El médico analiza la relación entre el estrés y las enfermedades del corazón, e incluye formas de reducir los niveles de estrés.
Si estás estresado a menudo y no tienes buenas formas de controlarlo, es más probable que padezcas enfermedades cardíacas, hipertensión, dolor en el pecho o latidos irregulares.
El propio estrés puede ser un problema. Aumenta la presión arterial y no es bueno para el cuerpo estar constantemente expuesto a las hormonas del estrés. Los estudios también relacionan el estrés con cambios en la forma en que se coagula la sangre, lo que hace más probable un ataque al corazón.
La forma de manejar el estrés también es importante. Si responde a él de forma poco saludable -como fumar, comer en exceso o no hacer ejercicio-, la situación empeora. Por otro lado, si hace ejercicio, se relaciona con la gente y encuentra un sentido a pesar del estrés, eso marca la diferencia en sus emociones y en su cuerpo.
También es posible que quieras:
-
Cambiar lo que puedas para disminuir tu estrés.
-
Acepta que hay cosas que no puedes controlar.
-
Antes de aceptar hacer algo, considera si realmente puedes hacerlo. Está bien decir "no" a las peticiones que añadirán más estrés a tu vida.
-
Mantente conectado con la gente que quieres.
-
Proponte relajarte cada día. Podrías leer un libro, escuchar música, meditar, rezar, hacer yoga o tai chi, llevar un diario o reflexionar sobre lo que es bueno en tu vida.
-
Mantente activo. Cuando hagas ejercicio, quemarás parte de tu estrés y estarás mejor preparado para afrontar los problemas.
Algunas personas lo pasan mal con el estrés porque están deprimidas. Si es tu caso, busca ayuda de un médico o consejero. La depresión está relacionada con las enfermedades del corazón, y puede tratarse.
Si te resulta difícil cambiar tu forma de manejar el estrés, toma una clase de gestión del estrés, lee un libro sobre su manejo o apúntate a unas cuantas sesiones con un terapeuta. Es una inversión en tu salud y en la calidad de tu vida, tanto ahora como en los años venideros.
