Cómo superar los miedos cuando se tiene una enfermedad cardíaca

El médico comparte sus consejos sobre cómo superar los miedos ante una enfermedad cardíaca y lo que le depara el futuro.

Si le preocupa su futuro porque padece una cardiopatía, hay una buena noticia: tiene más control del que cree.

Con cualquier enfermedad grave, el miedo puede llamar a la puerta. Pero usted puede ponerlo en su sitio.

Estos siete pasos pueden aliviar sus preocupaciones y ayudarle a vivir una vida plena y activa.

"Encontrar el sentido de la vida es un gran motivador". -- La psicóloga Leslie Becker-Phelps, PhD

1. Conoce los hechos.

Obtener respuestas a sus preguntas sobre su salud y su futuro puede ayudarle a calmar sus temores y a sentirse más en control.

Pida a su médico que le explique lo que puede esperar en los próximos meses y en los años venideros. Acuda a su próxima cita con una lista de preguntas, incluyendo cualquier preocupación que pueda tener.

Sea específico. Pida información clara y completa. Averiguar la verdad puede aliviar algunas de sus preocupaciones.

2. Exprese sus temores.

Hablar con personas de confianza puede ayudar a quitarle el aguijón al miedo.

Si te sientes vulnerable o preocupado por tu salud, es normal, dice la doctora Leslie Becker-Phelps, psicóloga de Basking Ridge (Nueva Jersey).

Pero no te guardes tus miedos. Eso puede tener un efecto de bola de nieve, haciendo que te preocupes aún más.

Habla de tus sentimientos con un familiar, amigo, consejero o médico. También puede resultarle útil unirse a un grupo de apoyo.

Recibir apoyo emocional de otras personas puede reconfortarte, ayudarte a sentirte menos sola y ofrecerte una perspectiva diferente, dice Becker-Phelps.

Tu familia y tus amigos también pueden ayudarte a controlar tu salud. Habla con ellos sobre lo que significa tener una enfermedad cardíaca y hazles saber cómo pueden apoyarte.

3. Muévete para controlar tu ansiedad.

Una buena forma de gestionar la ansiedad, o los sentimientos de inquietud, preocupación, tensión e irritabilidad, es pasar a la acción.

Así que ponte en movimiento. Algo tan sencillo como salir a pasear puede alejar tu mente de las preocupaciones y hacerte sentir mejor.

Si la ansiedad aparece fuerte y repentinamente, y tienes dificultad para respirar, dolor en el pecho o sudoración, podría ser pánico, que también puede tratarse. Habla con tu médico.

4. Replantea lo que es posible.

Puedes volver a empezar y cosechar los beneficios.

Incluso si tus hábitos no han sido muy buenos antes, hacer mejoras ahora todavía puede reducir tus probabilidades de tener un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular, dice John Higgins, MD, un cardiólogo deportivo en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en Houston.

Los aspectos clave en los que hay que centrarse son:

El ejercicio

. Una vez que su médico le dé el visto bueno, el ejercicio no sólo es seguro sino que puede mejorar su salud.

Come y duerme bien

. Haz que dormir bien sea una prioridad, y mantén una dieta saludable para el corazón.

Deja de fumar

. No es demasiado tarde. Si deja de fumar hoy, puede ayudar a prevenir un ataque al corazón o un derrame cerebral, dice Higgins.

5. Ve paso a paso.

Haz una lista de cosas que puedes hacer para tener un estilo de vida más saludable. Y luego empieza a cambiar un hábito a la vez, como mejorar tu dieta o empezar un nuevo programa de ejercicios.

Intentar cambiar todo a la vez puede ser demasiado. Establezca objetivos que sean específicos y razonables. Céntrese en cumplir un objetivo antes de pasar al siguiente.

6. Trabaja para conseguir la vida que quieres.

Establece objetivos para el mañana y para los años venideros, dice Becker-Phelps. Encontrar el sentido de la vida es un gran motivador y te ayudará a obtener una mayor satisfacción vital.

Piensa en lo que quieres para el futuro. ¿Qué es importante para ti? Cómo quieres pasar tu tiempo, tanto personal como profesionalmente?

7. Si estás deprimido, busca ayuda.

La depresión suele acompañar a las enfermedades del corazón. Si tiene sentimientos de tristeza o vacío, poca energía o cambios en el sueño o la alimentación, o si deja de sentirse interesado en las cosas que suele disfrutar, puede estar deprimido.

Si esos sentimientos duran más de dos semanas, hable con su médico o con un consejero. Tratar la depresión le ayudará a sentirse mejor y a estar preparado para seguir adelante con su vida.

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