¿Cómo se trata el cáncer de pulmón no microcítico metastásico?

Normalmente no hay cura para el CPNM metastásico, pero el tratamiento puede ayudarle a vivir más tiempo con menos síntomas. Conozca los distintos tratamientos y cuándo puede necesitarlos.

Una vez que el cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) se extiende a lo largo y ancho, su tratamiento es una especie de acto de equilibrio. No es probable que se cure, pero se puede ralentizar. El objetivo es aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida con el menor número posible de efectos secundarios.

Las nuevas terapias pueden ayudarle a conseguirlo. Y hoy hay muchas más opciones que hace unos años. El número de tumores, la localización de los mismos y su estado de salud general entran en juego a la hora de decidir qué hacer.

Su médico empezará con unas cuantas pruebas para conocer mejor su CPNM y ayudarle a orientar el mejor tratamiento.

Cuándo funciona mejor la terapia dirigida

El cáncer se produce cuando un cambio genético hace que una célula crezca y se divida sin control. Pero hay tantos genes que a menudo es difícil saber a cuáles hay que culpar.

Sin embargo, en el caso del CPNM, los médicos han localizado algunos de los culpables. Cuando usted tiene uno de estos cambios conocidos, recibe una terapia dirigida. Esto significa que se toman fármacos que atacan a las células cancerosas de forma específica en función de las diferencias genéticas.

Su médico le hará una prueba de detección:

Cambio en el gen ALK. Si lo tienes, recibirás un fármaco que ayude a bloquearlo, como:

  • Alectinib (Alecensa)?

  • Amivantamab-vmiw (Rybrevant)

  • Brigatinib (Alunbrig)

  • Ceritinib (Zykadia)

  • Crizotinib (Xalkori)

  • Lorlatinib (Lorbrena)

Los efectos secundarios más comunes son pequeños cambios en la visión, malestar... estomacal, vómitos y diarrea. Para la mayoría de las personas, estos problemas caen en el lado más leve.

Cambio del gen EFGR. En este caso, se obtiene un conjunto diferente de medicamentos, como:

  • Afatinib (Gilotrif)

  • Dacomitinib (Vizimpro)

  • Erlotinib (Tarceva)

  • Gefitinib (Iressa)

  • Mobocertinib (Exkivity)

  • Necitumumab (Portrazza)

  • Osimertinib (Tagrisso)

Disminuyen la velocidad de crecimiento y propagación de los tumores. Los efectos secundarios incluyen erupción cutánea y diarrea.

Cambio del gen BRAF. Dos de los principales fármacos utilizados para ésta son dabrafenib (Tafinlar) y trametinib (Mekinist). Funcionan de forma diferente, pero ambos pueden ser eficaces. Pueden provocar picores, pérdida de cabello y otros problemas.

Defecto del gen MET. Este defecto genético no heredado puede causar lo que se conoce como exón 14 de MET (transición mesenquimal-epitelial) o salto de METex14. Los fármacos aprobados para este tratamiento son capmatinib (Tabrecta) y tepotinib (Tepmetko). Pueden provocar problemas pulmonares o respiratorios, así como problemas hepáticos.

Defecto del gen NTRK: Hay dos fármacos que se utilizan contra un defecto de la tirosina quinasa neurotrófica receptora (NTRK).

  • Entrectinib (Rozlytrek)

  • Larotrectinib (Vitrakvi)

Funcionan bloqueando la enzima para ayudar a impedir que el tumor crezca... Los efectos secundarios habituales son mareos, fatiga, náuseas, vómitos, estreñimiento, aumento de peso y diarrea.

Cambio del gen ROS1. Hay cuatro fármacos aprobados para atacar la proteína ROS1 anormal.

  • Ceritinib (Zykadia)

  • Crizotinib (Xalkori)

  • Entrectinib (Rozlytrek)

  • Lorlatinib (Lorbrena)

Los efectos secundarios comunes de los inhibidores de ROS1 incluyen mareos, diarrea, estreñimiento, fatiga y cambios en la visión.

Cambio del gen RET (reordenado durante la transfección). Hay dos fármacos actualmente aprobados para el CPNM RET-positivo y ambos son inhibidores de la cinasa:

  • Pralsetinib (Gavreto)

  • Selpercatinib (Retevmo).

Actúan bloqueando la enzima e inhibiendo el crecimiento del tumor. Algunos efectos secundarios son disminución del recuento de glóbulos blancos, aumento de las enzimas hepáticas y de los niveles de azúcar en sangre, así como diarrea y mareos. También existe la posibilidad de que disminuyan los niveles de proteínas y calcio en la sangre.

