El médico examina los síntomas de la hepatitis C, incluidos los síntomas de las complicaciones hepáticas, como la cirrosis.
Si tiene la enfermedad durante muchos años y no recibe tratamiento, puede padecer cirrosis. Ésta es una enfermedad que inflama y cicatriza el hígado.
Síntomas de la cirrosis
En la cirrosis, el tejido cicatricial sustituye al tejido hepático sano. Si esto continúa sin control, la cicatrización bloquea el flujo sanguíneo a través del órgano. Eso dificulta que realice sus múltiples funciones:
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Eliminar las toxinas nocivas de la sangre
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Combatir las infecciones
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Digerir los alimentos y procesar los nutrientes, las hormonas y los medicamentos
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Fabricar proteínas para controlar la coagulación de la sangre
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Almacenar energía
Cuando esto ocurre, puedes tener síntomas como:
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Fatiga o debilidad
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Músculos doloridos
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Fiebre
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Náuseas o vómitos
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Pérdida de apetito o pérdida de peso
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Orina de color amarillo oscuro
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Heces de color claro
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Dolor en las articulaciones
Cuando la cirrosis empeora
A medida que la cirrosis empeora, es más probable que tenga síntomas como estos:
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Ojos y piel amarillos (ictericia)
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Picor en la piel
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Sangrado que tarda más en detenerse
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Moretones fáciles de hacer
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Vasos sanguíneos en forma de araña en la piel
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Acumulación de líquido e hinchazón en las piernas (edema)
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Acumulación de líquido o hinchazón en su abdomen (ascitis)
Acuda a urgencias o llame al 911 y diga que tiene cirrosis si tiene estos síntomas:
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Vómitos de sangre?
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Heces negras y alquitranadas
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Confusión y somnolencia
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Fiebre y escalofríos
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Sus ojos se vuelven repentinamente amarillos
Las complicaciones de la cirrosis incluyen:
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Mayor sensibilidad a los medicamentos
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Problemas para combatir las infecciones
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Un recuento bajo de glóbulos blancos o de plaquetas
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Síntomas de la diabetes de tipo 2
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Insuficiencia renal y pulmonar
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Aumento del riesgo de cáncer de hígado
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Cálculos biliares
Un hígado que falla también puede permitir la acumulación de toxinas en el cerebro (encefalopatía hepática). Los síntomas de esta acumulación pueden incluir:
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Confusión
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Cambios en la personalidad
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Pérdida de la memoria
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Problemas de concentración
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Cambios en los hábitos de sueño
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Temblores y aleteo de manos