Si tú o tu pareja tenéis el VIH y estáis pensando en tener un bebé, esto es lo que necesitas saber.
Qué hacer antes de intentar tener un bebé
Tanto si eres una mujer como un hombre con VIH, es importante controlar el virus con la medicación antes de intentar tener un bebé. Si sigues tu plan de tratamiento al pie de la letra y le das a tu recién nacido los medicamentos preventivos para el VIH que te han recetado, puedes reducir el riesgo de que tu bebé contraiga el virus a un 1% o menos.
Habla primero con dos médicos: un especialista en VIH y un experto en embarazo y parto llamado obstetra. Ellos sabrán si tu VIH o el de tu pareja está lo suficientemente controlado como para intentar tener un bebé.
El momento menos arriesgado para intentar quedarse embarazada es cuando los medicamentos para el VIH reducen la cantidad de virus en tu cuerpo a niveles que no se pueden encontrar en una prueba. Tu médico puede llamarlo carga viral indetectable. Es mucho menos probable que te contagies el VIH de tu pareja o que se lo transmitas durante las relaciones sexuales. También puedes tomar otras precauciones. Si tu pareja tiene el virus y tú no, considera la posibilidad de tomar una píldora diaria llamada PrEP (profilaxis previa a la exposición) que ayuda a evitar el VIH.
Habla con tus médicos sobre los medicamentos que tomas antes de intentar tener un bebé. La mayoría de los medicamentos para el VIH son seguros durante el embarazo, pero algunos no lo son.
Si tú y tu pareja decidís que un embarazo tradicional no es adecuado para vosotros, hay otras formas de tener un hijo. Puedes preguntar a tus médicos sobre opciones como:
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Inseminación artificial
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Fecundación in vitro
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Adopción
Lo que hay que saber durante el embarazo
Si tú o tu pareja os quedáis embarazados, trabajaréis con un especialista en VIH y un ginecólogo-obstetra para asegurar que el embarazo se desarrolle lo mejor posible. También puedes trabajar con un gestor de casos. Se trata de una persona que te pone en contacto con información y recursos para ayudarte a cuidar de ti misma y a seguir tu plan de tratamiento.
Tomarás más de un medicamento contra el VIH. Puede ser la misma combinación que tomabas antes de quedarte embarazada. Si no tomabas medicamentos para el VIH antes de quedarte embarazada, es importante que empieces a tomarlos lo antes posible y que sigas con ellos. No dejes de tomar un medicamento para el VIH a menos que tu médico te lo indique.
Informa a tu equipo médico si tienes algún efecto secundario. Es común tener:
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Náuseas
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Diarrea
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Dolores de cabeza
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Dolores musculares
Los expertos no están seguros de que los tratamientos contra el VIH aumenten las posibilidades de complicaciones como el parto prematuro o el bajo peso al nacer. Pero es muy importante que tomes los fármacos que te recete tu médico porque evitan que te pongas enferma. Y aumentan las probabilidades de que tu bebé nazca sin el VIH.
Asegúrate de acudir a todas las revisiones del embarazo. Esto también se llama atención prenatal. El médico se asegura de que tú y tu bebé estéis bien durante estas visitas. Desde el principio, te harán análisis de sangre para comprobar tu carga viral, es decir, la cantidad de virus que hay en tu cuerpo. También comprobarán la fortaleza de tu sistema inmunitario midiendo el número de células CD4 que tienes. Es un tipo de glóbulo blanco. En general, tu bebé tiene menos probabilidades de contraer el VIH si tienes una carga viral baja y un recuento alto de células CD4.
A medida que se acerque tu fecha de parto, tú y tu médico elegiréis entre un parto vaginal o una cesárea. El método más seguro para tu bebé depende de tu carga viral en las semanas anteriores a la fecha del parto. Si la cantidad de VIH en tu sangre es baja, tu médico puede decirte que un parto vaginal es una opción segura. Si es mayor, puede recomendar una cesárea para reducir el riesgo de que el recién nacido se contagie de ti durante el parto.
Qué esperar durante el parto, el alumbramiento y el posparto
Cuando llegue el gran día, seguirás tomando tus medicamentos para el VIH según lo previsto durante el parto o antes de la cesárea planificada. Además de esos medicamentos, el médico te administrará otro medicamento contra el VIH por vía intravenosa si tu carga viral supera un determinado nivel durante el parto. Esto ayuda a proteger a tu bebé de la infección.
El personal médico debe hacer la prueba del VIH a tu recién nacido justo después de nacer. El médico os hablará a ti y a tu pareja de las pruebas de seguimiento del VIH que necesita tu bebé y de cuándo hacerlas.
Pregunta al médico si debes empezar a dar a tu bebé medicamentos contra el VIH de inmediato, incluso antes de saber si tu hijo tiene el virus o no. Cuando una madre tiene el VIH, su bebé suele recibir medicamentos contra el VIH durante las primeras 4 a 6 semanas de vida. Esto disminuye sus posibilidades de infectarse con el virus.
Una vez que llegue tu bebé, no lo amamantes. Aunque tengas una carga viral indetectable, corres el riesgo de transmitir el VIH a tu bebé a través de la leche materna. En su lugar, dale leche de fórmula para bebés. Y no le des ningún alimento por adelantado, ya que eso también supone un riesgo.
Si tu bebé contrae el VIH a pesar de tus esfuerzos, el tratamiento precoz puede ayudarle a tener una vida más sana y larga.