Preguntas y respuestas de expertos: Seguridad de las vacunas infantiles

Para los padres, las vacunas infantiles son una fuente de tranquilidad -proteger a su hijo contra las enfermedades le ayuda naturalmente a dormir mejor por la noche- pero también de ansiedad por los efectos secundarios y las reacciones.

Las vacunas infantiles protegen a los niños de decenas de enfermedades, algunas de las cuales pueden ser mortales. Pero, ¿cómo saber si las vacunas son seguras?

Los científicos realizan un gran trabajo sobre estos medicamentos antes de que lleguen a la consulta del médico o a la farmacia. En la mayoría de los casos, las vacunas son una de las mejores y más seguras formas de mantener a los niños sanos. Y son definitivamente menos peligrosas que las enfermedades que pretenden prevenir.

¿Cómo sabemos que las vacunas son seguras?

Los investigadores tienen que mostrar pruebas firmes de que una vacuna funciona y es segura para las personas para que la FDA la apruebe. La investigación para demostrarlo puede llevar una década o más.

Una vez que se aprueba una vacuna, las autoridades sanitarias utilizan sistemas de vigilancia a nivel nacional para detectar cualquier informe sobre efectos secundarios nuevos o peligrosos. Cualquier indicio de problema significa que los funcionarios tomarán medidas. Pueden cambiar la etiqueta de las vacunas, enviar alertas de seguridad o revocar la licencia de una vacuna.

Hay algún ingrediente de las vacunas que sea peligroso?

No. Algunas vacunas tienen aluminio y formaldehído, pero las personas, incluidos los bebés, están acostumbradas a estas sustancias. De hecho, los bebés pueden recibir más aluminio de la leche materna que de las vacunas.

Hay efectos secundarios?

Como todos los medicamentos, las vacunas pueden causar algunos efectos secundarios, como dolor, enrojecimiento y, a veces, un poco de hinchazón en el lugar donde su hijo recibe la inyección. Algunos niños también pueden tener fiebre leve. Estos problemas suelen desaparecer al cabo de uno o dos días.

Los efectos secundarios graves, como las reacciones alérgicas graves, las convulsiones, la pérdida de audición o el dolor intenso, son muy raros, tanto que los expertos ni siquiera están seguros de que estén relacionados con las vacunas.

Después de vacunar a su hijo, esté atento a cualquier signo de reacción adversa, como problemas para respirar, urticaria o sensación de debilidad o mareo. Si nota algún cambio, comuníqueselo al médico inmediatamente.

Debe mi hijo recibir un montón de vacunas a la vez?

Los niños entran en contacto con cientos, si no miles, de bacterias y virus cada día. Todo el calendario de vacunas les expone a solo 150 gérmenes. Los estudios demuestran que recibir varias vacunas a la vez no les perjudica.

De hecho, podría ser mejor que se hicieran en menos visitas al médico. Así es menos estresante. Además, cuanto antes se vacune su hijo, antes estará protegido.

¿Cuándo no se debe vacunar a mi hijo?

Las vacunas son generalmente seguras, pero algunos niños deben esperar para recibirlas. Y algunos no deberían recibirlas en absoluto. Consulte a su médico si su hijo:

  • Ha tenido alguna vez una reacción grave a una vacuna o a alguno de sus componentes.

  • Está muy enfermo. Si tiene un resfriado o un catarro, normalmente se puede vacunar.

  • Tiene el sistema inmunitario debilitado, ya sea por una enfermedad (como el cáncer o el VIH/sida) o debido a medicamentos, como los esteroides, la radioterapia o la quimioterapia.

Asegúrate siempre de que el médico de tu hijo está al corriente de sus alergias y problemas de salud cuando hables de las vacunas. El médico es la mejor fuente de información sobre las vacunas que su hijo necesita y puede recibir con seguridad.

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