisis de sangre y las exploraciones de imagen se realizan para comprobar si hay signos de desaparición o crecimiento del cáncer.
Pregunte a su médico cómo puede saber si su tratamiento no está funcionando.