Tratamiento de radiación para la leucemia y el linfoma

El médico explica qué sucede durante el tratamiento de radiación para la leucemia o el linfoma, cuánto dura, cuáles pueden ser los efectos secundarios, por qué su médico podría recetarlo y más.

Los tratamientos de radiación dañan las células cancerosas para matarlas o hacer que crezcan y se propaguen más lentamente. Las células normales que están cerca también pueden resultar dañadas, pero con el tiempo suelen curarse.

Para la leucemia y el linfoma, los médicos suelen utilizar la radiación externa. Para ello se utiliza una máquina que dirige chorros de energía a través de la piel hacia el cáncer. Este tratamiento puede:

    Reducir los ganglios linfáticos inflamados o el bazo agrandado

  • Matar las células cancerosas de la médula espinal y el cerebro

  • Ayudar a aliviar los problemas que un tumor está causando, como el dolor por la presión sobre los nervios

  • Prepararte para un trasplante de células madre

¿Cuánto tiempo se tarda?

La radiación externa se realiza la mayoría de las veces de forma ambulatoria, lo que significa que no tiene que pasar la noche en un hospital. Normalmente, irá al centro de tratamiento una vez al día, 5 días a la semana. Los descansos de los fines de semana dan a sus células normales la oportunidad de recuperarse. Es posible que tenga que ir durante muchas semanas.

Su médico le dirá qué programa seguirá su plan de tratamiento.

Los tratamientos son muy parecidos a una radiografía. No duelen y son rápidos. Cada uno puede durar hasta 30 minutos. La mayor parte de este tiempo se dedicará a preparar la máquina y a colocarle en la posición correcta para que los haces de energía incidan siempre en el mismo punto.

Lo que sucede

Su primera visita tardará más tiempo porque el médico y el radioterapeuta tienen que planificar sus tratamientos. El médico puede utilizar una tomografía computarizada o una resonancia magnética para ver dónde está el tumor en su cuerpo y delinear claramente su forma. Puede que el radioterapeuta le tatúe o marque pequeños puntos en la piel para ayudar a dirigir los haces.

Una gran máquina llamada linac administra la radiación. Puede hacer un clic y un zumbido mientras se mueve a su alrededor. No le tocará, pero puede encender luces para ayudar al terapeuta a alinear los puntos y asegurarse de que la máquina envía la radiación al lugar correcto. El terapeuta puede poner escudos en las partes cercanas de su cuerpo para ayudar a evitar que la radiación llegue a estas áreas para proteger sus células normales.

El terapeuta le colocará en su sitio, controlará la máquina y le administrará el tratamiento. No puede estar en la habitación con usted, pero puede ver, oír y hablar con usted todo el tiempo.

No tiene que aguantar la respiración, pero tendrá que estar muy quieto. Los moldes o yesos hechos a medida pueden ayudar a mantenerte en tu sitio durante el tratamiento.

Efectos secundarios

Como las células normales también se verán afectadas por la radiación, tendrás algunos efectos secundarios. Dependerán de la parte del cuerpo que se trate, y su médico puede explicarle lo que es probable que le ocurra.

Algunos de los efectos secundarios más comunes son:

  • Piel con aspecto de quemada por el sol, con ampollas, con picores o con descamación.

  • Estar extremadamente cansado, a pesar de haber descansado

  • Anemia

  • Sangrado o hematomas fáciles

  • Mayor probabilidad de infecciones

  • Malestar estomacal si el rayo se dirige a la zona

Suelen aparecer a las 2 o 3 semanas de iniciado el tratamiento, y pueden empeorar. Desaparecerán con el tiempo una vez finalizado el tratamiento. Es posible que pueda tomar medidas para limitarlos, y tratar los efectos secundarios de inmediato puede ayudar a evitar que empeoren.

Asegúrese de informar a su equipo sobre cualquier cambio que note.

Efectos a largo plazo

Algunos efectos secundarios pueden aparecer muchos meses o incluso años después del tratamiento. Por ejemplo, la radiación en el tórax puede provocar ataques cardíacos, normalmente a una edad más temprana de lo normal, y cánceres secundarios como los sarcomas.

En función del lugar en el que se administre la radiación, su médico tendrá una idea más clara de los posibles efectos secundarios a largo plazo y de los síntomas a los que debe estar atento. A menudo también puede recibir tratamiento para estos efectos.

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