Una evaluación estándar de la fertilidad incluye exámenes físicos e historiales médicos y sexuales de ambos miembros de la pareja. Averigüe qué tipos de pruebas se realizan también.
Una evaluación estándar de la fertilidad incluye exámenes físicos e historiales médicos y sexuales de ambos miembros de la pareja. Los hombres se someten a un análisis de semen que evalúa el recuento de espermatozoides y su movimiento y estructura. "Nos fijamos en el porcentaje que se mueve y cómo se mueve: ¿son los espermatozoides lentos? ¿Son errantes?", dice el doctor Robert G. Brzyski, profesor asociado de obstetricia y ginecología y director de la división de endocrinología reproductiva e infertilidad del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio. "A menudo, no es posible identificar una razón específica para un trastorno del esperma", dice. "Pero hay un nuevo reconocimiento de que el esperma muy bajo o la ausencia de esperma pueden estar relacionados con la genética, una anormalidad del cromosoma Y".
En el caso de las mujeres, los médicos comprueban primero si se produce la ovulación. Esto puede determinarse y controlarse mediante análisis de sangre que detectan hormonas, exámenes de ultrasonido de los ovarios o un kit de prueba de ovulación en casa. "Un patrón menstrual irregular nos haría sospechar de un problema de ovulación, pero también es posible que una mujer con períodos regulares tenga un trastorno de ovulación", dice Brzyski.
Si una mujer está ovulando, los médicos pasan a realizar una prueba estándar denominada histerosalpingografía, un tipo de radiografía de las trompas de Falopio y el útero. Esta prueba consiste en colocar una solución de tinte radiográfico en la cavidad uterina. Se realizan varias radiografías. Si las trompas de Falopio están abiertas, el colorante fluye por ellas y es visible en la cavidad abdominal. Si las trompas de Falopio están obstruidas, el tinte quedará retenido en el útero o en las trompas de Falopio, dependiendo de la ubicación de la obstrucción.SImilarmente, en 2019, la FDA aprobó una técnica que utiliza espuma con ultrasonido para revisar las trompas de Falopio.
Otras pruebas proporcionan a los médicos más información. Por ejemplo, la ecografía puede utilizarse para examinar las estructuras reproductivas femeninas. La histerosonografía es un tipo de ecografía más complicado que consiste en introducir agua salada (solución salina) en el útero durante una ecografía. "Es más probable que esto revele anomalías estructurales que la ecografía vaginal normal mostrará por sí sola", dice Brzyski. Una de estas anomalías que la histerosonografía puede identificar son los tumores fibroides, que pueden distorsionar la forma de la cavidad uterina. También existe un procedimiento denominado sonoHSG que utiliza suero salino y burbujas de aire y evalúa la cavidad del útero y las trompas de Falopio.
Un procedimiento quirúrgico llamado laparoscopia también permite a los médicos examinar los ovarios, el útero, las trompas de Falopio y la cavidad abdominal. Para ello se introduce un telescopio de fibra óptica en el abdomen. Una de las ventajas de la laparoscopia es que permite a los médicos diagnosticar y tratar enfermedades como la endometriosis.
Los médicos pueden evaluar la reserva ovárica midiendo los niveles hormonales y viendo cómo responden los ovarios a los distintos tratamientos de fertilidad. Esto ayuda a evaluar la disponibilidad de óvulos y la probabilidad de que se produzca un embarazo saludable. "Algunas mujeres de 35 años son fértiles, mientras que otras no lo son porque su reserva de óvulos está agotada", dice Brzyski. "En la última década, hemos aprendido que esto puede investigarse mediante un análisis de sangre en el tercer día del ciclo menstrual. Si las cifras son normales, no garantiza la fertilidad. Pero si las cifras son anormales, apunta a un problema grave". Hasta el 20% de las mujeres que buscan atención a la infertilidad tienen una prueba de reserva ovárica anormal".
También hay pruebas que evalúan cómo interactúan los espermatozoides y los óvulos, así como si alguno de los miembros de la pareja está desarrollando anticuerpos contra los espermatozoides. Esto ocurre cuando el sistema inmunitario del hombre o de la mujer reconoce el esperma como algo extraño y lo ataca.
