La hipertensión maligna, o presión arterial peligrosamente alta, es una emergencia médica. Aprenda más del médico sobre los signos, los factores de riesgo y los tratamientos de esta afección.
Qué causa la hipertensión maligna?
En muchas personas, la presión arterial alta es la principal causa de la hipertensión maligna. La omisión de dosis de medicamentos para la presión arterial también puede causarla. Además, hay ciertas condiciones médicas que pueden causarla. Entre ellas se encuentran:
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Enfermedad vascular del colágeno, como la esclerodermia
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Enfermedad renal
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Lesiones de la médula espinal
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Tumor de la glándula suprarrenal
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Uso de ciertos medicamentos, incluyendo las píldoras anticonceptivas y los IMAO
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Consumo de drogas ilegales, como la cocaína
Quién tiene riesgo de padecer hipertensión maligna?
La hipertensión maligna es poco frecuente. Alrededor del 1% de las personas que tienen antecedentes de hipertensión arterial desarrollan esta afección potencialmente mortal.
El riesgo de padecerla es mayor si se es hombre, afroamericano o de bajo nivel económico. El escaso acceso a la atención sanitaria aumenta el riesgo.
Cuáles son los síntomas de la hipertensión maligna?
Los principales síntomas de la hipertensión maligna son un aumento rápido de la presión arterial de 180/120 o más y signos de daño en los órganos. Normalmente, el daño se produce en los riñones o en los ojos.
Otros síntomas dependen de cómo el aumento de la presión arterial afecta a los órganos. Un síntoma común es la hemorragia y la inflamación de los pequeños vasos sanguíneos de la retina. La retina es la capa de nervios que recubre la parte posterior del ojo. Detecta la luz y envía señales al cerebro a través del nervio óptico, que también puede verse afectado por la hipertensión maligna. Cuando el ojo está afectado, la hipertensión maligna puede provocar cambios en la visión.
Otros síntomas de la hipertensión maligna son:
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Visión borrosa
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Dolor en el pecho (angina)
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Dificultad para respirar
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Mareos
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Adormecimiento de los brazos, las piernas y la cara
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Dolor de cabeza intenso
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Dificultad para respirar
En casos raros, la hipertensión maligna puede causar inflamación cerebral, lo que conduce a una condición peligrosa llamada encefalopatía hipertensiva. Los síntomas incluyen:
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Ceguera
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Cambios en el estado mental
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Coma
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Confusión
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Somnolencia
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Dolor de cabeza que sigue empeorando
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Náuseas y vómitos
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Convulsiones
La hipertensión arterial, en general, dificulta que los riñones filtren los desechos y las toxinas de la sangre. Es una de las principales causas de insuficiencia renal. La hipertensión maligna puede hacer que los riñones dejen de funcionar correctamente de forma repentina.
Cómo se diagnostica la hipertensión maligna?
El diagnóstico de hipertensión maligna se basa en las lecturas de la presión arterial y en los signos de daño orgánico agudo.
Si tiene síntomas de hipertensión maligna, el médico:
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Volver a comprobar la presión arterial y escuchar el corazón y los pulmones para detectar sonidos anormales
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Examinar sus ojos para comprobar si hay daños en los vasos sanguíneos de la retina e inflamación del nervio óptico
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Pedir análisis de sangre y orina que pueden incluir:
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Niveles de nitrógeno ureico en sangre (BUN) y creatinina, que aumentan si tiene daño renal
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Pruebas de coagulación de la sangre
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Nivel de azúcar en sangre (glucosa)
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Recuento sanguíneo completo
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Niveles de sodio y potasio
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Análisis de orina para comprobar si hay sangre, proteínas o niveles hormonales anormales relacionados con problemas renales
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Es posible que se necesiten análisis de sangre adicionales, dependiendo del resultado de las pruebas mencionadas anteriormente.
El médico también pedirá pruebas de imagen, incluyendo:
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Ecocardiograma para comprobar la función cardíaca y el flujo sanguíneo a través del corazón
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Electrocardiograma (ECG) para comprobar la función eléctrica del corazón
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Radiografía de tórax para observar la forma y el tamaño de las estructuras del corazón y para detectar líquido en los pulmones
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Otras pruebas de imagen para evaluar los riñones y sus arterias
Cómo se trata la hipertensión maligna?
La hipertensión maligna es una emergencia médica y necesita ser tratada en un hospital, a menudo en una unidad de cuidados intensivos. El médico tendrá en cuenta sus síntomas y su estado de salud general a la hora de decidir qué plan de tratamiento es el mejor para usted. El objetivo del tratamiento es reducir cuidadosamente su presión arterial en cuestión de minutos.
Recibirá medicamentos para la presión arterial por vía intravenosa, que es la forma más rápida de tratar la presión arterial extremadamente alta. Una vez que la presión arterial alcance un nivel seguro, los medicamentos pueden cambiarse a formas orales. Si desarrolla insuficiencia renal, puede necesitar diálisis renal.
Otros tratamientos dependen de sus síntomas específicos y de las posibles causas de la hipertensión maligna.
Cuáles son las complicaciones de la hipertensión maligna?
Si no se trata, la hipertensión maligna provoca la muerte. Las complicaciones de la hipertensión maligna también pueden incluir:
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Disección aórtica, que es una rotura repentina del vaso sanguíneo principal que sale del corazón
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Coma
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Líquido en los pulmones, llamado edema pulmonar
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Ataque al corazón
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Insuficiencia cardíaca
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Accidente cerebrovascular
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Insuficiencia renal repentina
El tratamiento médico inmediato disminuye las posibilidades de sufrir complicaciones que pongan en peligro la vida.