Aprenda más sobre la falta de atención, incluyendo los signos, las causas, los desafíos y cómo manejarla.
Señales de una capacidad de atención corta
El principal signo de una capacidad de atención reducida es tener dificultades para concentrarse en las tareas. Esto puede ser frustrante ya que puede parecer a los demás que no te importa la tarea. Pero tener problemas para concentrarse o tener una mente que divaga no es lo mismo que ser desafiante o que no te importe. ??
Los signos de falta de atención también incluyen:
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Cometer errores por descuido?
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Problemas para leer textos largos?
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Parecer no escuchar?
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Dejar las tareas parcialmente hechas?
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Le cuesta gestionar el tiempo o mantener los materiales organizados?
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Olvidar actividades o citas.
Causas de la falta de atención
A veces una capacidad de atención corta es una respuesta temporal al estrés o a la estimulación extra en su vida. Pero si dura, puede ser un signo de un trastorno de la atención o de una condición de salud mental. Dependiendo de cómo se manifieste la falta de atención, puede ser un signo de una o más de estas condiciones:
TDAH. El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) puede ser la causa de tu escasa capacidad de atención si a menudo te sientes inquieto, agitado o intranquilo cuando intentas concentrarte en una tarea. Algunas personas con TDAH también tienen hiperactividad, es decir, necesidad de movimiento. Si pasas demasiado tiempo sin moverte, puedes tener problemas para concentrarte.
Otro síntoma del TDAH es la impulsividad, que consiste en tomar decisiones sin pensarlas. Es posible que quieras obtener resultados inmediatamente y que te cueste esperar a recibir recompensas o gratificaciones. También puede interrumpir a menudo a los demás durante las conversaciones.
Ansiedad. Si te distraes a menudo con preguntas como "¿por qué?" o "¿qué pasaría si?" cuando intentas realizar una tarea, tu escasa capacidad de atención podría estar causada por un trastorno de ansiedad.
Depresión. Si te sientes sin ideas, aturdido o con poca energía, la depresión puede ser la causa de tu escasa capacidad de atención. Aunque la depresión puede manifestarse de muchas formas diferentes, puede causar una capacidad de atención reducida si tu cerebro no te permite concentrarte como quieres. Esto puede empeorar tu depresión y provocar otros síntomas. ??
Trastornos del aprendizaje. Una capacidad de atención reducida puede ser un signo de un trastorno del aprendizaje, como la dislexia. Esto se debe a que la tarea de leer, escribir o hablar le resulta más difícil.
Trastorno del procesamiento sensorial. Si tu escasa capacidad de atención se debe principalmente a una distracción visual, sonora, táctil, olfativa o gustativa, es posible que padezcas un trastorno del procesamiento sensorial. Esto te hace extra sensible a la simulación ordinaria. Esto puede dificultar la concentración a menos que estés en un entorno controlado.
Traumatismos. El trastorno de estrés postraumático (TEPT) también puede provocar una escasa capacidad de atención. Esto se debe a que el TEPT activa el modo de supervivencia del cuerpo, o de lucha o huida, por lo que el cerebro no puede concentrarse en las tareas.
Desafíos de una capacidad de atención corta
Una capacidad de atención corta no es necesariamente mala para tu salud. Pero puede afectar a tu vida personal, profesional y social. Esto se debe a que:
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Pasar por alto detalles o cometer errores aparentemente sencillos puede hacer que los demás te vean como alguien descuidado.
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Si te cuesta mantener una conversación larga o respetar los turnos, puedes parecer impaciente o poco atento?
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No terminar una tarea puede hacerte parecer desconsiderado o perezoso.?
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Cuando tienes problemas con la gestión del tiempo y la organización, es posible que no termines los proyectos a tiempo?
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Las tareas complejas que requieren mucha concentración pueden parecer desalentadoras o imposibles.
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Puedes perder tiempo o dinero tratando de encontrar o reemplazar los objetos que extravías?
Cómo abordar una capacidad de atención corta
Si tienes problemas para prestar atención a los proyectos o tareas, puede que tengas que hacer un esfuerzo consciente para abordar el problema. Para empezar, intenta fijarte en el tiempo que tardas en distraerte o perder la atención...
Por ejemplo, un estudio sobre estudiantes universitarios demostró que sólo estudiaban durante seis minutos antes de tomarse un descanso. Para las personas que luchan contra un trastorno de la atención, 30 minutos puede ser el tiempo máximo que pueden concentrarse realmente en una tarea antes de perder eficacia.
En lugar de forzarte a concentrarte en una tarea durante mucho tiempo, haz los descansos que necesites. Levántate y camina, lo que te permite moverte y cambiar de aires. A continuación, vuelve a la tarea y comprométete a concentrarte durante otra breve sesión. Con el tiempo, puedes entrenar a tu cerebro para que se concentre durante períodos más largos.
Si alguno de estos síntomas de falta de atención te resulta familiar, habla con tu médico. Puede recomendarle terapias o medicamentos que le ayuden a controlar mejor su concentración.