Mielofibrosis: Consejos de autocuidado

La mielofibrosis puede ser una enfermedad de larga duración. Si se cuida, eso le ayudará a disfrutar de una vida más feliz y saludable. Una dieta equilibrada, el ejercicio y una actitud positiva le llevarán muy lejos.

La mielofibrosis (una forma de cáncer de la sangre) puede ser una enfermedad de larga duración, pero cuidarse bien puede ayudarle a disfrutar de una vida más feliz y saludable. ?

Dedique tiempo a las cosas que le gustan. Puede ser cualquier cosa, desde leer hasta dar un paseo o relajarse en un baño caliente.

Desestrésate. La oración o la meditación pueden ayudar a ello. Y las técnicas de respiración profunda o de relajación también pueden marcar la diferencia.

Deja que la gente te ayude. Tus amigos pueden estar encantados de echarte una mano. Cuando te pregunten qué pueden hacer, piensa en lo que necesitas y deja que te apoyen. Quizá te vendría bien un poco de ayuda con las tareas domésticas, o puede que necesites que te lleven a una cita médica.

Obtén fuerzas de los demás... Como miembro de un grupo de apoyo, puedes aprender cómo otras personas se enfrentan a los mismos problemas que te afectan a ti. También puedes ponerte en contacto con personas a través de líneas de asesoramiento telefónico o grupos en línea.

Habla con alguien si lo necesitas. Los altibajos emocionales son normales, pero si te sientes deprimido y no puedes deshacerte de ellos en un par de semanas, consulta con tu equipo médico: el asesoramiento podría ayudarte. La depresión es una enfermedad, y tu salud en general mejora cuando la tratas.

Come bien

Una dieta equilibrada aporta a tu cuerpo los nutrientes que necesita, te da energía y te ayuda a mantener tu peso. Tu menú debe incluir:

  • Muchas frutas y verduras diferentes

  • Cereales integrales

  • Proteínas como el pollo, el pavo, los huevos, las judías, los lácteos bajos en grasa y la soja

  • Grasas saludables como el aceite de oliva, los aguacates y los frutos secos

He aquí una práctica regla general: Alrededor de dos tercios de tu plato deben ser frutas, verduras, cereales integrales o legumbres. Mientras tanto, reduce la cantidad de:

  • Carne roja

  • Sal

  • Carnes procesadas

  • Grasas saturadas y grasas trans

  • Bebidas azucaradas y dulces con azúcar añadido

Comas lo que comas, vigila el tamaño de las raciones. Comprueba las etiquetas de los envases, porque pueden orientarte sobre las cantidades adecuadas.

Una idea más: no tienes que hacer las tres comidas tradicionales al día. Puede que te vaya mejor con comidas más pequeñas y espaciadas de la mañana a la noche. Pruébalo y ve lo que te funciona.

Ponte de pie

Estar activo es bueno para ti en muchos sentidos. El ejercicio puede:

  • Darle más energía

  • Aumentar tu estado de ánimo

  • Ayudar a controlar su peso

  • Mantenerte más móvil a lo largo de los años

  • Ayudar a mantener alejadas las enfermedades

Puedes obtener los beneficios de cosas como:

  • Caminando

  • Nadar

  • Bailar

  • Hacer footing

  • Estiramientos o tai chi

  • Yoga

  • Montar en bicicleta

Si hasta ahora no has hecho mucho ejercicio, hazlo con calma. Su equipo médico puede ayudarle a decidir cómo empezar. Tu objetivo es llegar a uno de estos:

  • Unos 150 minutos a la semana (aproximadamente 20 minutos al día) de ejercicio moderado, como caminar, nadar o hacer yoga.

  • Unos 75 minutos a la semana de ejercicio más intenso, como correr, bailar, nadar o montar en bicicleta.

También es buena idea hacer un poco de entrenamiento de fuerza para tonificar los músculos. He aquí un ejemplo: Ponte de pie con los pies tan separados como la anchura de tus hombros, y luego levántate sobre las puntas de los pies. Si lo repites, te ayudará a tonificar los músculos de las pantorrillas.

Si te cuesta moverte, un fisioterapeuta puede enseñarte los ejercicios que te convienen.

Desarrollar buenos hábitos

Adquiere una rutina para dormir. El descanso regular puede ayudar con la fatiga que puede ocurrir con la mielofibrosis. Intenta levantarte y acostarte a las mismas horas todos los días. Mantenga su dormitorio tranquilo y a una temperatura agradable. No tome café, té o alcohol cerca de la hora de acostarse. Tampoco utilice el ordenador antes de acostarse.

Evita el tabaco. Esto significa todo tipo de tabaco, desde los cigarrillos hasta el tabaco de mascar y los puros. Si necesitas ayuda para dejar de fumar, tu equipo médico puede ayudarte.

Controla tu peso. Esta es una regla general que le ayudará a ver su situación: Si eres hombre, una cintura de más de 40 pulgadas te hace más propenso a padecer una enfermedad como la diabetes o las cardiopatías. Si es mujer, una cintura de más de 35 pulgadas. Su equipo médico puede ayudarle a controlar su peso.

Gestiona tu trabajo y tus finanzas

Si la mielofibrosis te ha alejado del trabajo, tu ánimo puede recibir un empujón si vuelves cuando estés en condiciones de hacerlo. Eso puede ayudarte a sentir que vuelves a tu vida normal y a salir de casa y rodearte de otras personas.

Si crees que la fatiga u otros efectos de la mielofibrosis pueden afectar a tu trabajo:

  • Pregunte a su jefe si puede empezar a trabajar a tiempo parcial o con un horario flexible.

  • Ten paciencia contigo mismo mientras vas ganando fuerza y concentración mental.

  • Puede pedirle a su médico que le escriba una carta explicando qué es la mielofibrosis y cómo puede afectarle.

Si tu enfermedad te obliga a trabajar menos, y eso te dificulta el pago de tus facturas, hay lugares a los que puedes recurrir:

  • Grupos sin ánimo de lucro como la Coalición de Asistencia Financiera para el Cáncer y la Asociación para la Asistencia con los Medicamentos pueden ayudar con los gastos médicos.

  • Programas como la Seguridad Social y el Programa de Asistencia Energética para la Calefacción de Bajos Ingresos pueden ofrecer apoyo financiero para ayudar a cubrir sus gastos cotidianos. Los gobiernos locales y del condado también pueden ofrecer sugerencias.

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