El VIH y el alcohol: Consumo, tolerancia, seguridad y más

El alcohol y el VIH son temas complicados en lo que respecta a la medicación, la salud física y mental, etc. Averigua qué es seguro y qué es arriesgado.

Pero también es posible disfrutar del alcohol con moderación. Los expertos definen el consumo moderado como una bebida alcohólica al día para las mujeres y dos para los hombres. Una botella de cerveza de 12 onzas, una copa de vino de 5 onzas o un solo trago de licor cuentan como una bebida.

Cómo afecta el alcohol a tu salud física si tienes el VIH

Algunas investigaciones sugieren que cuando se bebe, los niveles de alcohol en sangre pueden ser más altos por bebida... en las personas que viven con el VIH. Esto es algo que hay que vigilar especialmente si se tiene una carga viral detectable.

Los efectos del abuso del alcohol en la evolución de la enfermedad del VIH todavía se están estudiando. Pero hay algunas pruebas de que las personas con VIH que beben con regularidad pueden tener un aumento de la carga viral al tiempo que disminuye su recuento de CD4. También tienen más probabilidades de morir y de sufrir problemas de salud que las personas seronegativas. Esto se aplica incluso al consumo de cantidades moderadas de alcohol.

El alcohol también afecta negativamente al hígado. Si vives con VIH y hepatitis B o C, esto es especialmente grave. Si no estás tomando la medicación para el VIH, el alcohol puede tener un impacto negativo. Esto se debe a que el alcohol puede debilitar seriamente tu sistema inmunitario, especialmente si bebes más de una cantidad moderada. Esto es muy preocupante porque el VIH ya ataca al sistema inmunitario, y el consumo de alcohol podría amplificar los efectos secundarios negativos de un sistema inmunitario debilitado.

Abuso de alcohol, salud mental y VIH

El abuso del alcohol es común entre las personas que viven con el VIH. Es una sustancia a la que las personas suelen recurrir durante un periodo de diagnóstico difícil o si están tristes, estresados, etc. Las personas que viven con el VIH también suelen tener depresión. De hecho, un estudio de 2019 descubrió que el 39% de las personas con VIH también viven con depresión.

Beber ocasionalmente con amigos puede ayudar a tu salud mental. Pero beber habitualmente o beber demasiado puede tener el efecto contrario. Si tienes problemas para controlar la bebida, la depresión o la ansiedad, habla con un especialista en salud mental.

El impacto del alcohol en tu medicación para el VIH

Actualmente, no existen interacciones significativas entre los medicamentos comunes para el VIH y el alcohol. Sin embargo, existen múltiples impactos negativos de beber mientras se toma el tratamiento para el VIH. En general, el consumo de alcohol puede afectar seriamente a la eficacia de la medicación contra el VIH.

Lo primero que hay que tener en cuenta en relación con el alcohol y la medicación para el VIH es lo fácil que resulta olvidar el seguimiento del plan de tratamiento. Cuando estás borracho, es más fácil que te olvides de tomar la medicación, lo que puede convertirse en un problema más grave si ocurre a menudo.

La mezcla de alcohol y medicamentos para el VIH también puede afectarte físicamente. El alcohol es muy perjudicial para el hígado y puede llegar a dañarlo. La salud de tu hígado es fundamental cuando estás tomando medicamentos. Esto se debe a que el hígado trabaja para eliminar los residuos de los medicamentos. Si no funciona a su máximo nivel debido al exceso de alcohol, esto podría convertirse en un problema. Tomar la medicación para el VIH también puede aumentar los niveles de colesterol. La combinación de estos medicamentos con el alcohol es aún más preocupante porque la bebida también contribuye a aumentar el colesterol, así que asegúrate de vigilar tus niveles.

Cómo afecta el alcohol al sexo y a las situaciones de riesgo

El exceso de alcohol puede llevar a interacciones sexuales más peligrosas. Podrías olvidarte de usar protección, como los preservativos, o disminuir tus inhibiciones. Esto significa que, en general, el exceso de alcohol tiene más probabilidades de conducir a relaciones sexuales sin protección. El consumo de alcohol aumenta tu carga viral, por lo que la posibilidad de contagiar el VIH a tu pareja a través de las relaciones sexuales sin protección es mucho más probable.

Las relaciones sexuales sin protección afectan negativamente a la salud de tu pareja y a la tuya propia. Olvidarse de usar protección siempre conlleva la posibilidad de contraer infecciones de transmisión sexual. Si vives con el VIH, estas infecciones pueden ser más graves, y tu sistema inmunitario podría tardar más en curarse.

El consumo de alcohol también podría afectar a tu memoria y a si has informado a tu pareja sexual sobre tu estado serológico. Así que, si vas a beber alcohol, ten en cuenta algunas cosas:

  • Informa a tu pareja de que vives con el VIH antes de empezar a beber.

  • Acuérdate de llevar tu medicación contigo o establece un recordatorio para tomarla, dependiendo de tu horario de tratamiento.

  • También es útil mantener la protección, como los preservativos, en lugares fáciles de ver en su casa.

  • Lleva siempre contigo la protección si bebes fuera de casa.

  • Si decides beber, es mejor limitar la cantidad antes de tener relaciones sexuales.

Si tienes problemas para reducir el consumo de alcohol, habla con tu médico o especialista en salud mental.

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