Leucemia: Síntomas, causas, tipos, diagnóstico y tratamiento

La leucemia es un tipo de cáncer de la sangre que afecta a la médula ósea, que produce la sangre. Aprenda más sobre los síntomas, las causas, el diagnóstico y el tratamiento de la leucemia.

Leucemia

¿Qué es la leucemia?

La leucemia es un cáncer de la sangre causado por un aumento del número de glóbulos blancos en el cuerpo.

Esos glóbulos blancos desplazan a los glóbulos rojos y a las plaquetas que el cuerpo necesita para estar sano. Los glóbulos blancos sobrantes no funcionan bien.

Síntomas de la leucemia

Los diferentes tipos de leucemia pueden causar diferentes problemas. Es posible que no note ningún signo en las primeras etapas de algunas formas. Cuando sí tiene síntomas, éstos pueden incluir:

  • Debilidad o fatiga

  • Moretones o sangrado con facilidad

  • Fiebre o escalofríos

  • Infecciones graves o que vuelven a aparecer

  • Dolor en los huesos o en las articulaciones

  • Dolores de cabeza

  • Vómitos

  • Convulsiones

  • Pérdida de peso

  • Sudores nocturnos

  • Dificultad para respirar

  • Inflamación de los ganglios linfáticos u órganos como el bazo

Causas y factores de riesgo de la leucemia

Nadie sabe exactamente qué causa la leucemia. Las personas que la padecen tienen ciertos cromosomas inusuales, pero los cromosomas no causan la leucemia.

No se puede prevenir la leucemia, pero ciertas cosas pueden desencadenarla. Usted puede tener un riesgo mayor si:

  • Fuma

  • Están expuestos a mucha radiación o a ciertas sustancias químicas

  • Se sometió a radioterapia o quimioterapia para tratar el cáncer

  • Tiene antecedentes familiares de leucemia

  • Tener un trastorno genético como el síndrome de Down

Cómo se produce la leucemia?

La sangre tiene tres tipos de células: los glóbulos blancos que combaten las infecciones, los glóbulos rojos que transportan el oxígeno y las plaquetas que ayudan a la coagulación de la sangre.

Cada día, tu médula ósea produce miles de millones de células sanguíneas nuevas, y la mayoría de ellas son glóbulos rojos. Cuando se tiene leucemia, el cuerpo produce más glóbulos blancos de los que necesita.

Estas células leucémicas no pueden combatir las infecciones como lo hacen los glóbulos blancos normales. Y como hay tantos, empiezan a afectar al funcionamiento de sus órganos. Con el tiempo, es posible que no tenga suficientes glóbulos rojos para suministrar oxígeno, ni suficientes plaquetas para coagular la sangre, ni suficientes glóbulos blancos normales para combatir las infecciones.

Clasificación de la leucemia

La leucemia se agrupa según la rapidez con la que se desarrolla y empeora, y según el tipo de célula sanguínea afectada.

El primer grupo, el de la rapidez con que se desarrolla, se divide en leucemia aguda y crónica.

  • La leucemia aguda se produce cuando la mayoría de las células sanguíneas anormales no maduran y no pueden realizar funciones normales. Puede empeorar muy rápidamente.

  • La leucemia crónica ocurre cuando hay algunas células inmaduras, pero otras son normales y pueden funcionar como deben. Se agrava más lentamente que las formas agudas.

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El segundo grupo, de qué tipo de célula se trata, se divide en leucemia linfocítica y mielógena.

  • La leucemia linfocítica (o linfoblástica) afecta a las células de la médula ósea que se convierten en linfocitos, un tipo de glóbulo blanco.

  • La leucemia mielógena (o mieloide) afecta a las células de la médula que crean los glóbulos rojos, las plaquetas y otros tipos de glóbulos blancos.

Tipos de leucemia

Los cuatro tipos principales de leucemia son:

  • Leucemia linfocítica aguda (LLA). Es la forma más común de leucemia infantil. Puede extenderse a los ganglios linfáticos y al sistema nervioso central.

  • Leucemia mielógena aguda (LMA). Es la segunda forma más frecuente de leucemia infantil y una de las más comunes en adultos.

  • Leucemia linfocítica crónica (LLC). Esta es la otra forma más común de leucemia en adultos. Algunos tipos de LLC se mantienen estables durante años y no necesitan tratamiento. Pero en otros, el cuerpo no es capaz de crear células sanguíneas normales y necesitará tratamiento.

  • Leucemia mielógena crónica (LMC). Con esta forma, es posible que no tenga síntomas perceptibles. Es posible que no se le diagnostique hasta que se haga un análisis de sangre rutinario. Las personas de 65 años o más tienen un mayor riesgo de padecer este tipo.

Diagnóstico de la leucemia

Su médico tendrá que comprobar si hay signos de leucemia en su sangre o médula ósea. Podrían hacer pruebas que incluyan:

  • Análisis de sangre. Un recuento sanguíneo completo (CBC) examina el número y la madurez de los diferentes tipos de células sanguíneas. Un frotis de sangre busca células inusuales o inmaduras.

  • Biopsia de médula ósea. En esta prueba se extrae médula del hueso pélvico con una aguja larga. Puede indicarle a su médico qué tipo de leucemia tiene y la gravedad de la misma.

  • Punción lumbar. En ella se extrae líquido de la médula espinal. Puede indicar al médico si la leucemia se ha extendido.

  • Pruebas de imagen. Cosas como el TAC, la resonancia magnética y el TEP pueden detectar signos de leucemia.

Tratamientos de la leucemia

El tratamiento que recibas depende del tipo de leucemia que tengas, de su grado de extensión y de tu estado de salud. Las principales opciones son:

  • Quimioterapia

  • Radiación

  • Terapia biológica

  • Terapia dirigida

  • Trasplante de células madre

  • Cirugía

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La quimioterapia utiliza medicamentos para matar las células cancerosas en su sangre y médula ósea. Usted puede recibir el medicamento:

  • A través de una inyección en una vena o en un músculo

  • En forma de píldora

  • En el líquido que rodea su médula espinal

La radiación utiliza rayos X de alta energía para matar las células de la leucemia o impedir que crezcan. Puedes recibirla en todo el cuerpo o en una sola parte donde haya muchas células cancerosas.

La terapia biológica, también llamada inmunoterapia, ayuda al sistema inmunitario a encontrar y atacar las células cancerosas. Fármacos como las interleucinas y el interferón pueden ayudar a potenciar las defensas naturales del organismo contra la leucemia.

La terapia dirigida utiliza fármacos para bloquear genes o proteínas específicas que las células cancerosas necesitan para crecer. Este tratamiento puede detener las señales que las células leucémicas utilizan para crecer y dividirse, cortar su suministro de sangre o matarlas directamente.

Un trasplante de células madre sustituye las células leucémicas de la médula ósea por otras nuevas que producen sangre. Su médico puede obtener las nuevas células madre de su propio cuerpo o de un donante. En primer lugar, recibirá altas dosis de quimioterapia para destruir las células cancerosas de la médula ósea. A continuación, recibirá las nuevas células madre mediante una infusión en una de sus venas. Se convertirán en células sanguíneas nuevas y sanas.

Cirugía. El médico puede extirpar el bazo si está lleno de células cancerosas y presiona los órganos cercanos. Este procedimiento se denomina esplenectomía.

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