El bebé en el avión: Cómo prepararse

Para viajar en avión con un bebé, necesitas un plan de vuelo C y algunos equipos clave.

Viajar en avión puede ser un ejercicio de paciencia. Si a esto le añadimos un bebé, con todo el equipo extra que hay que cargar, los pañales que hay que cambiar y los llantos que hay que calmar, el viaje se vuelve aún más difícil.

Meg Collins, autora del libro electrónico Volar con el bebé, ofrece estos consejos para llegar a tu destino con la cordura intacta.

Lleva una silla para el coche.

Este es un artículo de viaje que no te puede faltar. Hace que llevar a tu bebé del coche al aeropuerto y al avión sea un juego de niños.

"Las sillas de auto son portátiles, así que puedes colocarlas en el asiento del coche o del avión", dice Collins.

También puedes colocarlo en tu cochecito con paraguas, el tipo que Collins recomienda para los viajes, porque es ligero y transportable mientras te mueves por las concurridas terminales de los aeropuertos.

Aunque tu bebé vuele gratis en tu regazo, no es la forma más segura de hacerlo. La Administración Federal de Aviación afirma que los brazos de los padres no ofrecen la protección adecuada durante las turbulencias. El mejor lugar para tu bebé es atado a una silla de coche. Asegúrate de que tu silla de coche lleva una pegatina que indica que está aprobada para su uso tanto en vehículos de motor como en aviones.

Planifica las comidas

. A continuación, piensa en la alimentación de tu bebé. "Dar el pecho es lo más fácil porque puedes amamantar en el avión", dice Collins. Empaca un tapado para que tú y tu bebé tengan privacidad.

La alimentación con leche artificial es un poco más difícil. Para ahorrar espacio al hacer la maleta, Collins aconseja llevar un solo biberón con varias fundas desechables en lugar de muchos biberones. Si utilizas leche de fórmula líquida, la Administración de Seguridad en el Transporte te permite llevar más de las 3,4 onzas de líquido que normalmente se permiten en el control de seguridad. Recuerda que la leche de fórmula prefabricada sólo puede durar una hora a temperatura ambiente.

La leche de fórmula en polvo es más fácil de transportar, pero tendrás que pedir al auxiliar de vuelo agua caliente para mezclarla una vez que estés a bordo. Asegúrate siempre de que el agua no esté demasiado caliente: pruébala en el interior de tu muñeca.

Facilita el cambio de pañales

. Lleva contigo un kit de cambio de pañales, un accesorio plegable que contiene pañales, toallitas y una almohadilla que convertirá cualquier superficie -incluso tu regazo- en una estación de cambio de pañales.

Mantén a tu bebé en su horario

. Intentar calmar a un bebé que grita entre las miradas de tus compañeros de viaje es estresante. Una de las claves para evitar esa escena es mantener al bebé en su horario de siesta.

"Cuando los niños están muy cansados empiezan a derretirse", dice Collins. Tanto si estás en la terminal como en el avión, coloca a tu bebé en su mochila a la hora indicada.

Para combatir el aburrimiento, Collins sugiere que lleves algunos juguetes que tu bebé no haya visto antes. La novedad aumentará su capacidad de atención.

Los despegues y aterrizajes son momentos de mucho llanto, porque los oídos de los bebés son más sensibles a los cambios de presión. El descenso puede ser especialmente doloroso. En cuanto el piloto anuncie que va a descender, ofrézcale al bebé un biberón, un pecho o un chupete para aliviar la presión en los oídos. Si eso no funciona, frota suavemente los oídos de tu bebé.

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