Cambio del gen MET (transición mesenquimal-epitelial). El capmatinib (Tabrecta) es también un inhibidor de la quinasa y actualmente es el único fármaco aprobado para tratar esta mutación genética. Actúa para detener el crecimiento y la propagación a otras partes del cuerpo. Los efectos secundarios más frecuentes son fatiga, dificultad para respirar, hinchazón de las extremidades, náuseas y pérdida de apetito. El capmatinib puede afectar a la función hepática, por lo que su médico deberá vigilarlo.

Mutación del gen KRAS (sarcoma de rata de Kirsten): este gen contribuye a la producción de las instrucciones de la proteína K-Ras, que ayuda a las células a crecer y multiplicarse. La primera terapia dirigida aprobada para los tumores con cualquier mutación de KRAS es el sotorasib (Lumakras).

Otros cambios genéticos. Hay una lista creciente de defectos genéticos que pueden causar un CPNM, pero no todos tienen fármacos dirigidos. Ésa es una de las razones por las que hay que buscar en los ensayos clínicos, donde los investigadores prueban nuevos medicamentos.

Cuando la inmunoterapia tiene más sentido

Su médico comprobará el nivel de una proteína llamada PD-L1 en las células tumorales. Si es alto, la inmunoterapia suele ser el mejor punto de partida. Utiliza su sistema inmunitario -la defensa de su cuerpo contra los gérmenes- para atacar las células cancerosas.

Puede tomar atezolizumab (Tecentriq), nivolumab (Opdivo) o pembrolizumab (Keytruda). Durvalumab (Imfinzi) también puede administrarse para tratar ciertos tipos de CPNM con un nivel elevado de PD-L1. Estos fármacos ayudan al sistema inmunitario a encontrar y combatir las células cancerosas.

Algunos efectos secundarios típicos son cansancio, tos, malestar estomacal, sarpullido y dolor en las articulaciones.

Quimioterapia

La quimioterapia es el tratamiento estándar cuando no se tiene un cambio genético o un PD-L1 alto. Utiliza fármacos para eliminar las células cancerosas. Sus efectos secundarios incluyen pérdida de cabello, llagas en la boca, malestar estomacal y otros.

Hay varios fármacos de quimioterapia utilizados para el CPNM. Para obtener los mejores resultados, su médico le administra dos a la vez. Si su cuerpo no es lo suficientemente fuerte para dos, incluso uno puede ser útil. Por lo general, se administran de cuatro a seis ciclos de quimioterapia, cada uno de los cuales dura unas tres semanas.

Una vez que haya terminado el tratamiento, es posible que siga tomando lo que se llama un medicamento de mantenimiento. Suele ser otro medicamento de quimioterapia. Algunas investigaciones demuestran que esto puede ralentizar el cáncer y ayudarle a vivir más tiempo.

El médico también puede añadir otros medicamentos junto con la quimioterapia:

  • En el caso del CPNM, también puede tomar pembrolizumab (Keytruda), el fármaco de inmunoterapia. O podría recibir bevacizumab (Avastin), otro fármaco dirigido. Si es así, puede seguir tomando uno de ellos como medicamento de mantenimiento.

  • En el caso del CPNM escamoso, su médico podría sugerir el fármaco de terapia dirigida necitumumab (Portrazza).

Otros tratamientos

El cerebro, los huesos y las áreas alrededor de los pulmones son los lugares más comunes en los que se propaga este cáncer. Recibirá cuidados específicos en función de dónde acabe y de los problemas que cause.

En los huesos, puede recibir radiación para frenar el dolor. Si provoca la acumulación de líquido alrededor de los pulmones, es posible que necesite un tubo fino en el pecho para drenarlo más fácilmente.

Si está en otro lugar, como el cerebro o la glándula suprarrenal, puede que te operen para extirpar el tumor.

Cambio de tratamiento

A veces, la primera terapia que pruebas no funciona tan bien como esperabas. Pero aún tienes opciones.

Si empezaste con la inmunoterapia, tu médico puede sugerirte quimioterapia. Si empezó con un conjunto de fármacos de quimioterapia, podría probar otro o añadir una terapia dirigida. Todo depende de su estado de salud, del grado de propagación del cáncer y de lo que desee obtener del tratamiento.

Por eso también es conveniente iniciar pronto un enfoque llamado cuidados paliativos. Su objetivo es mantenerte lo más cómodo posible y ayudarte a controlar el estrés.

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